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Estamos en la cuenta atrás de la Expoliva que abrirá sus puertas en solo nueve días, del 15 al 18 de mayo. Todo está preparado para la XIX edición de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, que en un acontecimiento ya plenamente consolidado, sigue reivindicando un objetivo que parece estar cada día más cercano, el reconocimiento al olivo, a su paisaje y a todo lo que supone para la economía y la cultura de muchos territorios, especialmente para Jaén, de cuya Diputación ha partido la iniciativa, con todo acierto, porque por algo somos la provincia con mayor extensión, con nuestro bosque olivarero, y la mayor productora de aceite de oliva del mundo, gracias a nuestros 66 millones de olivos, que lo dicen todo.

La Expoliva, que inició su andadura en el año 1983 y que tuvo en sus inicios ubicaciones provisionales, cumple ahora 22 años en la Institución Ferial, y este magnífico recinto, que es uno de los símbolos más expresivos de la voluntad de Jaén por alcanzar la modernidad y el progreso, acoge la importante cita. Desde su inicio, en los buenos y en los malos momentos, la Feria se ha ido afianzando, cada edición ha supuesto un nuevo reto, y en las condiciones actuales, con el nivel de solvencia que ha adquirido la organización y el prestigio alcanzado internacionalmente, todo hace indicar que esta edición va a volver a ser histórica, y que a pesar de la crisis por los precios del aceite, la buena cosecha recogida en Jaén va a animar la Feria y deben superarse los datos de hace dos años, en que se registraron más de 52.000 visitantes, nada menos que 340 expositores, 923 empresas representadas y un total de 62 países productores con plena participación. Este año es posible que mejoren los registros, y se vuelva a producir otro récord, en una Expoliva que es mucho más que una Feria comercial, es el gran acontecimiento que posiciona a la provincia de Jaén y la convierte en un centro neurálgico estratégico con repercusión a escala mundial, y, sobre todo, a los países productores de los cinco continentes que se hacen presentes de nuevo en esta cita tan singular.

A veces creo que no somos conscientes los jienenses de la importancia real de este evento que tenemos en puertas. Nuestra provincia ha sido capaz de organizar esta Feria y demostrar, desde hace años, su capacidad e iniciativa. Expoliva es una de las manifestaciones que demuestran bien a las claras que cuando Jaén se pone hace las cosas muy bien, y esta experiencia debería servir de impulso y ejemplo para otros proyectos en los que Jaén quiere posicionarse con el mismo prestigio. En lo que respecta a Expoliva la Feria está más que consolidada por la experiencia y trayectoria, sin olvidar que no es casual que Jaén produzca entre el 15 y el 20% del aceite de oliva mundial, con un producto que cada día está experimentando mayor nivel de calidad, como lo indican los premios nacionales e internacionales, y en casa las distinciones de Jaén Selección que promueve la Corporación Provincial en su firme y decidida apuesta por la promoción del aceite en España y en el mundo, a través de distintas iniciativas.

Hay muchos aspectos que mejorar en el olivar jienense, tantos pasos como se han dado en los últimos años que vistos con la suficiente perspectiva nos parecen avances espectaculares en un cultivo que siempre tuvo un horizonte conservador. Por ejemplo en la comercialización nada se parece Jaén a lo que ocurría no hace mucho, 20 años atrás. Es un hecho cada vez más palmario la vinculación de nuestro oro líquido con la salud a través de las investigaciones que se han venido realizando, empezando por nuestra Universidad de Jaén. La propia Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines tampoco tiene nada que ver con la que yo conocí en sus orígenes, se ha profesionalizado al cien por cien y hoy Expoliva es el principal escaparate de Jaén, en el que durante unos días podemos abrirnos al mundo con orgullo y ambición.

Si mantenemos esta hoja de ruta y seguimos afianzando como hasta ahora esta joya de la corona, no tiene que preocuparnos que otros países de cualquier continente nos estén copiando el que para nosotros es un cultivo milenario que forma parte de nuestra economía y nuestra cultura, por tanto la ventaja que llevamos es una enorme fortaleza. El objetivo desde aquí por la amplísima familia que mueve el sector es seguir haciéndolo bien, unirse para que tome carta de naturaleza la marca Jaén, y en definitiva para que Expoliva sea un referente para demostrar que somos y seremos los primeros y además, los mejores.

Frente a otras imágenes que proyecta Jaén que nos ponen a los pies de los caballos, Expoliva, aunque sea cada dos años, y en esta ocasión vuelve a coincidir en campaña electoral con lo que si algo hay que temer es el overbooking de los políticos locales en este caso, pero lo importante, lo decisivo, es que se trata de la gran ventana del oro líquido al mundo. Vamos a aprovecharla y a pegarle a Jaén un chute de autoestima, y si más pronto que tarde el paisaje del olivar consigue la declaración de Patrimonio de la Humanidad, tendremos que celebrarlo a lo grande. Hoy vamos a vender optimismo, vamos a creernos lo que somos y lo que tenemos. Una vez cada dos años no hace daño.

 

Foto: Un año más a las puertas de Expoliva, que se celebrará del 15 al 18 de mayo.

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