Un éxito sin paliativos esta noche la Carrera Internacional conocida como la Noche de San Antón, pero que por segunda vez en la historia se celebraba fuera de su fecha habitual en el calendario. Si el año pasado la respuesta fue extraordinaria, con una ciudad en la calle entregada por completo al acontecimiento deportivo, uno de los más reconocidos de España, esta cita de 2018 no le ha ido a la zaga. Ha sido verdaderamente impresionante, todo Jaén en la calle y en un ambiente propio de las grandes ocasiones. Hay pocas fechas en el año en que los jienenses se vuelcan y esta es sin lugar a dudas una de ellas.
Pero no olvidemos que siempre ha sido así, que este acontecimiento tradicional en todo momento ha contado con una acogida asombrosa, por única e indescriptible, miremos las hemerotecas, pero no cabe la menor duda de que al coincidir en sábado le da un valor añadido y fomenta la llegada de personas de otros lugares. De hecho, entre los participantes, se puede reconocer fácilmente que una buena parte no eran de la ciudad de Jaén. No me ha sorprendido nada la espectacularidad del evento, ni la imagen que Jaén ha dado hacia dentro y hacia el exterior y, como no puede ser de otra manera, me siento muy orgulloso de la ciudad, que no solo sabe organizar grandes eventos deportivos, como la Carrera Internacional Urbana, sino que demuestra fortaleza y el hecho evidente de que cuando se quiere, se puede. Por esta razón vaya en primer lugar mi enhorabuena a los organizadores, a Jaén por su respuesta, a tanta gente como ha venido de fuera motivada, por participar o por sumarse a la fiesta, y por los beneficios que se hayan derivado de la noche mágica, entre ellos en el sector de la hostelería, con hoteles al completo según se dio a conocer por los medios y las redes sociales.
Insisto y reitero que nada me ha sorprendido, y si lo ha hecho ha sido muy agradablemente, de ver el espectáculo de más de 10.000 personas haciendo historia para la ciudad. Se esperaba una respuesta de estas características, en primer lugar porque es una población que ronda los 117.000 habitantes, y teniendo en cuenta que vienen a participar atletas profesionales y aficionados de toda la provincia, del área metropolitana, jienenses que residen fuera, etc., etc. Se nota que hay una trayectoria de más de treinta años, la San Antón no se ha inventado este año, aunque a veces pudiera parecerlo.
En resumidas cuentas las circunstancias que se dan en Jaén, unido por descontado a la experiencia extraordinaria del pasado año, incluso la polémica desatada, que nunca viene mal, porque cualquier debate es sano, han sido el revulsivo, bien es verdad que también se cuenta con la moda del “runner” y que desde hace años, no solamente en la edición anterior de 2017, los jienenses le han tenido siempre mucha fe a esta popular carrera. Por lo demás he sentido verdadero orgullo al escuchar a los atletas mostrar dedicar encendidos elogios a la Carrera Internacional. Hasta el tiempo se ha aliado con la noche, se había anunciado temporal de lluvia, pero el cielo ha respetado las ansias de diversión de esta capital.
Enhorabuena a la ciudad que ha hecho historia, extensiva a los ganadores de la Carrera, Carles Castillejo y Nazha Macrch, y a todos los participantes que han conseguido hacer de esta una gran noche, complementada posteriormente con la celebración de una veintena de lumbres en las que por lo que se cuenta el ambiente es alegre, festivo y tradicional.
Todavía me queda felicitar efusivamente a Onda Jaén, la televisión local, que en esta tarde-noche, una vez más, ha hecho un trabajo extraordinario y muy profesional, durante varias horas, llevando a los hogares el ambiente de esta singularísima cita jaenera y que en ocasiones como la presente hace buena su existencia como servicio público. Enhorabuena a todo el equipo por el despliegue y por llevar a los hogares de la ciudad y a los jienenses repartidos por todo el mundo, las celebraciones que nos identifican como pueblo.
Fotos: Imágenes tomadas de la emisión de Onda Jaén.