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Por ANTONIO GARRIDO / “La economía, estúpido” (the economy, stupid), esta frase como se sabe fue muy utilizada en la política de Estados Unidos durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra Bush padre, y que llevó al primero a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Pues esto mismo se podría aplicar en este momento y en realidad desde las pasadas elecciones, a la capital jienense, porque nos están llegando mensajes de que el PSOE nacional nos ofrece un Jaén de rosa, no el pago de la deuda, pero aligerarla de varios modos, aunque desde la moción de censura que desbancó de la Alcaldía al PP e inauguró la alianza de PSOE y Jaén Merece Más hemos sabido muy poco de concreciones y ya han pasado más de dos meses, y todas las acciones políticas pueden ser tenidas en cuenta, pero la deuda municipal es el caballo de batalla, la que podría decidir una alianza. Mientras tanto continúa la reacción lógica de inquietud y espera, porque durante décadas hemos clamado por la llegada de inversiones para Jaén, que sistemáticamente nos las han negado y de pronto, porque el PSOE precisa con urgencia cuotas de poder territorial, se deshagan en ofrecimientos. Mañana viene el ministro de Transportes, Óscar Puente y mejor que lo haga con compromisos, porque no está el horno para bollos. Veremos la actitud del PSOE con su ministro, como ya hemos conocido la reacción de Jaén Merece Más, el primer grupo político en ponerle deberes a Puente, y hoy se ha sumado el portavoz del PP en el Consistorio, Agustín González, pero la suya es una puesta en escena similar a la de los socialistas para con la Junta.  

El día en que las dos fuerzas políticas y quienes las representan sean capaces de exigir a los suyos de la misma manera que lo hacen con el gobierno adversario entonces es cuando les asistirá la legitimidad. González podría aprovechar para pedir a Juanma Moreno que afronte de una vez por todas la Ciudad Sanitaria que comprometió como urgente el mismo día que llegó al poder en Andalucía, y han pasado unos cuantos años, pero ni está ni se le espera, y nos quieren hacer ver que con el edificio de la lavandería ya están cumplidos, y no, por ahí no pasamos. Lo mismo que los socialistas, tan firmes en sus posiciones con respecto a la Junta mientras siguen adorando a su líder Pedro Sánchez, que cada vez nos mete en una espiral más peligrosa. Igual Jaén Merece Más ha hecho el negocio del siglo, si Dios quiere lo veremos. Y hoy mismo por lo que respecta al tren y los demás asuntos que dependen del ministro visitante, que ya le invitaba a venir a Jaén en tren, pero dónde va a parar, es mucho más cómodo el coche oficial, por eso no saben lo que padecemos los jienenses con trenes propios del siglo pasado.

De algún modo se está tratando sobre la dignidad de Jaén y cómo hemos estado y estamos sometidos a que los partidos únicamente se acuerden de Jaén como moneda de cambio. Claro que, dicho lo anterior, si desde hace tantos años el problema más grave que tiene la capital es la deuda del Ayuntamiento, más de 600 millones, provocada por alcaldes irresponsables y manirrotos que se fueron además de rositas, esto son palabras mayores. Sin un Ayuntamiento saneado, no solo es imposible que Jaén avance, por mucho que nos quieran vender lo contrario, es que en la práctica nos quedamos sin presupuestos, y ya vamos por ocho años sin documento económico, algo incompatible con la normalidad, además de que nuestra economía, la de la ciudad y la nuestra propia, está hipotecada a muy largo plazo, hasta el 2050, las próximas generaciones.

