Estamos en el animadísimo mes de mayo y no nos falta de nada, lo tenemos todo, incluidas primeras comuniones, mes de las flores y la alergia que afecta a miles de jienenses, sobre todo la del polen del olivo, que es el precio que nuestra salud paga por el benéfico bosque olivarero, cada vez mejor aceite pero más alérgicos. El mes promete, estamos a las puertas de la campaña de las elecciones municipales del 26 de mayo, nos encontramos a una semana del inicio de la joya de la corona para Jaén, la Expoliva, Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, que hoy se ha presentado en Madrid por parte del ministro de Agricultura, Luis Planas; la consejera andaluza, Carmen Crespo, y el presidente de la Diputación y de Ferias Jaén, Francisco Reyes. Esta Feria que abrirá sus puertas el próximo día 15, va a ser la más importante de todas las celebradas hasta el momento, ya que según se ha anunciado, se proyecta como la más internacional y la que contará con un mayor número de expositores. Algo muy bueno de Jaén para celebrar. Por cierto la concejal de Turismo y Promoción Económica del Ayuntamiento, Charo Morales de Coca, se despide a lo grande, parece todo un desafío y responde contundente a su ausencia de la lista de Javier Márquez con casi setenta actividades para promocionar la ciudad, con el apoyo de colectivos sociales y empresariales, para que los visitantes descubran Jaén y Jaén descubra su Expoliva. Broche de oro a una buena gestión promocional de Jaén como oferta para el turismo.
Y todavía nos quedará otro acontecimiento, esta vez deportivo, la World Pádel Tour con el protagonismo de la Plaza de Santa María, ante la Catedral. A todo esto se está celebrando esta semana la Feria del Libro, no lo olvidamos, en especial por la curiosa convocatoria que por segundo año se ha fijado para el viernes, a las ocho y media de la tarde, en La Carrera, concentración de lectores en la calle para promover la lectura y por amor a los libros. Hermosa iniciativa en torno a la cultura.
Por lo demás supongo que sean de Jaén o de cualquier municipio de la provincia, habrán observado algunos detalles alusivos, sobre todo obras de última hora por doquier, a que nos encontramos en la cuenta atrás para las muy importantes elecciones locales. En el caso de la capital jienense son trece las formaciones que participan de la batalla que se libra en este escenario, principalmente entre las grandes fuerzas políticas, PSOE, PP, Ciudadanos y Vox. Sin olvidarnos de la izquierda dividida en torno a Adelante, bendecida por líderes regionales, y Jaén, Sentido y Común, que estrena experiencia en solitario. Esta dispersión del voto se presenta como un obstáculo para el gobierno de la izquierda, pero el panorama está abierto, los jienenses tienen la decisión en sus manos. En las recientes elecciones generales el PSOE ha sido la lista más votada en Jaén con unos miles de sufragios de diferencia sobre el PP. ¿Será alcalde Javier Márquez con el apoyo de los demás grupos del centro derecha?, ¿lo será Julio Millán con la suma de los concejales que la izquierda dividida logre arrancar?, ¿podrá volver a tener Jaén nueva alcaldesa, María Cantos, si la opción no es A ni B y las urnas deparan una sorpresa?, ¿sería posible en el escenario local un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos? En este sentido cabe añadir que la candidata de Ciudadanos no tiene en este momento química ni con Márquez ni con Millán, por tanto no es posible hacer conjeturas, lo que tenga que ser será a partir del día 26. Pero es la pregunta que se hace todo Jaén. Mientras tanto pueden hacer sus quinielas.
Con un dato ya se cuenta, Javier Márquez tiene su acta de senador y podrá acogerse a ella tanto si gana como si pierde la Alcaldía. Y otra vez la pregunta, ¿puede un alcalde de una capital de provincia hacer compatible este cargo con el de senador? Pues depende de lo que haga y cómo lo haga. Si nos atenemos a lo que hemos visto hasta ahora, es un cargo relevante pero una pérdida de tiempo y atención a la ciudad, porque Jaén merece dedicación plena. Ahora bien, podía darse el caso, aún inédito, de que un alcalde vaya a Madrid a exigir, a reivindicar, a pelear por su ciudad, y si así fuera tal vez podría ser bueno y hasta rentable.
Por lo pronto estamos asistiendo a las presentaciones de las candidaturas en las que los cabezas de lista lo dan todo. Márquez presentando, con la significativa ausencia de nadie de la dirección provincial, y con eso está todo dicho, el que considera un programa realista porque, afirma, los ciudadanos están hartos de promesas vanas. Insiste en su campaña para fortalecer la capitalidad, pero le ha salido un competidor, el candidato socialista de Linares, Daniel Campos, que reivindica, no sé bien sus pretensiones, el concepto de capitalidad para la ciudad de las minas. Millán, que en términos generales está haciendo una buena campaña, muy sistemática, bastante currada, ha señalado al PSOE como el que tiene las mejores recetas para la gobernabilidad y el cambio, y María Cantos, que en la noche del martes hacía una exhibición de poderío y los suyos la aclamaban con entusiasmo al grito de “María a la Alcaldía”, porque María es mucho María, ahora va a tener la oportunidad de medir el apoyo de este Jaén que puede ser muy generoso pero también algo cainita. Por primera vez hemos escuchado a una candidata haciendo una propuesta de política útil, la de establecer en el inminente nuevo mandato un pacto de mínimos para “salvar la ciudad”, un escenario que no ha sido posible en el periodo que se acaba, pese a los buenos propósitos que todos pusieron sobre la mesa al llegar. Y están, por supuesto, todos los demás, desde el Vox, de Salud Anguita, que nadie sabe si se planta en votos o también se dispara en la capital, y de ahí a proyectos como los que encabezan el abogado Ramón Quesada, su Proyecto Liberal Español, o el Libres, con el actual concejal no adscrito Víctor Santiago, o Respeto, que se hace muy visible en las redes sociales.
