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LA UJA EXHIBE MÚSCULO.-Es agradable comprobar que la Universidad de Jaén opta por el camino de tomar impulso. Hace pocas semanas nos preguntábamos si responde la UJA a la Universidad del siglo XXI que necesita la provincia, y apuntábamos, desde mi modesto punto de vista como observador que soy de la realidad, las que nos parecían fortalezas y debilidades de la institución académica. En ningún momento, como algunos quisieron ver, se trataba de una crítica despiadada ni destructiva, era simplemente una reflexión, incluso admito que una provocación sana, porque me cuento entre los que no hemos perdido la esperanza de que la Universidad sea en efecto, como tanto se ha dicho y escrito, en ocasiones como simple latiguillo para adormilar conciencias, el gran motor del cambio para Jaén. Yo lo pienso y lo creo de veras, y además lo he escrito decenas de veces, la Universidad es la única que puede propiciar el cambio mental y material que Jaén necesita, y aunque solamente fuera por esta razón de peso, si bien por supuesto hay otros muchos argumentos para valorar lo que supone para nuestra provincia, si hiciera falta los jienenses tendríamos que salir a defenderla con uñas y dientes si es que en algún momento corriera algún peligro. La Universidad es, insisto en esta idea, lo mejor que le ha pasado a Jaén en siglos.

Dicho esto me alegra que la UJA enseñe músculo y se ponga en el escaparate como la gran y definitiva apuesta que es para el futuro de la provincia. Celebro que el rector, Juan Gómez, con todo su equipo, haya querido poner fin al curso académico 2016-2017 haciendo un balance de lo que han representado estos dos últimos años del actual equipo de gobierno y las líneas de trabajo para el tiempo venidero. Me agrada el balance realizado, pero más, mucho más, que haya planteamientos de futuro, que la Universidad goce de tan excelente salud para plantear retos de distinta índole que se circunscriben a un doble horizonte, ser una institución útil y que responda a las necesidades y exigencias del territorio.

Es muy grato percibir que cuando estamos en el camino de cumplir los primeros 25 años de la existencia de la UJA el equipo de gobierno que lidera Juan Gómez, que en estos dos años ha sabido cogerle el pulso a la institución académica, se plantee tantos y tan variados objetivos para marcar aún más las fortalezas de la UJA y para ir frenando algunas debilidades que en gran medida quedan eclipsadas por el entusiasmo de los proyectos que permiten pensar que las bodas de plata van a coincidir con un periodo de bonanza y de expectativas, con una situación económica más favorable o menos agobiante y con un panorama docente de 42 grados y 40 másteres que son su gran fuerza y donde radica lo más importante que tiene la UJA, que son sus alumnos.

Entre las novedades que ha dado a conocer el rector, en esta comparecencia para hablar de presente y de futuro, con la ilusión por bandera, destaca el anuncio para la puesta en marcha de un plan de apoyo a la investigación, dotado con dos millones de euros, que se van a poner al servicio de los 115 grupos de investigación de la UJA. No puede haber noticia mejor en este momento, pues junto con la docencia, la investigación es la que da sentido a la institución universitaria y frenar esta tarea es restarle potencial y calidad. El rector ha hablado exactamente de “salto cualitativo” y evidentemente lo es.

En fin, que la Universidad tome impulso siempre es una feliz noticia y que de cara a un nuevo curso, con la importancia de ser el de su 25 cumpleaños, se le vean ganas de superación y de proyectar nuevos retos. A este respecto insistimos en la importancia de la Fundación Universidad-Empresa, una magnífica iniciativa a la que, en palabras del rector Juan Gómez, “todavía les falta engancharse”, y entiendo que se refiere a la imbricación de la Universidad en la empresa y de la empresa en la Universidad. Ya hay un importante grupo de empresarios que se ha comprometido con este empeño, pero falta mentalidad más abierta en el conjunto del mundo económico jienense para percibir con claridad los beneficios que les puede reportar estrechar vínculos con la institución universitaria, simplemente deberían ver en esta dirección la línea de futuro.

Nada hay en Jaén más importante que la Universidad, por eso es bueno observar que demuestre su alto grado de entusiasmo en el compromiso con mejorar el futuro de las próximas generaciones de jienenses. La UJA ha definido ya un estilo, se ha posicionado como un instrumento que quiere ser punta de lanza de toda una provincia y que está formando precisamente a unas generaciones que en lugar de salir fuera deberían ser, y nada nos agradaría más, las que cogieran el timón de esta provincia que tiene derecho a un futuro de progreso y modernidad. El gran objetivo, al que no ha renunciado la UJA, y ojalá que podamos verlo hecho realidad, es que el talento que sale de Jaén se quede en nuestra tierra. Ya sabemos que no es fácil y que se escapa por completo a la voluntad exclusiva de la institución y depende de otros factores económicos y sociales del territorio, del entorno, pero al menos consuela comprobar que la Universidad no está de brazos cruzados y que a través de sus proyectos estratégicos, incluso de sus lemas, está animando a Jaén a que cuente con su UJA porque su UJA no tiene más misión que la de ser útil a los intereses de la provincia.

