REUNIÓN A CUATRO.-Hay que reconocer que los problemas legales del suelo del Museo Íbero ha cogido a casi todo el mundo con el paso cambiado, quiero decir que seguramente no se esperaba, a estas alturas, que se pudiera producir una negativa de la Administración central a la cesión a la Junta. Me parece muy bien que el alcalde, Javier Márquez, haya decidido coger el toro por los cuernos y tratar de resolver el problema, que, si se quiere, tiene fácil solución, y de paso desactiva una opinión un tanto generalizada de la existencia de una conocida mano negra, que sería el colmo de los colmos… El alcalde es consciente de que no se pueden ir sumando problemas, sobre todo para no aumentar el ya considerable hartazgo, y con razón, de los jienenses. No veo que Madrid tenga que poner trabas. Los terrenos de la antigua cárcel, que ese fue el motivo por el que se le dio vela al gobierno central, eran propiedad de la Diputación Provincial, que los cedió para el fin del museo. Trato de ser lo más objetivo posible, no soy sospechoso de no criticar a la Junta cuando se lo merece, que son muchas veces, pero en esta ocasión si hay dos administraciones que han hecho claramente sus deberes son la Diputación, cediendo el suelo a la ciudad para el fin señalado, y la Junta de Andalucía, que, aunque haya sido más tarde de la cuenta, ha hecho un Museo que, con todas las críticas que se le quieran hacer, porque para eso tenemos mucha facilidad los jienenses, los expertos dicen que es magnífico, lo cierto es que se han invertido 26 millones de euros y ahora se espera una rentabilidad cultural, turística y social. Es un recurso más, y bastante potente, de la ciudad.
A propósito del Museo Íbero tengo siempre presente el largo historial de este proyecto. Tuve la suerte, hace ya algunos años, de presentar, junto a la presidenta de la Asociación de Amigos de los Íberos, Pilar Palazón, un librito delicioso del tristemente fallecido el pasado año por estas fechas, Salvador Martín de Molina, titulado “Seis personajes en busca de una cárcel”, un relato tragicómico en dos actos y un epílogo, en el que el ilustre jurista ponía los puntos sobre las íes sobre un proceso que, como tantas cosas en esta ciudad, se ha ido prolongando en el tiempo, con unos inicios ilusionantes a los que siguió una espera impaciente. Ahí está recogido todo el proceso legal para llegar al Museo, por tanto hagan el favor todas las administraciones implicadas, especialmente las que han puesto pegas en esta hora extrema, en no marear la perdiz y, sobre todo, traten de construir en vez de enredar.
Hace muy bien el alcalde Márquez en convocar a las administraciones, que parece que podrían reunirse el día 11 de julio próximo, el problema es que esto no se haya hecho antes por parte de alguno de los interesados y haya que esperar a que estalle el conflicto para apagar el fuego. No tenemos solución, caemos un día sí y otro también en la misma piedra. Si la solución, al menos provisional, es que el Ayuntamiento ceda la gestión a la Junta, a lo mejor no hay que rasgarse las vestiduras, no obstante hay que consultar con los técnicos la salida más conveniente, pero lo normal es que el suelo pertenezca a la Administración que ha hecho el desembolso y tiene además la competencia de los museos en la comunidad autónoma.
Al hilo de este asunto que nos quema sobre la actualidad en estos días, lo que cabe decir como conclusión es que seguimos instalados en el gran problema al que se enfrenta la ciudad de Jaén y no es otro, estoy cansado de repetirlo, que la incomunicación entre las administraciones. Hace un par de días simulaba una conversación que en un tono de normalidad deberían protagonizar responsables de instituciones de distinto signo en aras de la lealtad que se deben en beneficio de los intereses de Jaén y de los jienenses. No les digo que los políticos de distinto signo se vayan a tomar copas juntos, aunque nada debería impedir que se tomen una cerveza si llega el caso, pero esta falta de diálogo es el gran drama de la política provincial, por eso cada proyecto y cada paso es una nueva dificultad, por esta circunstancia estamos donde estamos, y alguien debería plantarse, además de la sociedad civil, para evitar que esta situación se siga manteniendo en un momento en el que hay una sensación generalizada de que ya no es tiempo de esperas sino de soluciones. Bastante paciencia ha tenido Jaén, bastante se ha aguantado.
