Aún colean los ecos de la movilización olivarera del pasado 30 de enero, para más señas, día de la paz, por mucho que algunos exaltados trataran de aprovecharse de una protesta que desde luego era enérgica, contundente, para violentar lo que era un grito desesperado, un SOS del malestar de una provincia que malvive porque se ha perdido la dignidad a su principal riqueza. Los grandes, los poderosos, se han aprovechado del oro líquido y nosotros mismos, hagamos esa autocrítica para entenderlo mejor, tampoco hemos luchado con uñas y dientes para defender lo nuestro, y así hemos sucumbido al empobrecimiento, a pesar del enorme patrimonio olivarero que tendría que ser justamente lo contrario, una mina de riqueza y de futuro. Ahora, ¡albricias!, el ministro de turno llama al diálogo, espero que sea constructivo y que junto con las organizaciones agrarias se trabaje muy en serio, ya que se conoce el diagnóstico y los expertos también saben de sobra cuál es el tratamiento. Hay mucho por hacer, y aunque la mayor tarea corresponde a los gobiernos, los productores no pueden abdicar de su responsabilidad y tienen que ser los primeros en la batalla que ahora se inicia en los despachos en tanto se mantienen las movilizaciones en la calle, en Jaén y fuera de Jaén.
¿Que sancionan a las organizaciones convocantes? Esto ya sería el colmo, es verdad que no se debe recurrir a la violencia, pero que la Subdelegación del Gobierno meta miedo en el cuerpo amenazando con multas, después de haber ordenado a las fuerzas de orden público darles caña a los que se pasaron de la raya, esto ya me parece intolerable, por mucho que se nos recuerde y sepamos que es la ley la que debe cumplirse. La ley es para todos y algunos se van de rositas casi a diario incumpliendo las leyes, y creo que no necesito continuar. Sí me fastidia como jienense, habitante de una provincia pacífica donde las haya, hasta la sumisión en tantas ocasiones, que el gobierno, lo haga finalmente o no, nos intimide a la luz de esa expresión tan conocida de “fuerte con los débiles y débil con los fuertes”. Si comete ese error la señora subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, se habrá echado encima a todo Jaén. Confío en que no lo hará, por fuera de los verdaderos causantes de los actos vandálicos.
En materia política destacar la presencia en Jaén del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que se apunta a todas las buenas nuevas sanitarias, hace poco acudía a un acto del Colegio de Médicos y ahora lo ha hecho para visitar la magnífica obra del Colegio de Enfermería, una residencia modélica de mayores, que es el primer paso para la Ciudad de la Enfermería. Moreno Bonilla, en la víspera de los fastos del día de Andalucía, ha preferido echar balones fuera sobre las protestas en la sanidad andaluza, también en Jaén, y ha defendido la sanidad pública como prioridad absoluta. Su antecesora, Susana Diaz, le llamaba algo parecido, la joya de la corona. No debe ser tan fácil el empeño porque este gobierno empezó con mucha fuerza y da la impresión de que se ha visto obligado a echar el freno. Hoy mismo me reconoce mi médico de cabecera que para un especialista concreto la demora está en un año mínimo. El presidente ha hablado, aunque de pasada, con las autoridades jienenses y de paso se reunía con su partido para enfatizar el apoyo del PP a las reivindicaciones del sector del olivar. Ahora es más fácil hacerlo, fuera del gobierno de la nación, si bien la Junta tiene competencias para hacer su trabajo. Completaba su agenda con la inauguración oficial del Hospital de Cazorla, en el que ayer mismo se hicieron presentes un numeroso grupo de cargos socialistas para reivindicar el logro y para exigir que entren en funcionamiento cuanto antes todos los servicios previstos. Está muy bien que el PSOE como oposición tenga esta actitud exigente, es su deber y le aplaudo por ello, ahora bien, debería hacer lo mismo y trasladarse a la Moncloa para reivindicar ante el presidente Sánchez los 220 millones para la ITI que son imprescindibles para que las inversiones se hagan, y el PSOE debe saber que estamos casi en tiempo de descuento y que Jaén se la juega. Por el momento valga la advertencia.
Venía el presidente Moreno Bonilla el mismo día en que han vuelto a la normalidad los comedores escolares que han estado varios meses sin servicio, desde mediados de octubre, y no lo hemos olvidado, sobre todo la pésima gestión de los responsables de la Consejería de Educación, sin que nadie haya dimitido o se le haya cesado por esta causa, situación que ha motivado general extrañeza. Lo que cuesta. Pasado el primer año del gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos, emerge con nuevos bríos en Jaén la figura del consejero de Hacienda, Juan Bravo, que de facto es la cuota de Jaén en el Consejo de Gobierno y a fe que parece que ahora se nota que pretende ejercerla o ha sido invitado a adoptar ese rol. De hecho en los últimos días han mantenido diferentes reuniones con el alcalde, empresarios, ayer mismo con Jaén merece más, que le han planteado importantes reivindicaciones para hacer de la ciudad de Jaén un foco de atracción de empresas, y supongo que será la persona que presida los actos en Jaén del Día de Andalucía…Está bien que haya un interlocutor para los asuntos del territorio y además Bravo tiene cintura, reconozco que hace algunas declaraciones grandilocuentes que lo alejan de la realidad, como cuando dijo que Jaén iba a ser ejemplo para España y cosas así, pero tengo buena impresión de este político y es receptivo a los asuntos de Jaén. Es más, los empresarios y en general quienes se relacionan con él no ahorran elogios a su persona. Lo demás está todo por ver.
