Por ANTONIO GARRIDO /
A LOS PIES DE PUIGDEMONT. ¡Cómo está el patio!, dentro y fuera de España. El personaje que nos tiene en vilo es el presidente Trump, y en Jaén muy especialmente porque de un momento a otro, lo contrario no es imaginable, nos puede llegar la noticia de los aranceles y entonces la peor noticia que puede recibir nuestro sector agroalimentario, sobre todo el aceite de oliva, y no sería ninguna novedad, ya nos pasó factura en su anterior etapa en la Casa Blanca. Lo que le faltaba a un panorama mundial tan convulso era la vuelta de este personaje, al que vimos hace unos días por televisión de qué manera humillaba al presidente de Ucrania, algo de vergüenza ajena. Y en su primer discurso ante el Congreso, que convirtió en todo un espectáculo, según rezan las crónicas, se atrevió a decir que lo que ha decidido hasta ahora “es sólo el principio”, porque se trata de “una revolución de sentido común”. Que el Señor nos coja confesados con tantos locos que andan sueltos dominando el mundo. En España no somos una isla aparte y además de todos los casos de los que nos informamos cada día, el ambiente general nos lleva a la Ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”. Paso de largo por los nombres que un día sí y otro también figuran en la sección de tribunales, indicativo de que la democracia, el sistema que dicen es el menos malo, también es una fuente inagotable de corrupción en todas sus formas y maneras. Y luego está, en estos días ha vuelto a figurar en la agenda, el conflicto catalán, que daba la impresión de que con la llegada de Illa al gobierno de la comunidad se había aplacado, pero qué va.
Pero no, Puigdemont sigue siendo el que maneja las situaciones y los plazos, el que exige y se le concede, vamos, el que tiene la sartén por el mango, aunque ni por esas consigue Sánchez, rebajado hasta el infinito, que le dé el plácet para el presupuesto. Puigdemont y Junts son insaciables y acabarán por el referéndum de la independencia, porque el líder socialista pasa por todas menos por convocar elecciones y que sea el pueblo español el que se pronuncie. El penúltimo episodio es de una gravedad enorme, la cesión de la emigración a Cataluña, pero en un texto que algunos juristas consideran ambiguo en el caso de quiénes son los considerados emigrantes, porque en algún sitio se ha escrito que la clave es el dominio de la lengua catalana. En este momento me acuerdo de muchos paisanos nuestros, entre ellos algunos familiares, que marcharon un día a Barcelona o a Cataluna, hace décadas, que contribuyeron a levantar aquella región y que ahora puede darse el caso de que estén en tierra de nadie. A esto nos está llevando Sánchez, a ir haciendo cesiones una detrás de otra que es una forma de entregarle los poderes poco a poco, mientras el Gobierno de España, en su más absoluta debilidad, trata de quitarle hierro y presentar versiones dulcificadas porque en el fondo son conscientes de que es una barbaridad. Solo falta que le entreguen a Puigdemont, que no se olvide que sigue siendo un prófugo de la Justicia, y a todos los suyos, las llaves del Estado. No puedo entender que todos los demócratas españoles, todos sin excepción, no se levanten ante esta ignominia.
LA SANIDAD, DE MAL EN PEOR. Ya en casa lo primero de lo que tengo que lamentarme es de una evidencia, algo de lo que se viene denunciando desde hace tiempo, pero que es un secreto a voces, basta con ser un paciente y acudir a los centros médicos y hospitalarios, para que los profesionales te expliquen con todo lujo de detalle y se les agradece, lo mal que está el sistema sanitario público. Porque la sanidad no está mal, está peor, y en este caso concreto me refiero a la provincia de Jaén que es de donde me llegan las referencias muy directas. Un familiar que está pendiente de una intervención quirúrgica por un problema no especialmente grave pero que conviene que para evitar consecuencias sea operado. Es verdad, hay que decirlo todo, que la atención recibida ha sido excelente en lo que se refiere al trato médico y de los especialistas. A la hora de la verdad los profesionales le han explicado que la lista de espera, con suerte, puede estar en torno a los dos años, salvo que antes se presente un milagro, y que mientras tanto se le irán haciendo los controles precisos. Son los propios médicos los que ponen al corriente al enfermo del mal funcionamiento del sistema, porque la sanidad está muy mal, remachan, y porque faltan especialistas, en primer lugar anestesistas, sin los cuales no se puede acceder a un quirófano. Así es que cuando los políticos tratan de contarnos milongas debemos saber que nada de mejoras, que el sistema no es capaz de eliminar las enormes trabas y que tiene todos los visos de ir de mal en peor. Me irritan cuando salen los políticos cantando las excelencias, tratando de defender lo indefendible, y lo saben.
