Resultó impresionante, por su interés y amenidad, la conferencia que en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, pronunció el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Jaén, Pedro Galera Andreu, ante un salón de actos repleto de socios y personas en general interesadas en la disertación del profesor Galera que desarrollaba el tema “La Catedral de Jaén: una Catedral singular del Renacimiento”. ·El acto fue presidido por el director de la institución cultural, Antonio Martín Mesa. Por lo que se refiere a la presentación del conferenciante, estuvo a cargo del vicedirector de La Económica, José Gárate Garrido, que hizo referencia a la nómina de grandes escritores que han elogiado al monumento jienense, al tiempo que destacó la personalidad de Galera Andreu, prestigioso investigador y al que se considera, con toda razón, uno de los grandes conocedores de la seo jienense.
La intervención de Pedro Galera se alargó durante una hora y media aproximadamente, pero en verdad supo a poco, por la amenidad de su conferencia y la importancia del tema que trataba, tan sensible para cualquier amante de Jaén. Empezó diciendo que la Catedral jienense por fortuna es cada vez más conocida, aunque a su juicio le sigue faltando promoción nacional e internacional, si bien lo que más se nota es que se proyecte en el plano nacional, ya que dijo con rotundidad que se trata de “la mejor Catedral de España y no solo del Renacimiento”. Valoró su importancia arquitectónica y, a título de ejemplo, puso de relieve que la sacristía “es la mejor sacristía de toda la arquitectura europea”.
A lo largo de su brillante y documentada conferencia, Galera abordó el concepto de Catedral (cátedra donde tiene su sede el obispo, siendo así la iglesia principal de cada diócesis), por lo que es lógica su categoría desde el punto de vista arquitectónico. También, de pasada, hizo referencia a la hermosa Catedral baezana. Acto seguido se preguntó por el costo que tuvo construir la Catedral, y aunque no especificó el dato, sí aseguró que en su mayor parte la obra fue asumida por la Iglesia, aunque la contribución social fue muy importante. Así, en el siglo XVI, señaló el profesor Galera, en todos los testamentos no faltaba un real de plata para las obras del templo catedralicio.
Señaló acto seguido que para la declaración como Patrimonio de la Humanidad, aparte de la excepcionalidad de la arquitectura, se tiene en cuenta la identificación de la comunidad con el monumento. Hizo referencia entonces a que en un 10 o 15 por 100 del coste, una cantidad significativa, se vio implicado el conjunto de la ciudad, gran parte del vecindario, por tanto se trata de una seo reconocida a través de la aportación del todo Jaén de su tiempo.
EL GRAN VANDELVIRA
El catedrático se apoyó en una serie de diapositivas de interés sobre las que fue explicando las características de la Catedral gótica, los documentos que se conservan sobre la planta, la relación de los arquitectos participantes, las diferentes fases constructivas…y explicó sobre imágenes del siglo XIX y actuales, cómo el primer templo jienense aparece siempre con su papel de empoderamiento sobre el espacio urbano, como el gran estandarte de la ciudad de Jaén, visible desde cualquier punto cardinal. También hizo alusión a que 250 años no fueron suficientes para cambiar la idea inicial, y colocó a Andrés de Vandelvira como el gran protagonista, a partir de sus intervenciones en Úbeda al servicio de don Francisco de los Cobos y el apoyo del deán Ortega. Fue desgranando datos y así indicó que en 1551 fue colocada la primera piedra de la Catedral renacentista y en 1575 concluye la primera fase constructiva. Al referirse a las características del primer templo jienense, explicó de qué manera se pudo seguir con la traza señalada por Vandelvira y la explicación fue la de que se manejaron las maquetas o modelos que el gran arquitecto había dejado. Incluso en su testamento, Vandelvira ya adjudicaba la continuación a la figura de Alonso de Barba, que tenía el modelo y pudo hacerse cargo de la obra. Asimismo comentó que el coro es la parte más disonante con respecto al proyecto de Vandelvira, en cambio elogió la obra del Sagrario, a cargo de Ventura Rodríguez, que consiguió un resultado excelente y muy a tono con la Catedral. Entre otros muchos detalles de interés hizo referencia al virtuosismo en el corte de la piedra, a la belleza de las bóvedas, para terminar con una espléndida cita del deán Martínez de Mazas volcando en ella su admiración por la soberbia Catedral de Jaén.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Ya en las intervenciones del público, el profesor Galera se refirió a la influencia de la Catedral de Jaén en otras andaluzas, y puso como ejemplo más cercano a la de Guadix, sin olvidarse de las catedrales americanas. Por lo que se refiere a la presencia del experto de la Unesco que vino a evaluar el monumento jienense para su declaración por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, en su opinión tal personaje se mostraba sorprendido porque no veía más que gótico cuando de gótico solamente hay reminiscencias, en cambio, en una actitud como mínimo extraña, pasó de puntillas por la obra de Vandelvira, que por otro lado entusiasma a todos los especialistas en arte, porque el gran arquitecto de la Catedral suscita entusiasmo y el evaluador de la Unesco puede decirse que lo obvió incomprensiblemente. Pedro Galera, defensor a ultranza de los méritos de la Catedral de Jaén para ser Patrimonio de la Humanidad, hizo referencia al libro con las aportaciones realizadas por expertos en los congresos promovidos por la Universidad de Jaén, a punto de salir, que espera contribuya a dar luz para vislumbrar el futuro y los pasos a seguir, aunque hizo una llamada a la implicación social y a que cualquier apuesta por darle proyección al monumento se acompañe de publicidad, porque, en su opinión “a veces golpe publicitarios oportunos tienen más eco que muchos trabajos científicos”. Fue aquí donde comentó el caso de la ciudad de Lugo, donde para la declaración de su muralla romana como Patrimonio Mundial, da la impresión de que fue decisiva la convivencia de miles de ciudadanos en torno a una paella junto al monumento, que tuvo una gran proyección pública. Claramente venía a decir que la sociedad civil tiene que hacerse visible y ser parte importante si se pretende volver a llamar a las puertas de la Unesco.