La pregunta ahora es el motivo por el cual este bote salvavidas que han puesto ahora encima de la mesa, según parece, porque ver para creer, no le fue ofrecido en tiempo y forma al gobierno anterior de Julio Millán y de Agustín González, pero antes a Javier Márquez, etc., que todos viajaron en Madrid para pedir clemencia a la ministra Montero, tantas veces presente en los mítines socialistas de Jaén, pero que nunca se abrió a un diálogo en condiciones para sacar al Ayuntamiento del agujero en que se encuentra. Y por supuesto que tampoco se diera esa opción al anterior gobierno local. Cualquiera se puede llevar las manos a la cabeza porque puedan más las ansias de poder que las necesidades de una ciudad de más de 100.000 habitantes, con el agravante de que pertenece a una provincia de siempre olvidada. Antes no y ahora sí. Cuidado con las promesas, ya lo dijo un político andaluz, que están para no cumplirse, asegúrense de que lo que ofrecen salga previamente publicado en el BOE y se refleje en los presupuestos, si es que llegan, con permiso de Puigdemont, lo demás siempre hay que ponerlo en cuarentena y a los hechos me remito, hay una larga lista de incumplimientos, por esta razón está Jaén como está.

Precisamente mañana, qué casualidad, se cumplen cuatro años de otra fecha singular, 7 de marzo de 2021, con la caravana a Despeñaperros organizada por las plataformas ciudadanas, entre ellas Jaén Merece Más, exigiendo el abandono de una vez por todas de un estado de postración, con la queja de que las administraciones por sí solas son incapaces de dar el paso por su cuenta y en Jaén llevamos más de 40 años esperando que se obre el milagro, en realidad más, porque venimos de los olvidos del franquismo, cuando Jaén le quitaba el sueño al dictador, una gran mentira la del insomnio como lo ha sido después con todos los presidentes de la democracia, del primero al último, pues solo tienen palabras cálidas para Jaén en tiempos de campaña, y después, si te vi no me acuerdo.

Precisamente en aquella caravana, en la que participé, por supuesto, el poder no nos lo puso fácil y después llegaron las multas a conductores cívicos, en fin, no les voy a contar la historia por todos conocida ni el trato que la bien mandada subdelegada de entonces, Catalina Madueño, tuvo para con los participantes. Aquel día nos demostraron desde el Gobierno de España que hacían con Jaén lo que nunca han tenido coraje de ejercitar en territorios donde han campado a sus anchas los conflictos. Débil con los fuertes y fuerte con los débiles. Y es que ese poder que tanto hemos conocido y padecido, nos ha querido dóciles, sumimos.

Prácticamente lo mismo se puede decir del PP, no solo en sus etapas de gobierno en Madrid, con igual actitud de ninguneo con Jaén que ahora, sin nada especial que agradecerle ni a Aznar ni a Rajoy, y que ahora tiene mando en plaza en Andalucía y en estos últimos años tampoco es que nos hayan entusiasmado, sí, muchas buenas palabras, una declaración de intenciones impecable, pero hechos, menos. Tras las elecciones municipales y dado que los populares querían pintar de azul el mapa de las alcaldías de las capitales andaluzas, se ofreció a firmar con Jaén Merece Más el famoso Acuerdo por Jaén con 101 medidas que básicamente eran el programa de mínimos del partido provincialista, convencido entonces de que el PP estaba a un paso de La Moncloa, el poder absoluto. El resultado es de sobra conocido, borrón y cuenta nueva, aunque el PP confiesa que actuará en Jaén gobierne quien gobierne, pero el ritmo es muy lento y cuatro años se pasan muy rápido, lo que en unos meses no esté encarrilado ya posiblemente tenga que pasar a resultas, y en cuanto a los grandes proyectos, largo me lo fiais, es más, hay datos oficiales que colocan a la Junta en el último año como la administración menos inversora, con diferencia. El gobierno andaluz, que es el más próximo, tiene la obligación de despertar, además teniendo en cuenta que es posible que haya adelanto electoral, para aprovechar el buen momento y el tirón que aún mantiene Juanma Moreno, a pesar de todos los frentes abiertos, empezando por la sanidad.

En fin, si ya es complicado sacar adelante proyectos con gobiernos del mismo signo, podemos imaginarnos la situación, tan conocida, del enfrentamiento y de que nos echen el freno. En resumidas cuentas, no sé bien ahora mismo si estamos ante una oportunidad o vamos camino de hacer más grande y profundo nuestro pozo. Que el Señor nos ampare.   

Foto: Mañana hace cuatro años de la caravana a Despeñaperros para reclamar dignidad para Jaén.

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