Hace muy poco tiempo, exactamente un mes, se cumplían dos años de la primera manifestación de “Jaén Merece Más”, que había nacido tres meses antes, y que está siendo considerada con el tiempo una iniciativa histórica en Jaén, una plataforma ciudadana en la que están representados decenas de colectivos de todo tipo, en cuya idea se ha pensado en todo lo que une en lugar de cuanto pueda separar. Es complicado organizar un gran lugar de encuentro de la sociedad civil y de la militancia ciudadana, todos unidos, por un mismo fin, con la obsesión de que esta ciudad despegue de una manera definitiva y no dejar que el futuro, nuestro futuro, pase en exclusiva por la responsabilidad de las administraciones y de sus políticos, que a día de hoy, con todas las excepciones que se quieran, nos ofrecen un balance claramente insatisfactorio, una ciudad perdida y esquilmada, sin ilusión, sin recursos para invertir, sin expectativas…en fin, un rumbo que hay que corregir y que está en las manos del nuevo gobierno municipal encauzar y liderar.
Al hilo de la presencia en el paisaje local de la Plataforma Ciudadana “Jaén Merece Más” creo que es de justicia dedicar unas líneas a quien considero el “alma mater” de este colectivo, Juan Manuel Camacho Bueno. Es verdad que en este grupo se ha procurado evitar personalismos y protagonismos, pero el portavoz más autorizado es Juanma Camacho. Lo conocí hace ya bastantes años, aunque él es mucho más joven, los primeros contactos los mantuvimos siendo yo responsable del periódico Ideal en Jaén, y ya me sorprendió que un muchacho tan joven, al que le interesaba por aquel momento el periodismo, mostrara un interés desbordante por las cosas de su ciudad, incluso creo que le llegué a publicar alguna colaboración en aquel tiempo. También se enroló en el ámbito de la solidaridad con varias iniciativas que fueron memorables en el Jaén de principios de los noventa. De vez en cuando charlaba con él y confirmaba la impresión de que era un “rara avis” porque reclamaba atención sobre aspectos que pasaban desapercibidos por el común de la gente. Después volvimos a encontrarnos cuando yo dirigía “Viva Jaén” y él ya era un profesional maduro, aunque manteniendo firmes sus convicciones y su jaenerismo. Desde muy joven fue un militante ciudadano, además muy comprometido. Ya en su labor profesional, al frente del hotel Xauen, puso siempre especial énfasis en aportar ideas para mejorar las expectativas turísticas de Jaén, y entre cientos de propuestas planteó la del funicular al castillo a la que nadie le echó cuentas, pero que era llamativa, posible y un recurso más para la imagen de la ciudad.
Ha dignificado su negocio, forma parte de la Asociación de Empresas de Alojamiento de la Provincia, está presente en numerosos foros y como por sus obras lo conoceréis, hoy ejerce un liderazgo social que nadie discute, aunque no presume de ello, todo lo contrario, ejerce la actitud de la humildad. Juanma conoce su ciudad como la palma de la mano y cada vez que se pronuncia sobre ella lo hace con la pasión que le caracteriza y con su compromiso de no rendirse ante las dificultades. Es consciente de que “Jaén Merece Más” ha venido para quedarse y trata de no desaprovechar ni un solo minuto, por lo que tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, nos tiene informados casi al minuto de cualquier novedad que se refiera a Jaén y alza su voz cada vez que cualquier decisión trata de menospreciar a la ciudad. Visto ahora con la distancia del tiempo transcurrido, está claro que valió la pena crear la plataforma ciudadana y conseguir la suma de unas personas que coincidían en lo elemental. Algunas de ellas han tenido que abandonar el barco porque iban a tomar otros derroteros, pero, a pesar de las dificultades que entraña movilizar a un grupo humano, el balance sigue siendo satisfactorio.
