Este jueves, 28 de mayo, tiene algunas connotaciones negativas, pero también proporciona un cúmulo de buenas noticias. Un temor que nos ha asaltado en los últimos días, el que pudiera haber un recorte en el presupuesto de las universidades, y que nos preocupaba en el caso concreto de la institución universitaria jienense, la UJA, ha sido desmentido de manera rotunda por el consejero de Hacienda, Juan Bravo, como siempre decimos, la cuota jienense en el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla. No tengo a Bravo por mentiroso y además me lo creo después de que haya empeñado su palabra al señalar textualmente que “si lo que digo es mentira, me voy”. Hay que ver cómo está el crédito de los políticos, en general, que tienen que acudir a esa contundencia de expresiones. Tras la situación tan excepcional en la que se queda todo con el tsunami que está siendo la pandemia, solo faltaría recortar a las universidades, y una de las que se iban a ver con problemas en sus planteamientos de presente pero también de futuro, sería la Universidad de Jaén. Esperemos que se den motivos reales para la tranquilidad y que los veamos pronto.
Por cierto que se cumple un año de la investidura de Juan Gómez como rector en esta segunda etapa de su liderazgo. Quién le iba a decir que se iba a encontrar con una situación tan delicada no ya solo desde el punto de vista económico, sino organizativo y de funcionamiento, con el reto de reinventarse, como ha ocurrido en las demás universidades, por ejemplo en estos días con los exámenes del segundo cuatrimestre y finales, para salvar el curso de la mejor manera posible. Creo que el resultado es satisfactorio, todo es mejorable, sin duda, pero por lo que cuentan profesores y alumnos con los que hemos podido hablar de esto, se ha tratado de superar obstáculos y con un planteamiento telemático que bien dimensionado resuelve hoy día casi todos los problemas. Ahora hay que aprovechar para consolidar esta fórmula por si el maldito bicho vuelve, como algunos pronostican, en el próximo otoño-invierno. Tampoco creo que haya sido en el ámbito de funcionamiento general de la UJA un año perdido, en todo caso habrá asuntos que se hayan desinflado como ha ocurrido en todos los órdenes de la política y la sociedad. Recuerdo que el año pasado en sus palabras, el rector, Juan Gómez, pronunció unas palabras que analizadas ahora, desde la distancia, parecían premonitorias: “Hay que adaptarse a los tiempos con la velocidad necesaria. Tan peligroso es no hacerlo como llegar tarde”. Lo único que queremos es que la Universidad de Jaén supere esta crisis, tenga presupuesto suficiente para seguir trabajando y no deje de transmitir ilusión y fe en el futuro a toda la provincia, para la cual es un espejo en el que se quiere ver reflejada la sociedad jienense.
Un pasito más en el camino, todavía por vía lenta, para que Jaén tenga su soñada Ciudad Sanitaria. Algo ha llovido desde que empezó a reivindicarla el Colegio de Médicos, entonces bajo la presidencia del doctor Antonio Luna Fantony, un personaje excepcional de nuestro Jaén. Por aquí sabemos mucho de esperas, de decepciones políticas, de engaños, etc., pero en los últimos meses, con el nuevo gobierno en la Junta, que también hay que decirlo, una vez que el PSOE, que prometió la infraestructura, fue reculando hasta aparcarla, se ha logrado al menos ponerla de nuevo entre las prioridades, en el escaparate de la política, y aunque el inicio de las obras no vaya a ser inminente, es obvio que lo primero que se necesita para actuar son los terrenos. El Ayuntamiento de Jaén ha asumido hoy en el pleno su compromiso y la Diputación hará lo propio. No podemos pasar de puntillas por la sesión municipal de 37.000 metros cuadrados, condición imprescindible para que pueda haber Ciudad Sanitaria y en esto sí le doy la razón a la teniente de alcalde África Colomo, porque los populares mucho pedir el gran hospital pero se habían olvidado de ceder los terrenos y este equipo de gobierno lo ha hecho de manera preferente, las cosas como son, lo mismo que el organismo provincial, que siempre va el primero a la hora de retratarse en compromisos. Una cosa está bien clara, sin terrenos era imposible contar con una Ciudad Sanitaria, aunque algunos se hayan visto obligados a rectificar porque pusieron y quitaron cuando parecía que el proyecto pasaba definitivamente a «archívese». Habrá suficiente espacio en zona próxima al Hospital Neurotraumatológico, donde la Diputación ya cedió 60.000 metros y tiene pendientes, en breve, otros 40.000, para que en unos años la ciudad de Jaén tenga un moderno centro sanitario de referencia de la sanidad pública, a la que las circunstancias pasadas y actuales urgen para no descuidar lo que es importante y que se echa en falta en momentos decisivos. Queda por decir que el acuerdo del Consistorio se ha aprobado en el pleno por unanimidad.
El pleno también ha dado su aprobación al préstamo con el Ministerio de Hacienda por un importe de 26 millones de euros para el pago a proveedores, con facturas, muchas de ellas, con pronunciamiento judicial favorable y que en algunos casos corresponden a cuatro y cinco años atrás, un respiro en momentos tan difíciles para empresarios jienenses. La responsable de Hacienda, María Orozco, ha aprovechado los asuntos económicos para dar información de su área. Como es normal en los concejales que tienen esta responsabilidad se ha tenido más en los rasgos positivos, al menos ha tratado de no alarmar, que se agradece, aunque todos sabemos cómo de grande es la ruina y el propio alcalde no negó hace unos días se preocupación. El equipo de gobierno y el PP votaron a favor, la responsabilidad de quienes antes gobernaron se ha puesto por delante, el concejal y portavoz del PP, Manuel Bonilla, fue cocinero antes que fraile, y además, dicho sea de paso, buen cocinero. Se han abstenido Adelante Jaén y Vox.