BALONES FUERA.-Insisto en la idea de que a una semana de la manifestación del 17 a las 7, las diferentes administraciones siguen echando balones fuera. Hasta ahora ha sido el alcalde el único que ha reconocido que la protesta de miles de jienenses en la calle es un aval para alzar la voz ante las diferentes administraciones. Por supuesto que es un argumento, pero lo que nos llama la atención de las reacciones que ha suscitado el éxito de la convocatoria de “Jaén merece más”, es que todo el mundo la apoya, todos creen que es bueno que la sociedad civil se movilice, hasta ahí de acuerdo, pero lo que está faltando es autocrítica. Ocurre igual para todo, no es la excepción que confirme la regla. Ya saben el ejemplo elocuente con las cifras del paro. Cuando son buenas, tanto Madrid como Sevilla se apuntan al éxito, pero cuando los datos son negativos, que por cierto en Jaén es lo normal, se produce el socorrido cruce de acusaciones, porque al éxito se apuntan rápido, el fracaso ya se sabe que suele ser huérfano. El alcalde ha sido el único en hablar de abandono de la ciudad y ha dejado la opinión más abierta, aunque no ha podido evitar mirar hacia la Junta exigiendo responsabilidades. La Junta está encantada de haberse conocido, para la delegada el gobierno andaluz es el gran aliado de Jaén, en el caso de Madrid ya se encarga Fernández de Moya de “vendernos” las apuestas que tampoco son ni por asomo. La única que está en un terreno más colaborador es la Diputación, que en efecto hace muchas cosas en Jaén, pero que tiene posibilidades y recursos para echar una mano mayor, más comprometida.
Sigo creyendo que hay un factor positivo en las mejores relaciones personales entre Reyes y Márquez, puede que no se entienda, pero cuando hay diálogo personal es mucho más fácil tender alianzas de colaboración y el organismo provincial debe ser consciente de que es vital que le eche una mano a la capital para que no se hunda en el pozo. Ahora el Consistorio se va a acoger a unos fondos de la Administración provincial que va a dedicar a los planes de peatonalización, está el proyecto de Ciudad Deportiva, pues bien, en esa línea es en la que se debe actuar, la Diputación tiene que ser un bote salvavidas para Jaén. Si hay que darle una medalla a Reyes se le da. Pero el PP tiene que ser consciente de la necesidad de esta ayuda y pedirla, esto quiere decir no obstaculizar estas relaciones porque en este momento histórico de Jaén la peor política que se puede hacer es la de enfrentarse con las administraciones a las que se necesita para subsistir y para crecer, quiero decir que están condenadas a entenderse. La política frentista de Fernández de Moya no ha conducido a parte alguna. Pienso que un cambio debe notarse porque se trata de invertir en futuro, no invertir en peleas.
ORGULLO DE EMPRESAS.-Agradezco la invitación para asistir al acto celebrado hoy en la sala 75 aniversario del Diario Jaén, para rendir homenaje a 20 empresas jienenses que son las protagonistas de una revista especial denominada ‘Top20 Empresas Empleo&Comercio’, porque me ha dado la oportunidad de conocer que, por fortuna, en este Jaén en el que estamos tan acostumbrados a las malas noticias, al pesimismo, hay fortalezas que permiten abrazarnos al futuro con esperanza fundada. Se ha concretado el reconocimiento a 20 empresas de la provincia, pero podían haber sido 50, 100 o las que sea. Estas veinte a las que hoy hemos conocido mejor constituyen un motivo de orgullo para Jaén. Ya quisiéramos que hubiera realmente un centenar de industrias punteras que pusieran alas a las expectativas de Jaén. Se ha dicho en el acto y todos estaremos de acuerdo, el olivar no es incompatible con nada, pero solo con el olivar es totalmente imposible que esta provincia levante el vuelo. Hacen falta industrias, que es la única fórmula, no hay otra ecuación posible, para que abandonemos las peores posiciones en los indicadores económicos, empezando por el paro, la renta per cápita, el PIB, etc. Me ha encantado escuchar la intervención de algunos de los representantes de las empresas escogidas, que lo ha sido por su dimensión, y siente uno orgullo legítimo al comprobar, por boca de sus representantes, que hay experiencias muy ricas desde el punto de vista de la creación de riqueza y empleo en las localidades donde se ubican las empresas, como el caso de Martos, donde está Valeo, que es con diferencia la que más factura de todas las jienenses y es un ejemplo. Ojalá tuviéramos unas cuantas Valeos más en los cuatro puntos cardinales de la geografía jienense. Pero hay una empresa, también en la ciudad de la Peña, que aspira a ser una de las de mayor crecimiento de todo el territorio nacional, y, qué paradoja, se ha quejado su representante de que la Junta le ha negado el pan y la sal y que incluso se han pensado seriamente buscar una sede fuera de la provincia…Esto se llama ceguera política, no tiene otro nombre.
