24/09/2016
Cada día es más evidente que la ciudad de Jaén perdió el rumbo hace ya años. Lamentablemente vemos cómo nuestro patrimonio se deteriora o es destruido, como nuestras empresas cierran, como nuestra población emigra, en definitiva dejando un panorama desolador.
Todo esto no es de extrañar, ya que la fotografía política de la ciudad no es más que un borrón de buenas intenciones, basadas en su mayoría en una simple voluntad electoral. Lo ejemplos de esto se pueden contar por cientos.
Por millones de euros se puede contar el mal resultado de las gestiones de los gobiernos anteriores. Últimamente se habla de que si un préstamo para pagar sentencias judiciales de aquí, otro para sentencias judiciales de allá… pero nadie pregunta cómo es posible que un Ayuntamiento repleto de personal cualificado haya incumplido tal cantidad de leyes. A lo mejor es que fueron decisiones políticas, pero no pasa nada, terminado el mandato se van a su casa y el que venga detrás que se las apañe. Eso es Jaén hoy día, un cúmulo de caprichos, contrataciones, y nefastas gestiones con tintes electoralistas que pagamos los vecinos.
Pero creo que hasta aquí no he dicho nada nuevo, o que sea desconocido. ¿Es viable mantener un Ayuntamiento que solo actúa para subsistir? ¿Se puede seguir con esta dinámica de pedir préstamos para pagar préstamos? ¿Hasta cuándo? ¿Qué actuación de calado ha realizado este Ayuntamiento para atajar la situación?
La capital de la provincia está totalmente carente de liderazgo, más atenazada por el miedo que paralizada por la falta de fondos. Es más que evidente que ha llegado la hora de tomar decisiones valientes que pongan freno a la espiral que consume esta ciudad continuamente. Día tras día repetimos los mismos problemas, cada vez más acentuados por que se van agravando y no se les pone solución. La previsión y planificación hace tiempo que abandonaron nuestro consistorio.
Jaén es una ciudad con potencial para crecer y crear riqueza, pero para ello debe sufrir una serie de transformaciones, políticas y sociales. Avanzar en el camino que asociaciones como Iuventa marcan cada día, retomar la Agenda XXI, un documento realizado por la gente de Jaén de una manera apolítica y participativa. Resucitar nuestra autoestima local y nuestro casco histórico. Y cómo no, poner un objetivo común para todos los que habitamos estas calles. Esta ciudad no podrá hacer nada mientras no pongamos un rumbo y nos sentemos a llegar a acuerdos unos con otros, alejándonos del enfrentamiento partidista y de las acciones electoralistas que ensombrecen nuestro futuro.