Pero el problema ya se va agravando, porque ciertamente muchos ciudadanos, ante la calamitosa situación, han acudido a las compañías aseguradoras para contratar seguros privados, deberíamos tener el dato porque todo hace indicar que se están forrando. A la sanidad privada desvía enfermos el propio Servicio Andaluz de Salud, tanto para pruebas diagnósticas como para intervenciones, no puede extrañarse de que le envíen a cualquier lugar de Jaén o de Andalucía, si tiene suerte. De modo que también se empieza a colapsar la medicina privada. Una intervención que hasta hace poco podían hacer en un centro privado de Córdoba, pongamos por caso, en menos de un mes, ya tiene demora, lo que quiere decir es que no es solamente lo malo, sino lo que acarrea lo malo. Los seguros privados ayudan sobre todo a que te reciban antes los especialistas, pero dejan de ser una garantía de urgencia. No sé cómo vamos a salir de esta, pero no es un problema que pueda resolver en solitario la gestión de una Consejería, es de mucho mayor calado. Si esta era la yoja de la corona que venga Dios y la vea. Otra vez que el Señor nos coja confesados y sanos.
EL EXAGERADO CULTO AL JEFE. A la Junta en Jaén, la verdad sea dicha, se le atascan los asuntos. Este de la sanidad no es el menor, precisamente, pero aparte del tranvía, del que tan optimistas han salido tras la reunión de la comisión de seguimiento, y no me lo creo tanto porque ya estamos curados de tanta euforia, se unen asuntos muy importantes y delicados, sobre todo la Ciudad Sanitaria, de la que no se habla y ni siquiera forma parte de los proyectos para la legislatura, y nos toman el pelo, hay que decirlo así sin más, con el edificio de la lavandería, con la que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Por no hablar de la Ciudad de la Justicia que el actual consejero Nieto se tomó interés al llegar al cargo y daba la impresión de que empezarían las obras de inmediato a través de la fórmula público-privada y nada de nada, al menos por ahora. Hoy también ha estado en Jaén, para reunirse con el alcalde, Julio Millán, el regidor de Porcuna, Miguel Moreno, que encabeza la reivindicación histórica para convertir la famosa carretera A-306 en autovía, de Torredonjimeno a El Carpio. La Junta es la competente, pero mientras que en la oposición la reclamaba todos los días, ya en el poderr andaluz se ha olvidado de ella y ha hecho que se olviden sus cargos públicos, en un ejercicio de servilismo y obediencia ciega incomprensible, porque como tantas veces demuestra la política, las excepciones son irrelevantes, los cargos públicos están con sus partidos más que con sus pueblos, por eso a veces los vecinos les pasan factura. El regidor de Porcuna ha demostrado hasta la saciedad la importancia de contar con esa autovía para mejorar la circulación, que es muy deficiente, y para dar vida a los municipios por los que cruza la carretera, que además registra una alta densidad de tráfico. La Junta tiene muchos frentes abiertos y no puede ni debe abdicar de su responsabilidad. Tampoco tiene, que se sepa, un cronograma de actuaciones y prioridades, de hecho ahora ha anunciado que va a seguir con la autovía del olivar, en fin que hay demasiada palabrería en tanto que los hechos son tozudos, poco en su haber.