Juanma Camacho se ha multiplicado para asistir a encuentros, debates, medios de comunicación, televisiones que han requerido su presencia, me sigue sorprendiendo su capacidad, su entusiasmo y su altruismo. Es muy querido y reconocido por la gente que sabe valorar un trabajo dedicado a una causa noble, que no es otra que el mejor futuro para la ciudad. También tiene sus detractores, con esto siempre hay que contar, que normalmente suelen ser meros reflejos del perro del hortelano, ni comen ni dejan. O los poderes y sus aledaños, que siempre han tenido a su servicio la complacencia, y hoy por fortuna para Jaén, se ha cambiado por la exigencia. Los recelos son parte de la normalidad, porque la sociedad civil con su rebeldía cívica venía a incomodar y a abrir los ojos a este Jaén que o espabila o lastra por completo su futuro para siempre. Y es que todavía nos queda algo del lastre del pasado, en el que la sociedad jienense tenía que doblar la rodilla y someterse al caciquismo de cualquier naturaleza. Y eso que lo que pide “Jaén Merece Más”, no son otra cosa que inversiones de futuro, infraestructuras, servicios, vida en definitiva, para que nuestros pueblos y ciudades no sigan con la preocupante pérdida de población y especialmente nuestros jóvenes no se vean obligados a salir porque en su tierra se les ha negado el futuro y la esperanza. El caso es que los efectos de la política ciudadana están calando, unas veces en expresiones de apoyo y otras, claro está, en críticas interesadas. La clave está en no pararse, no desfallecer, esta batalla la tiene que ganar la ciudad de Jaén y en lo que pueda trascender de ella, la provincia. Los ciudadanos no podemos ser objetos pasivos, sí, ya sé que lo hemos sido tradicionalmente, pero tenemos hoy una responsabilidad, la de conseguir una ciudad mejor para nosotros y para nuestros hijos, y hemos visto y padecido que el futuro no lo podemos fiar a las decisiones de los demás, que hemos de implicarnos hasta los huesos y arrimar el hombro
Y Juanma Camacho no ha dejado de estar ni un solo minuto al pie del cañón. Él que podría estar dedicado en exclusiva a su negocio hotelero, con los problemas lógicos de cualquier empresa, a su bonita familia, pero sin tanta carga de responsabilidad, ha escogido libremente el camino del compromiso y a mi juicio lo está haciendo admirablemente, ojala que junto a sus compañer@s de fatigas en la plataforma hubiera también en la sociedad jienense más personas tan implicadas, porque gente así es lo que necesitamos para que Jaén vuele alto. El periodista Javier López, siempre tan ocurrente, ha establecido en ABC un paralelismo entre el conocido personaje de Spiriman (Jesús Candel) y Juanma Camacho, en el ámbito reivindicativo, aunque son evidentes las diferencias en la actitud. Juanma es una persona de un trato agradable, exquisito, pero le duele Jaén y si hay algo que no soporta es cualquier afrenta a su ciudad.
Evito recordar las actuaciones que han tenido en la plataforma ciudadana, primero porque son muy numerosas, y segundo, porque me podría dejar alguna, pero basta decir que desde el principio formularon 52 propuestas para entregarlas a los grupos políticos y que se han pronunciado por todos los temas, grandes y pequeños, que guardan relación con la capital y también en algunos casos con la provincia. Su voz se ha oído desde la Revuelta de la España Vaciada hasta la polémica ITI de la que nadie sabe nada, pasando por la singular batalla con el tren junto a otros colectivos, la demanda de la Ciudad Sanitaria y la Facultad de Medicina, el posicionamiento sobre la estación intermodal en el centro, la exigencia de actuación en el casco histórico…Creo, mejor dicho afirmo, que no hay ningún otro grupo organizado en Jaén que haya sido tan activo en la reivindicación permanente a todo y a todos.
La plataforma ha logrado, con la dificultad que esto entraña, reunir a muchísimos ámbitos y muy diversos de la ciudad. Es lógico que así sea, ha llegado la hora de pasar a la acción porque como Kennedy seguramente los jienenses tenemos que hacernos la pregunta de qué podemos hacer nosotros por la ciudad, en vez de qué puede hacer Jaén por nosotros. Me alegro de que al fin la responsabilidad colectiva sume fuerzas y de que en esta plataforma ciudadana haya habido entusiasmo, independencia, pasión ciudadana y sobre todo ganas de restituir la dignidad que Jaén merece. También ha recibido desplantes, críticas interesadas, pero con esto había que contar, porque en una ciudad acostumbrada al “aquí no pasa nada” a algunos les incomoda que nazca un “vigilante” activo, comprometido e implicado. Por supuesto estoy de acuerdo en que en esta iniciativa sobran los partidos políticos, los sindicatos, etc., es decir, los que tienen cauces establecidos para perseguir sus objetivos por otras vías ya establecidas.
Tampoco creo que los integrantes del colectivo deban ser personas neutras, lo que quiero decir es que sean antes que nada pro Jaén y que cuando defiendan intereses particulares o sectarios sean llamados a salir por la puerta de la calle. Aquí no debe haber otra prioridad que no sea Jaén, en segundo lugar Jaén y si queda algo, también Jaén. Estoy convencido, transcurrida una etapa de incesante actividad, sin tomarse un mínimo descanso, de la bondad y de la valentía de este proyecto y espero y deseo que no falle como ha ocurrido con otras ilusionantes propuestas.
El balance es satisfactorio, se ha salido dos veces a la calle para reivindicar dignidad, protagonismo y sobre todo inversiones para Jaén, y la plataforma ha estado muy presente en el día a día de la ciudad, muy cerca de los temas de debate y en todo momento ofreciendo sus alternativas y dialogando con los responsables de las administraciones y con otras instancias, por ejemplo los encuentros con los portavoces parlamentarios andaluces, dando a conocer el panorama jienense y buscando aliados para salir de la situación actual.
