Skip to main content

Se ha celebrado hoy la apertura solemne del curso académico en la Universidad de Jaén, y el rector ha aprovechado su intervención para ilusionar a la comunidad universitaria y de paso a toda la sociedad provincial, por este logro del que se van a conmemorar ya sus 25 años de existencia, las bodas de plata de una extraordinaria iniciativa política surgida del Parlamento andaluz, que le dio a varias provincias, entre ellas la nuestra, una institución universitaria propia, que ha sido providencial, sin duda lo mejor que le ha pasado a Jaén, pero no en estos 25 años, siempre suelo decir que es lo más destacado desde los Reyes Católicos. Y he defendido, y esa idea es inamovible, que la Universidad de Jaén es la única que puede propiciar el cambio mental y material que aún sigue pendiente en esta tierra.

Como siempre, ha habido una lección magistral inaugural, que este año ha estado a cargo del catedrático Miguel Delgado Rodríguez, y cada principio de curso resulta especialmente significativa, la investidura de los nuevos doctores, este año un total de 37, que vienen a enriquecer el capital docente, que es una de las grandes conquistas de nuestra Universidad.

Del solemne acto de hoy me quedo, sobre todo, con el discurso del rector, Juan Gómez Ortega, que ha estado reivindicativo, sobre todo ante la Junta, que es la que tiene posibilidades por medio de la transferencia de fondos, de apostar o no, por un sistema universitario andaluz de calidad. Y lo ha hecho en presencia del consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, éste sí, más optimista y prometiendo la luna, si posible fuera.  Creo que es un acierto que se digan las cosas con claridad.

El rector no tiene que defender a la Junta, no es su patrona, es el responsable de hacer que la UJA funcione y tiene que pedir, es más, exigir, en nombre de ella. Lo ha hecho con educación y con respeto, un poco en la línea de “suaviter in modo, fortiter in re”, es decir, suave en la forma y firme en el fondo, pero ha dibujado con claridad las principales preocupaciones de la institución universitaria jienense, en especial ha demandado “trabajar sin demora” por un adecuado modelo de financiación, señalando para mayor abundamiento en sus palabras, que el Gobierno andaluz debe ser consciente de la necesidad de incrementar la financiación, dando a entender que en algo tan esencial no se puede ni se debe estar improvisando. La UJA reivindica como el resto de las universidades, autonomía y suficiencia financiera, porque sin esas premisas cualquier nuevo modelo, como el que tantas veces ha anunciado la Junta, se puede estrellar. Los rectores andaluces, ha dicho el de Jaén, tienen la máxima disposición para hacer del sistema universitario andaluz una gran oportunidad y en un marco más competitivo, pero hay que hacer que las universidades avancen y con el actual escenario de los números no es muy fácil hacerlo.

Creo que la Junta se compromete mucho con las palabras, seguramente porque es bastante su voluntad, no lo pongo en duda, pero a la hora de la verdad los hechos no le acompañan, por esta razón su política crea escepticismo y desconfianza. No olvidamos que todavía hay pendiente, aunque se haya hablado poco de este tema en la jornada de hoy, una deuda con el conjunto de las universidades andaluzas, y un buen puñado de millones corresponden a nuestra institución académica, que podría estar afrontando algunas necesidades con ese dinero que no le acaba de llegar, aunque es cierto que se ha rebajado el importe total que estaba por encima de los 50 millones de euros no hace mucho tiempo.

En el acto ha estado presente el consejero de Economía y Hacienda, como antes se indica, pero como político que es ha optado por un discurso triunfalista, ha orillado los asuntos polémicos y lo que sí ha hecho bien, justo es reconocérselo, es subrayar al papel que le ha correspondido ocupar a la UJA como activo social imprescindible en la provincia, y desde una vertiente puramente económica, ha apuntado el dato de que el impacto de la aún joven Universidad de Jaén puede llegar hasta los 400 millones de euros de forma directa, convirtiéndose en un gran foco de atracción para inversiones, para retener el talento, que sigue siendo una de las prioridades, sobre todo en una provincia como la nuestra con tantos problemas económicos y sociales, y para dar respuesta cada vez mayor a la sociedad de Jaén a la que se debe. Por lo menos el consejero ha hecho que se nos suba a lo alto la autoestima, que por cierto a los jienenses no nos viene nada mal.

El rector ha estado sembrado sobre todo al hablar de futuro, porque se ve claramente que siente lo que hace y se cree lo que dice cuando dibuja para los próximos años tantas expectativas esperanzadoras. Es verdad que si bien 25 años no son nada, permiten un paréntesis para contemplar los grandes logros, valorar la oferta académica y tratar de seguir adecuándola a las demandas de la provincia, reconocer la tarea de los equipos de gobierno con sus rectores al frente y del personal de la institución, agradecer la confianza de los miles de alumnos que han escogido a la UJA para formarse, sin olvidar aspectos como la propia transformación del Campus. También es una oportunidad excepcional para analizar las fortalezas y trabajar sobre las debilidades. Juan Gómez ha anunciado un curso “especial” y sin duda nos parece adecuado que así sea, porque a Jaén le hace mucho bien mirarse en el orgullo que la UJA supone para la sociedad provincial. En fin, siempre es bueno certificar, como ha ocurrido hoy con la apertura del curso, que sigue habiendo la pasión y el entusiasmo del primer día y que la UJA es la gran punta de lanza que nos tiene que llevar irremediablemente a un futuro mejor para esta querida tierra nuestra.

 

Foto: El rector y el consejero en la tradicional foto de familia con los doctores de la Universidad de Jaén.

 

Dejar un comentario