A todo esto, uno de los políticos locales, de Jaén Jaén, que se ha aprendido de carrerilla las actuaciones de la Junta en Jaén en los últimos tiempos hasta el día de hoy es el concejal del Ayuntamiento de Jaén y diputado provincial, Antonio Losa, más papista que el papa, se ve que le ha enseñado bien su alcalde, Agustín González, abducido por Juanma Moreno y cualquier día empiezan con los trámites para canonizarlo. Que conste que Losa es un buen concejal, lo ha sido y es en la oposición y también hizo lo propio en el poder, las cosas en su sitio. Se lo curra y conoce bien la ciudad, claro que para eso está plenamente liberado, aunque esa no es excusa, los hay que tienen que demostrarlo, pero él está a pie de calle, como de hecho es su slogan. Yo lo haría de otra manera, me refiero a la forma de expresión en los plenos y en las redes sociales, pero con tal de que controle su vehemencia le da vidilla a convocatorias que a veces son aburridas. Esta es la retahíla de las actuaciones de la Junta en Jaén, recogida de Antonio Losa, que las recita como el padrenuestro: carril ciclista peatonal, 2,8 millones; rehabilitación del Instituto de Santa Catalina, 4 millones; rehabilitación en El Valle, 1,6 millones; Consevatorio Superior, 9,3 millones; Conservatorio de Danza, 6,2 millones; puesta en marcha del tranvía en este año, 6,2 millones; nueva sede del Servicio de Empleo, 2,3 millones; lavandería de la Ciudad Sanitaria, 8,2 millones; Centro de Salud Alameda, 7,7 millones; obras en el Banco de España para Banco Digital, 3 millones: sede para la asociación de autismo, 900.000 euros; y otra actuaciones y planes por un importe de 5.300.000 euros, que lamento no acordarme en este momento. Este totum revolutum de obras que unas están realizadas, otras pendientes y otras ni están ni se le esperan, suman más de 50 millones de euros.
No le voy a reprochar a Antonio Losa que nos haga este desglose, es más, está bien recordarlo, siempre que tengamos claras dos cosas: que todo esto se gesta en años y que en algunos casos vienen de atrás, de promesas contraídas por el gobierno actual de la Junta que ha costado trabajo lograr, pero bienvenidas sean, y cualquier observador ve que hay proyectos que aún están en el aire y forman parte de un programa de intenciones. Por otra parte lo que hace el equipo de Juanma Moreno no es sino trabajar en sus competencias, el gobierno andaluz tiene transferidas del Estado, como todas las comunidades autónomas, una serie de obligaciones que le competen a él y solamente a él. Establecer, como se hace de continuo, un paralelismo entre las dos administraciones, Gobierno de España y Junta, con tal de enfrentar y además salvarse cada partido que sustenta a los gobiernos su propia responsabilidad, es un sinsentido. A cada cual hay que pedirle exactamente lo que depende de cada competencia, pero la Junta tiene más frentes abiertos por la sencilla razón de que su competencia sobre el territorio es mayor, y utilizar continuamente el “y tú más” lo que hace es retratarlos a quienes acuden a esta estrategia inútil. Hay que saber distinguir y reclamar a cada administración lo que puede y debe darnos, no mezclar como se hace tantas veces con fines políticos, churras con merinas. Losa dice mucho más en el discurso que le acompaña, que si gracias a Juanma Moreno, que si la administración que los socialistas tanto critican…mira que me cae bien Juanma Moreno, como político y como persona, únicamente lamento que no esté dando a Jaén la respuesta que necesita, pero cuando escucho la palabrería de los aduladores me dan ganas de retirarle el saludo. Me agobia ese exagerado culto al jefe. Obviamente en todas las direcciones.
Por cierto, algún apunte que no me quiero dejar en el tintero. Hay personas que han alabado mucho la construcción del Conservatorio Superior de Música, en el que la Junta ha invertido más de nueve millones. No olvidemos que es una reivindicación de bastantes años atrás, que se agradece pero que era un clamor porque hemos sido también una provincia dejada de la mano de la Junta en materia de enseñanzas musicales, y esto a pesar del alto nivel que tienen nuestros centros. Es verdad, se ha hecho un edificio magnífico, hay que felicitar y felicitarse por ello, pero esto no quita para que se exija a la Junta que termine bien esta buena obra para Jaén y ya puestos en gastos no le niegue al que va a ser centro de referencia, con un reconocido prestigio en toda Andalucía, que disponga de todo el equipamiento que necesita, porque las reivindicaciones de los últimos meses no han sido una protesta política ni nada por el estilo, sino un grito airado para que un gran centro se termine como Dios manda. No creo que sea mucho pedir, y aquí sí quiero alabar el cumplimiento, aunque de por medio hayamos olvidado las incidencias que alargaron más de la cuenta el logro. Ahora queda el Conservatorio de Danza, y, en fin, todo lo que está en lista de espera. Siempre es importante que la sociedad civil participe y se movilice, para que los gobiernos, tan acostumbrados a ello, no se duerman en los laureles y den la cara.
Foto: Manifestación en Jaén, el pasado 17 de noviembre, exigiendo la mejora de la sanidad pública.