Por otro lado, el nacimiento de asociaciones de diferente naturaleza que han surgido para preservar la riqueza patrimonial, paisajística y de otros ámbitos, y que vienen trabajando con seriedad y rigor, está siendo una experiencia que arrastra hacia nuevos derroteros, baste señalar el éxito de la presión popular que se produjo en relación con la suspensión de la actividad en la cantera de la Fuente de la Peña, y no es el único ejemplo al que se puede acudir, por fortuna, en esta nueva hora de Jaén.
La plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” ha marcado su hoja de ruta desde el principio. Desde mi punto de vista al menos ha actuado con contundencia pero con responsabilidad y prudencia, dialogando mucho, respetuosa en las formas, con planteamientos serios y razonados, en la defensa de los legítimos intereses de Jaén, en cualquiera de sus aspectos, desde la demanda de inversiones, que es su prioridad, hasta manifestar su posición con respecto a los asuntos de la actualidad de nuestro Jaén. Tiene mucha tarea por delante. Ha de meterse a fondo en analizar la dinámica municipal, tiene que saber cantarle, como ha hecho hasta ahora, las cuarenta a la Junta de Andalucía y al Gobierno de Madrid, lo hizo al de antes y ha de mantenerlo con el nuevo Ejecutivo, tiene que decirle todas las verdades hasta el lucero del alba, y para todo eso tiene que mantener su actual nivel de interlocución, con portavoces autorizados que no solo no le quiten sino que le den autoridad y respeto, base de su credibilidad como colectivo.
Puede parecer un tanto complicado pero no lo es. En mi caso, porque llevo décadas predicando en desierto y haciendo una llamada continua a que se levante la masa social de la ciudad, me parece un hecho muy destacado esta movilización sin precedentes de la sociedad civil de Jaén, que nació con la pretensión, inexcusable, de ser tenida en cuenta. Jaén ha sido siempre la provincia de la llamada Andalucía Oriental que se mostraba más resignada. Málaga va por su cuenta y tiene metida la directa, la ciudad ha crecido y se ha modernizado de manera considerable, con una política reivindicativa seria, la cuestión es que se ha hecho respetar y lo demás ha venido por añadidura. En el caso de Granada y Almería van muy paralelas, no se callan, otra cosa es que consigan todo lo que se proponen, pero salen a la calle a las primeras de cambio y hace poco se unieron en torno a los deficientes servicios ferroviarios y no digamos la sanidad.
Siempre he pensado que las conquistas hay que ganarlas, no debemos ni podemos tener la sensación de que se nos regalan. Por esta razón no tenemos Ciudad Sanitaria, ni de la Justicia, ni toda una relación de proyectos pendientes que, dijeron haberse frenado por la situación económica, a pesar de que al mismo tiempo se detectan avances en otros territorios de nuestra propia comunidad, y alardean de unas mejores expectativas, que sospecho tardarán en llegar en el mejor de los casos. En la ciudad de Jaén pocas veces se ha hecho uso del derecho a reivindicar lo que se considera justo, que yo recuerde una vez con la OCM, otra vez cuando surgió el impulso de una Mesa por Jaén que resultó tan efímera porque no logró concitar consenso…ni siquiera hemos sido capaces de salir a mostrar el rechazo al tranvía si en realidad tanto nos indignaba, y no digamos al ferrocarril que es lo que mejor define el abandono de Jaén. Ahora se ha producido la marcha y está por ver si le siguen resultados.
Desde siempre, antes con Franco y después con la democracia y la autonomía, ha sido fácil jugar con nosotros porque somos tan predecibles que compramos todo lo que nos quieran vender. Por eso no hemos estado en el mapa de la conflictividad, por eso Jaén es un paraíso, porque es zona libre de protestas y de respuestas. Nos hemos acostumbrado a decir a todo amén y este sino nos va a acompañar, si no hay quien lo remedie, por los siglos de los siglos. Es más, repasando esta mañana la hemeroteca me he encontrado con continuadas declaraciones recurrentes de políticos en los gobiernos de todas las épocas jactándose de que había llegado “la hora de Jaén”. ¿Alguien la ha advertido por algún sitio? Cada día parece que es la hora de Jaén, pero la verdad es que no es así. Por esto me alegro de que esta ciudad se ponga las pilas. Nos alegra conocer la amplia relación de colectivos que se sienten concernidos con el proyecto pro Jaén, este mismo dato ya es estimulante. Porque ya es hora de espabilar, el sueño nos ha durado demasiado tiempo, y ahora, como bien sabe “Jaén Merece Más”, no hay minuto que perder. Gracias a personas como Juanma Camacho y todos los que conforman el grupo dirigente por tenerlo tan claro y dar la cara por Jaén.