El Rey Felipe nunca defrauda. Llegó esta mañana y ha cumplido perfectamente el programa de su visita, un gesto hacia la ciudad con motivo del II Congreso Nacional de Asaja (Jóvenes Agricultores) y para recibir en audiencia al equipo de gobierno de nuestra Universidad con motivo de haberse cumplido el XXV aniversario de la institución. El monarca ha tenido una calurosa acogida y ante varios cientos de agricultores y ganaderos, que han valorado su presencia y su discurso comprometido, ha hecho una encendida defensa de la España rural y ha lamentado los problemas de la despoblación, con lo que parecía adherirse expresamente como un ciudadano más al clamor del pasado domingo en Madrid en la llamada Revuelta de la España Vaciada, en la que estuvo muy bien representada la capital y la provincia de Jaén.
El Rey ha centrado su intervención en el mundo rural y en los jóvenes, que son los que tienen que darle vida y dinamizarlo, de modo que ha pedido que se garantice para las zonas rurales condiciones dignas de empleo, vivienda, salud e infraestructuras, en definitiva ha reclamado futuro y es obvio que debería estar dirigiéndose a las administraciones. Le acompañaban el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el ministro de Agricultura, Luis Planas; el alcalde de Jaén, Javier Márquez, y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes. Y, por supuesto, los protagonistas del congreso, con el presidente de Asaja, Pedro Barato, a la cabeza. Dijo más Felipe VI, que la despoblación es uno de los graves desafíos a los que se enfrenta España. Hizo alguna referencia concreta al sector, en especial sobre el olivar, “generador de riqueza y empleo, que ha sido capaz de mantener un medio rural vivo y dinámico”. Ha sido un discurso en el que se ha mojado en apoyo a lo que el campo representa para la nación española, ya que somos una potencia agroalimentaria de primer orden. En este sentido ha hablado también de las “indudables oportunidades” que ofrece el medio rural, ha reflexionado en torno a la importancia de que se produzca relevo generacional, para lo cual los jóvenes han de estar suficientemente motivados, y como ha señalado también el presidente andaluz, Moreno Bonilla, el sector agroalimentario andaluz, en el que pone tanto la provincia de Jaén, potencia la marca Andalucía.
Felipe VI visitó la ciudad de Jaén el 11 de diciembre de 2017, cuando inauguró el edificio del Museo Íbero. Entonces no pronunció ningún discurso, tal vez porque tampoco había mucho que decir, al menos en ese momento, ya que el Museo todavía no era tal, la misma situación que hoy se mantiene y sepa Dios hasta cuándo, de todos modos es verdad que hizo comentarios elogiosos sobre el valioso patrimonio arqueológico que se custodia en Jaén, especialmente en el caso del legado íbero que ha hecho posible la existencia del que pretende ser un Museo de referencia. En aquella oportunidad recordamos que el Jefe del Estado se llevó deberes, un dossier que le fue entregado por la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” con el diagnóstico crudo del panorama en el que se mueve Jaén. Hoy ha dado algunas claves, pero no se ha referido expresamente, al menos en público, a los retos socioeconómicos de esta tierra. Siempre es conveniente conocer de qué modo se ve desde su alta instancia la situación de esta capital y provincia. En distintas oportunidades, su padre, Juan Carlos I, se refirió con rotundidad a la deuda que la democracia tenía contraída con Jaén y que la provincia se expresaba a través de su principal riqueza, el olivar. Pues bien, bastantes años después, el actual monarca tiene que saber que esa deuda sigue sin saldarse por las diferentes administraciones. Ya sabemos que el Rey reina pero no gobierna, pero al menos debe estar informado para instar a los poderes públicos a que se enfrenten a una realidad que requiere comprometerse mucho con Jaén.
Y ahí es donde radica el problema. Por eso la deuda, que hace años ya era muy grande, cuando la reconoció expresamente el hoy Rey emérito, tiene hoy una magnitud considerable y con el tiempo se sigue elevando, que es lo mismo que reconocer que otras provincias y otras capitales avanzan al mismo ritmo que Jaén ni converge ni progresa. No descubrimos la pólvora, las mismas administraciones de Jaén, que a veces caen en excesos de triunfalismo, reconocen y exigen una discriminación positiva. Confiamos que el Rey sea más receptivo con Jaén que lo son las diferentes administraciones tan olvidadizas y tan insensibles.
Creo que como continuación a esta visita de hoy y al encuentro con el sector de la agricultura y la ganadería, Felipe VI debería hacerse presente en la inminente celebración de la Expoliva, para que conozca el evento más importante que es capaz de organizar la provincia de Jaén y en donde están representados docenas de países de todo el mundo. Es el acontecimiento ferial más importante de Andalucía, esto está escrito y constatado, y lo mismo que nos referimos a problemas, es bueno que en la más alta representación del Estado, como ya hizo Juan Carlos en su momento, se conozca el escaparate de la capitalidad mundial del aceite de oliva. El actual Rey aceptó la presidencia de honor de la Feria del Aceite y consideramos muy importante que la respalde y la apoye con su presencia.
Por último, y no por ello menos significativo, hay que alabar el gesto de don Felipe al reunirse en el propio teatro Infanta Leonor donde se han celebrado todos los actos, con el equipo directivo de la Universidad de Jaén, encabezado por su rector, Juan Gómez Ortega, con la asistencia de los anteriores rectores y las autoridades que le acompañaban. No es la primera vez que la Casa Real toma contacto con la institución universitaria jienense, pero lo mismo que hemos comentado la existencia de problemas, es bueno que Felipe VI, que ha presidido el comité de honor del XXV aniversario de la UJA, sepa de la importancia que para la provincia tiene esta institución, motor de desarrollo cultural, social y económico, por la que se ha interesado vivamente. Y es verdad, a pesar de tantos retos y dificultades, los jienenses podemos decir, orgullosos, recordando una conocida escena de la película ‘Casablanca”: siempre nos quedará la Universidad.
Foto: Felipe VI con el equipo directivo de la Universidad de Jaén y las autoridades que hoy le han acompañado en Jaén.