Precisamente el propio Bravo está alentando las actuaciones de los 443 millones de la Inversión Territorial Integrada (ITI), para lo que la Junta ya ha hecho sus deberes, aprobando su aportación, que es la mitad. El consejero de Hacienda nos recuerda que se trata de una gran oportunidad para Jaén y en esto hay que reconocerle interés político, porque lo que haga la ITI que se nutre de fondos europeos, no tendrá que hacerlo la Junta con sus presupuestos, de modo que hay un fondo egoísta, aunque entendible, porque la actual administración andaluza no podría por sí sola sacar adelante todos los asuntos que se han ido acumulando en años para Jaén. Con la ITI, convertida en el tema recurrente del momento, porque en Jaén esto nunca nos falta, lo que ocurre ahora es que representa una ocasión excepcional para que las administraciones se liberen al fin de algunos proyectos comprometidos que llevaban camino de eternizarse y a algunos se les podrá dar salida. En este sentido la ITI actúa de quitavergüenzas de los poderes, porque van a poder incluir en un plan especial lo que tendrían que haber asumido en sus planes ordinarios. Con tal de que se beneficie Jaén, pase, pero que sepamos al menos de qué va esta película. Por lo demás, insisto, todo Jaén pendiente del Consejo de Ministros y del señor Pedro Sánchez, con tanto interés como ha expresado en apoyar a la provincia en sus visitas, hasta ahora siempre en su condición de secretario general del PSOE. Si le preguntáramos a la señora Carmen Calvo, nos podría responder que una cosa es lo que el secretario general diga en un mitin y otra diferente lo que haga en su condición de presidente del Gobierno. Espero que no llegue a tanto.
El propio Ayuntamiento de Jaén está a dos manos, con la ITI, y al fin, las cosas de palacio van despacio, con los fondos DUSI, donde se van a realizar actuaciones por ocho millones de euros, algo es algo, y con la Inversión Territorial Integrada se trabaja en actuaciones de consenso para ayudar a la revitalización de Jaén. Esta semana, cual Guadiana, ha salido a colación el debate interminable de la estación intermodal. El anterior gobierno del PP apostaba por Vaciacostales para unirlo al proyecto del tranvía. El actual alcalde lo define mejor en la actual estación de Renfe, pero parece que por el momento no toca, tampoco conviene el atracón, basta con hacer lo que ahora hay que hacer y además acertar. Esto y el problema que ha surgido con la grúa que tiene que entrar en la Plaza de Santa María, por ser necesaria para las obras de la Catedral, y que alarmó ayer cuando hizo acto de presencia y se echó para atrás hasta que reúna condiciones de seguridad. Lo que no pase en Jaén…
La actualidad nos lleva a noticias que siembran pesimismo. Está en la calle que el centro de la ciudad sigue perdiendo establecimientos, y cuando además se trata de negocios del comercio tradicional de toda la vida, nos llena de nostalgia y nos hace reflexionar en ese Jaén que se nos va. Otro hecho tiene que ver con el tren, hemos visto que Granada y Sevilla van a estar conectadas este mismo mes por cuatro trenes de alta velocidad. Jaén ni está ni se le espera en la agenda del señor Ábalos. Hace unas semanas hubo un calentón político, pero volvemos a la peor de las situaciones, la del abandono. Y si nos faltaba algún elemento para devolvernos a la realidad, los datos del paro registrado en el mes de enero son elocuentes, 5.602 desempleados más, un balance de los más nefastos de los últimos años. Volvemos de nuevo al discurso de la discriminación positiva, como ha pedido la Confederación de Empresarios y los sindicatos. Es triste que llevemos lustros recurriendo a la misma idea, porque no abandonamos las viejas rémoras y vemos que el progreso cada vez se aleja más de nosotros, mientras los políticos, como siempre, se cruzan estériles acusaciones. Nosotros les seguimos soportando con una impotencia que ya es crónica.
Pero quiero terminar con algunos apuntes para el optimismo. Nuestra Universidad de Jaén ha sido situada por los propios alumnos en el 25% de las mejores instituciones europeas en enseñanza y aprendizaje. En tanto que sus investigaciones, algunas punteras, no dejan de aflorar y esta semana se han conocido tres, sobre el papel de los humedales de la cuenca mediterránea como eje vertebral del territorio desde la Antigüedad, otra investigación demostrando los beneficios del consumo de café frente al cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas, y también la UJA lidera el proyecto Custodes. Sistemas inteligentes para el procesamiento de imágenes y detección de amenazas en escenarios de conflictos, sistema desarrollado para el Ministerio de Defensa. Siempre nos quedará la UJA. Otra buena noticia es que de nuevo, remozado, en unos días abrirá sus puertas nuestro incomparable Parador de Santa Catalina, que ya le echábamos de menos. También nos queda la agradable sensación tras haber visualizado en la 2 de TVE el domingo pasado el capítulo dedicado a la capital del Santo Reino dentro de la serie “Un País Mágico”. Nos reconcilia con nuestra ciudad, con tantos tesoros como hemos acumulado a lo largo del tiempo, nos alegra proyectar una imagen de marca tan excepcional, sin complejos y con muchos méritos. En el conocido dicho de “A Jaén se entra llorando y se sale llorando” con el que despedía el programa Miguel de Lucas, está recogido, al tiempo, el irritante desconocimiento y el sugestivo encanto que ejerce esta tierra. Disfrutemos de él.
Foto: Pedro Sánchez y Francisco Reyes, hace unos días en Fitur.
(Un resumen de este comentario ha sido emitido al mediodía en Onda Cero Jaén)