CISMA EN EL PP.-En el ámbito político el máximo interés lo sigue despertando el cisma en la familia de los populares jienenses. Lejos de remitir el enfrentamiento entre los seguidores de Requena y de Moreno, las diferencias son insalvables, y por si faltaba poco han empezado a llegar las cartas anunciando medidas sancionadoras para los rebeldes. Esta mañana Miguel Moreno ha dejado su puesto de la bancada de la oposición en el pleno de la Diputación Provincial para sentarse en el público, en protesta por la nueva ubicación en la que el nuevo presidente ha hecho valer su autoridad. En las redes sociales, mientras tanto, sigue la guerra entre los dos sectores, en algunos casos con duras críticas, en un espectáculo lamentable que ninguna de las dos partes ha sabido administrar y que la dirección salida del polémico congreso no ha digerido y bien que se ve la influencia de la mano que mece la cuna. Situación que se va a reproducir, mejor dicho, que se está reproduciendo, en los pueblos de cara a los congresos locales, donde la tensión incluso sube de tono. Aquí hay conflicto para largo y no se le ve un buen final en tanto que las siglas lo están sufriendo, en beneficio de un PSOE que se frota las manos porque a su posición hegemónica tradicional le ponen en bandeja este plus.

A la espera de lo que diga el juez sobre el recurso presentado por Moreno, aunque creo que no hay que esperar que su señoría vaya a resolver esta cuestión, y lo contrario sería una sorpresa mayúscula, desde luego si hubiera sentido común y se pensara en lo mejor para los intereses del partido, la mejor solución sería convocar de nuevo el congreso, no hay otra salida posible para tratar de que un cónclave limpio lleve a unos resultados que sean aceptados por todos y a partir de ahí puede que fuera posible cerrar heridas. En la actualidad las dos partes, cada una con la legitimidad que esgrimen a favor de sus argumentos, se han ofuscado y la consecuencia es que han llevado el problema político demasiado lejos y cualquier solución requiere ya no de acuerdos, imposibles de adoptar, sino de cirugía, es decir, decisiones drásticas. Lo peor de todo es que los que se creen que tienen toda la legitimidad, incluso patrimonial del partido, no son capaces de dar su brazo a torcer y en vez de apaciguar están exacerbando los ánimos hasta hacer que el panorama sea insostenible. Y sigue la huida hacia adelante, como si tal cosa. Es increíble.

LOS PUENTES.-Por lo demás estamos hartos de comentar que en Jaén los temas se eternizan. En verano es más frecuente recurrir al tema de Los Puentes, no en vano fue un mes de agosto cuando el Puente de la Sierra dio un gran susto a toda la ciudad. Han pasado muchos años y todavía estamos discutiendo sobre el mapa de riesgos y si hay que demoler o no viviendas en las proximidades del cauce del río. Es lamentable la lentitud con la que han actuado las diferentes administraciones afectadas y digna de alabanza la santa paciencia de los vecinos de estas urbanizaciones cercanas a la ciudad que tienen una capacidad de aguante insuperable. El problema ha trascendido a cargos públicos, subdelegados, delegados de la Junta, alcaldes, presidentes de las asociaciones…, es decir, las personas pasan pero el problema continúa, y lo que te rondaré. Estas cosas suelen ocurrir en Jaén porque la sociedad civil lo ha permitido. Porque no hay derecho a que esta situación tan anómala se mantenga en el tiempo, no sé bien ya si por ineptitud o por miedo, porque les tiemble el pulso a los políticos hacer lo que en su caso la ley les obligara. Este tipo de cosas pasan en Jaén y además con demasiada frecuencia.

CONSORCIO DEL ÁREA METROPOLITANA.-Y he leído hoy que el Ayuntamiento está dispuesto a ir saldando poco a poco su elevada deuda con el Consorcio del Área Metropolitana de Transportes. En su día, con Fernández de Moya como alcalde, se decidió, en uno de sus arrebatos característicos, abandonar dicho Consorcio, seguramente por la única razón de que lo gestiona la Junta. Un gran error, porque al margen de otras consideraciones, se trata de un instrumento positivo que produce beneficios, entre ellos el de oficializar a la ciudad de Jaén como capitalidad no ya de la provincia, que lo es, sino como gran foco de atracción para toda su zona de influencia. El Ayuntamiento se cegó en su día por razones estrictamente políticas y se olvidó de los intereses de la ciudad, aunque lleven aparejados la obligación de pagar unas cuotas. Bien está lo que bien acaba, ahora con Márquez en la Alcaldía, se ha entendido que por encima de las personas y de la política de cada momento, hay instrumentos con los que conviene contar y el Consorcio permite que una serie de pueblos, sobre todo del entorno más inmediato, arriben cada día a la capital con cientos de personas que se mueven por ella. No sé si estarán cuantificados estos beneficios, pero seguro que Fernández de Moya no los tuvo en cuenta a la hora en que decidió desengancharse. Y es que la política seria es incompatible con ciertos impulsos que suelen resultar muy dañinos.

   

Foto: El rector, Juan Gómez, posando con sus colaboradores del equipo de gobierno de la Universidad de Jaén.

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