El alcalde, Javier Márquez, que ha comparecido públicamente para criticar la anunciada huelga de basura, que a su juicio es política, y para defenderse ante los ataques a la situación económica del Consistorio, en torno a la que saca pecho porque entiende que los resultados cantan y que el Ayuntamiento funciona, que tal y como se pronosticaba con la monumental ruina, parece milagroso. También Márquez ha querido justificar la suspensión definitiva del Plan General de Ordenación Urbana informando de que había alternativas para que no se produzca parálisis. Se le ve cegado por su optimismo, pero el ejemplo más palmario lo tenemos en su propia “criatura”, el centro comercial Jaén Plaza, cuyo retraso es una evidencia. La anulación de las normas urbanísticas, da igual quien tenga la culpa, porque la anterior Junta estaba fuera de la legislación europea, ha sido un revés considerable y no se le pueden poner paños calientes, y como suele ocurrir en la vida ordinaria, las desgracias nunca vienen solas, por eso el alcalde ha salido a defenderse, incluyendo el caso Matinsreg, que es asunto serio y que puede tener repercusiones, por mucho que Márquez lo haya tratado de evitar sacando de su lista a cualquier nombre que pudiera vincularse con Fernández de Moya, a excepción de él mismo. Fueron colegas, compañeros y ahora íntimos enemigos, todo ello por mor de la política, el sucesor no aceptó las injerencias y embestidas del otrora poderoso líder popular.
El PSOE, es decir, Julio Millán, ha pedido a la ciudadanía que “haga pagar” al PP su responsabilidad política en el escabroso affaire de las fuentes y el cloro a precio de oro, y Márquez por su parte solicita que se respete la presunción de inocencia, incluso para el principal encausado. Pero el PSOE ha pedido para Fernández de Moya once años de prisión por este caso y el Ayuntamiento, que es acusación, seis años. Tiene sentido que el alcalde en lo personal sea prudente, pero como cargo público está obligado a defender los intereses de la institución, eso cualquiera puede entenderlo. Por su parte, Fernández de Moya ha anunciado hoy recurso al auto de procesamiento y lamenta la “pena de banquillo” a la que a su juicio está siendo sometido, al dar como hemos probados lo que él dice que son “meras conjeturas”. Eso sí, el día que haya una sentencia, que está cada vez más próximo, esta ciudad va a temblar y a partir de ahora es de suponer que los políticos medirán sus acciones con lupa. Digo que se critican unos a otros sin pudor, pero el PSOE, que dispara siempre al contrario, olvida la responsabilidad en su cuota parte, no pequeña por cierto, en la situación económica tan nefasta, bien es cierto que los demás la han continuado a placer. Ya puestos, parece que lo mismo da ocho que ochenta. No me parece lícito que estas actitudes irresponsables de los gobernantes pase desapercibida, sin asumir ninguna carga legal y, en definitiva, dicho vulgarmente, yéndose de rositas.
En fin, aquí todos van a vendernos su moto, para eso sirve en realidad una campaña electoral, y somos los ciudadanos los que tenemos que estar alerta y hacer una criba de tantos mensajes como nos llegarán en estos días. Hay algo de lo que ha dicho Javier Márquez con lo que estoy de acuerdo y es en su llamamiento al respeto y a la mesura en esta campaña. Creo que es la hora de líderes serios y sensatos que no tengan que acudir al insulto y a la descalificación para mendigar confianza.
En fin, lo que nos interesa a los ciudadanos es que los políticos se dejen de historias y resuelvan los problemas. Ayer leía en el Diario Jaén que estamos entre las provincias andaluzas con una mayor tasa de riesgo de pobreza infantil, casi 5 de cada 10 se encuentran en tal situación y estas son las realidades que indignan y de las que normalmente no hablan los líderes, estos dramas no venden, se escabullen con facilidad, tratan de lo que les interesa, pero casi nunca de los asuntos que importan a los ciudadanos. Como la noticia de esta semana de que tenemos 932 parados menos, pero no es para lanzar cohetes, porque muchos, muchísimos contratos en Jaén son precarios a más no poder y mes a mes nos lamentamos pero no salimos de la espiral, mejor dicho, nadie nos ha sacado de ella.
Foto: Javier Márquez, durante el acto de la presentación de su candidatura.