La crisis sanitaria ha hecho que administraciones y sociedad se pongan el mono de trabajo. Creo que es una obviedad señalar que en Jaén no saldremos adelante si no hay suma de esfuerzos. Por eso creo que la propuesta de Diputación a la Junta de un plan especial, que va a ser apoyado en los ayuntamientos, es una necesidad. Como PSOE también se ha puesto en modo reivindicativo, y los socialistas como oposición se lo tienen bien aprendido. Ya sé que la Junta tampoco tiene una varita mágica y que la pandemia le ha hecho sufrir lo indecible desde el punto de vista económico, pero el empleo es el principal caballo de batalla con el que hay que combatir. La situación en Jaén es extrema, ha aumentado el desempleo a niveles extremos, y eso que siempre estuvieron en lo alto del ranking, y a grandes males no cabe otra respuesta que grandes remedios. La Diputación no sé si le ha pedido fondos al Gobierno central, el caso es que la Administración central por el momento ni está ni se le espera, y le recordamos que aún están pendientes los 200 millones de la ITI que desde el primer momento he dudado, ojalá me equivoque, que vayan a llegar, y no sé cuáles serían las consecuencias, pero no pequeñas.
Es positivo que en la dificultad las administraciones ayuden, en el ámbito de sus competencias. Alabo la campaña de la Diputación en favor de bares y restaurantes con el lema “Reencuentro en tu bar” que supone un apoyo inequívoco a un sector que tiene mucho que ver con la economía, con los hábitos sociales de los jienenses y, naturalmente, con el empleo. También destaca la tarea municipal ayudando activamente a que se anime la economía, a lo cual obedecen algunas de sus acciones, como la de autorizar más espacio a un importante número de establecimientos de hostelería, que dicho sea de paso, la mayor parte han abierto sus puertas, en gran medida por todos estos impulsos, que han desmentido el pronóstico de hace varias semanas de que toda la hostelería entraba en depresión. Me parece positivo el paso dado, la dificultad no debe amilanar, salir de esta situación va a costar, pero sería imposible de no intentarlo. Para completar el panorama solo faltaría que tantos afectados por los ERTES cobraran y que no parezca lo que tantas veces ocurre, que es más el ruido que las nueces.
La Junta de Andalucía pone mucho empeño en favorecer el turismo, lógico porque Andalucía se juega mucho en este aspecto. El gobierno regional ha pedido tanto que en esta fase 2 se pueda viajar entre provincias como que cuanto antes toda Andalucía entre en la fase 3. Mientras tanto, la Administración provincial, el también llamado ayuntamiento de ayuntamientos, promociona el turismo de cercanía, conocer nuestras propias fortalezas, por ejemplo el Viaje al Tiempo de los Íberos, que es una ruta por la que deberían pasar todos los jienenses. Una oportunidad para conocer mejor lo nuestro. Todos lo alabamos, pero no todos conocemos nuestra oferta, que no tiene nada que envidiar a otros destinos. No tenemos playa, pero a excepción del mar, tenemos hasta el maravilloso y único mar de olivos que nos distingue.
En el ámbito político y con relación al pleno anunciado en La Guardia para la moción de censura al alcalde, presentada por el PP con el apoyo del único concejal de Ciudadanos, que hace un año decidió votar al PSOE, hoy el secretario provincial de los socialistas, Francisco Reyes, ha señalado con todas sus letras que detrás de la iniciativa hay “intereses muy potentes”. Este asunto ya he dicho que no me gusta nada y es bastante extraño que se presente una moción de censura acto seguido a que el actual alcalde lleve al juzgado a su antecesor al que acusa de haber manejado presuntamente una Caja B, que él ha negado. Está claro que este conflicto político y cualquiera sabe si algo más, lo tendrá que dirimir la autoridad judicial. Por otro lado las consecuencias de la caravana de Vox el pasado sábado en Jaén sigue trascendiendo a la opinión pública española. Hoy el cardiólogo Hipólito Pousibet ha pasado por el programa “Espejo Público”, denunciando que en su vehículo recibió el impacto de dos perdigones procedentes de un arma de aire comprimido, que no le alcanzaron de milagro, y que quiere que se sepa para que sirva como una llamada al fin del actual clima de crispación.
Por último, me alegro de que una de las calles próximas al que será algún día Museo de Arte Íbero, porque para mí aún no lo es, porque le falta la colección permanente y lo que hay ahora es otra cosa, vaya a llevar el nombre de Pilar Palazón, que tanto luchó por esta infraestructura cultural y que por desgracia no ha podido ver culminada. Este es el acuerdo del Ayuntamiento, en el que se han abstenido PP y Vox, respetable pero difícil de compartir. Es verdad que Pilar Palazón tenía una ideología definida, pero siempre primó más en ella su amor a Jaén. Pues eso, que no ha podido ver el Museo como en su día tendrá que estar, aunque, eso sí, pudo disfrutar de la inauguración simbólica hace pocos años con la presencia del Rey Felipe VI y se le hicieron todos los honores. Es un acto de justicia y reconocimiento a su labor al frente de la Asociación de Amigos, siempre dispuesta, incansable en su lucha por un Jaén mejor, sobre todo para la cultura. Y una persona cargada de entusiasmo y de dignidad.
Foto: Pleno celebrado hoy por el Ayuntamiento de Jaén.