He disfrutado enormemente con el conjunto de las intervenciones, pero sobre todo me hace pensar que no todo está perdido, que mientras haya empresas como (y nombro a las veinte distinguidas) Valeo, Coosur-Acesur, Luis Piña, Iliturgitana de Hipermercados, Bidafarma, Taghleef Industries, Proinsur, Piensos Jiménez, Japemasa, Clarton Horn, Infográfico de Exportaciones, Mariscos Castellar, Petroprix Energía, Súper Perfumerías, Pellenc Ibérica, Tean, Aceites Vallejo, Grupo Siro, Olivar de Segura, Gestamp y Alucoat, nos queda tener confianza en ellas y en que sean capaces, con las ayuda de las administraciones, que no se pueden dormir en los laureles, de arrastrar a nuevos proyectos empresariales que son imprescindibles para que nuestra tierra cambie de signo, y le acompañe el futuro. Hoy se ha dado el dato de que solo la empresa Valeo factura al año la mitad de lo que supone una cosecha media de olivar en la provincia. Está demasiado claro por el camino por el que se debe apostar, y además no hay tiempo que perder. Enhorabuena a las empresas citadas por su ejemplo y porque gracias a ellas Jaén no ha muerto del todo y se le puede inyectar futuro si hay decisión firme empresarial y política para hacerlo.
También se ha dicho en este acto, al que ha asistido el nuevo consejero de Empleo, Empresa y Comercio, Javier Carnero, que esta iniciativa especial del rotativo provincial empezó a gestarse cuando era delegado Antonio de la Torre. Estos días se le está recordando por varios motivos, también entre ellos la firma del convenio de hostelería en el que el entonces delegado, hace unos meses, planteó los primeros argumentos que ahora han llevado al éxito. Justo es reconocerlo.
AL OBISPO SE LE VE FELIZ.-Hace poco se ha cumplido un año de la presencia en Jaén del obispo de la diócesis, monseñor Amadeo Rodríguez Magro. Si ya venía de sus anteriores destinos señalado como un buen pastor, en Jaén está confirmando su cercanía, su naturalidad y un estilo sencillo. Hace unos días hablaba de él en Jaén el presidente de la comunidad extremeña, afirmando que nuestro obispo es una mezcla entre un cura de pueblo y un académico. Recientemente nuestro prelado recibió el título de hijo adoptivo de su anterior destino, Plasencia. Es un sacerdote de suma, de diálogo, de buenas relaciones, y teniendo en cuenta la manera de ser de los jienenses, es fácil entender que ha caído muy bien y que está en el camino de ganarse muchos afectos en esta tierra.
En Religión Digital hemos leído una información firmada por José Manuel Vidal, en la que se afirma que “a don Amadeo se le ve feliz. Con una felicidad que le nace de dentro y refleja a la perfección su lenguaje corporal. Y además no tiene empacho en reconocerlo abiertamente”. El autor de este artículo dice que así como hay obispos a los que se les ve preocupados, desilusionados y le echan la culpa de sus penas al “mundo actual”, el caso de don Amadeo es singular “por su cara de felicidad, en la que se hace fácil creer que se siente feliz en Jaén”. Como está conociendo a los sacerdotes y a los jienenses, habla bien de unos y de otros. Ya es fácil entender los motivos por los que dejó un recuerdo tan grato en su antigua diócesis.
VUELVE ZARRÍAS.-Los que creían que Gaspar Zarrías ya estaba amortizado estaban equivocados. Ha dejado la política se supone que temporalmente hasta que se depuren todas las responsabilidades en el caso de los ERE, que más o menos ya se ve por donde vienen. Pero Zarrías será lo que sea, pero no es un ocioso. Y no sé las razones, pero ha aparecido en la escena pública posiblemente en uno de los lugares donde era más difícil poder identificarlo, nada menos que como asesor del presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera. Tal vez haya influido el hecho de que el político jienense estuvo a punto de fichar en su día por uno de los grandes. Por ahora desconocemos las funciones de Zarrías, pero cuando ha aceptado ponerse en el escaparate seguro que es por algo, es de los que no suelen dar ninguna puntada sin hilo. Así que permaneceremos expectantes hasta ver por dónde aparece.
Y UNA PREGUNTA.-¿Será verdad la denuncia de un senador socialista por Jaén, Pío Zelaya, de que el Grupo Popular, que tiene mayoría en el Senado, ha votado en contra de una propuesta del PSOE de dedicar 400.000 euros a la techumbre de la Catedral? No sé cómo es posible casar el “interés especial” del secretario de Estado y presidente de honor del PP jienense, José Enrique Fernández de Moya, con esta negativa. Lo que nos lleva a decir que en política hay mucho de teatralidad, de imagen, de tratar de vender mercancías que en realidad no existen más que en la mente que las crea. Habrá que estar atentos, no se puede permitir que a bombo y platillo se anuncien tantas “apuestas por Jaén” y que a la hora de la verdad en su mayor parte sean humo, solo humo.