La manifestación convocada por la plataforma “Jaén merece más” ha sido un rotundo éxito. Ha sido secundada por varios miles de personas, calculamos entre las 6.000 y 8.000 y se ha desarrollado con absoluta normalidad, únicamente con las pancartas promovidas por la organización y algunas de colectivos que se enfrentan a alguna adversidad, como el de los trabajadores de El Neveral, o los que defienden mejores trenes para Jaén, sin olvidar las reivindicaciones del movimiento por la cultura, en fin, si la plataforma la constituyen cerca de 160 colectivos, todos ellos se han sumado de alguna manera protagonizar la jornada histórica, porque da la impresión de que el 17 de junio de 2017 va a marcar un antes y un después en la ciudad, en el sentido de que una gran parte de la ciudadanía ha salido a la calle y lo ha hecho, por lo que se ha visto, no para ir contra nadie en concreto, sino para reivindicar un futuro mejor para la capital jienense, que se ha quedado atrás en tantas cosas porque el conjunto de las administraciones le han negado las expectativas a las que tenía derecho.
Del éxito de la manifestación no cabe la menor duda. La respuesta ha sido espectacular, sobre todo teniendo en cuenta que se celebrara a las siete de la tarde de un sábado muy caluroso y los miles de jienenses valientes han desafiado a una temperatura de 42 grados a la sombra. En otras circunstancias hubiera sido todo Jaén el que hubiera participado.
La nota más característica sin duda, junto a la ausencia de voces o gritos que no fueran “Basta ya, Jaén merece más” y un comportamiento enormemente cívico y de ejemplar ciudadanía, ha sido ver sobre todo, además de todas las organizaciones convocantes, a mucha gente corriente, jienenses de todas las ideologías, pero con el denominador común de aportar lo que tienen de compromiso con la ciudad en vez de posturas partidistas. Y desde luego ha habido una legión de personas que han acudido para atender solo una reivindicación: progreso y modernidad para Jaén. Por desgracia por el mal panorama que presenta la ciudad, los habitantes ya saben valorar la deriva que ha tomado Jaén y conocen perfectamente que tanto la responsabilidad hasta ahora como las posibles soluciones a problemas enquistados requieren del acuerdo entre las diferentes administraciones.
El éxito de la convocatoria, a cuyo fin se ha leído el manifiesto en el que se especifican los agravios, las esperas y las renuncias de Jaén, es especialmente significativo porque es un toque de atención muy serio a los responsables políticos que hasta ahora han permanecido muy cómodos ante una ciudad resignada e indolente. A partir de esta fecha todo hace indicar que esta situación se ha alterado y que la plataforma no piensa hacer dejación de funciones hasta que empiecen a verse resultados. De no ser así llamarán a movilizarse las veces que haga falta y se adoptarán las medidas democráticas que en cada caso correspondan para que acabe definitivamente el olvido y el maltrato.
Hay que felicitar a la ciudad de Jaén por esta lección de hoy. No han estado los políticos responsables de antes o de ahora, ni tampoco la militancia que hace seguidismo de las directrices de los jerarcas. Lo bueno de esto es que ya sabemos quiénes están con la ciudad de Jaén y quiénes están en el juego de la política partidista. Ahora, a partir del lunes, todos los que hoy habrán estado mirando de reojo tal vez esperando el fracaso de la gran manifestación, tendrán que ponerse las pilas, porque llega un tiempo nuevo y se van a ver en la necesidad de sumarse al clamor colectivo o puede que peligren sus puestos. Una vez que Jaén ha soltado el lastre es bastante posible que este camino ya no tenga vuelta atrás. Me alegro por Jaén, ya era hora.