Finalmente la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha optado por hacer cambios en su gobierno. A estas alturas creo que más que la urgencia en la que le han puesto desde la oposición no ha contado tanto como su propia iniciativa, en la certeza de que sus últimas aventuras estrictamente políticas, que no han obtenido el éxito deseado, la habían alejado de la realidad andaluza y de que algunos responsables de área de su gobierno no estaban funcionando con el empuje que requiere la situación de la comunidad, que necesita de personas muy solventes, con muchas ganas de trabajar y con imaginación para adelantarse a los problemas.
Susana Días ha incorporado a su consejo de gobierno a seis nuevos consejeros, en algunos casos ha habido un cambio de responsabilidades, aunque otros han salido directamente del ejecutivo. Se mantiene al frente de Fomento y Vivienda, el jienense Felipe López, del que dijimos hace unos días que es uno de los grandes referentes para la gestión de este gobierno, por su dilatada experiencia, y que tiene que convertirse, todavía más, en el gran aliado de la provincia para sacar adelante muchos de los proyectos que duermen el sueño de los justos, y no me refiero exclusivamente a los que dependen de su Consejería.
El principal motivo de felicitación para la presidenta de la Junta es que haya sacado de Cultura a la señora Rosa Aguilar, que ignoramos lo que haya hecho por otros territorios andaluces, pero en el caso de Jaén ha pasado totalmente inédita según hemos comentado en multitud de ocasiones, ha pasado olímpicamente de esta provincia y de las grandes cuestiones de la capital jienense. Esta es la noticia buena, la mala es que la presidenta no prescinde totalmente de ella y la coloca al frente de Justicia e Interior, con lo cual ya podemos tener la seguridad de que la proyectada Ciudad de la Justicia tendrá que esperar como mínimo todo el tiempo que esté esta responsable política, que parece tener alergia a las necesidades que se la plantean desde Jaén. En cuanto a Cultura llega Miguel Ángel Vázquez, hasta ahora portavoz. Un periodista en Cultura, es difícil que el cambio sea para peor, estaremos atentos.
La llegada a Salud de su nueva consejera Marina Álvarez Benito, una investigadora prestigiosa que deja la bata de trabajo para hacer política, se supone que al servicio de los intereses generales, es también un buen dato a tener en cuenta. No porque esperemos milagros, sino porque es suficiente con que sea sensible y entienda lo que tantas veces hemos dicho, que la política está para resolver los problemas de los ciudadanos. Si es sensible con la tan esperada Ciudad Sanitaria, si es capaz de dar solución a una situación tercermundista con las tres camas en los hospitales jienenses de referencia, si resuelve el problema que indebidamente han creado con el Hospital El Neveral, etc., sería suficiente para empezar a dialogar con esta responsable de otra manera distinta a como se ha hecho en los últimos meses con una actitud de oídos sordos hacia planteamientos con mucho sentido común que se han hecho desde Jaén.
También es de esperar que al frente de la Consejería de Educación, Sonia Gaya Sánchez, que sustituye a Adelaida de la Calle, sea más dialogante y que transmita un nuevo estilo de hacer política, porque en Jaén hay muchos asuntos en los que no se avanza para nada y la solución no puede venir de otra manera que no sea la comunicación y tener en cuenta la interlocución social a la hora de resolver las situaciones. En esto hay mucho trayecto para mejorar y es lo que deseamos.
La presidenta ha mantenido a su núcleo duro, es normal, es el que le ha apoyado en los buenos momentos y en las dificultades. En realidad ahí tiene gente preparada y capaz como la misma responsable de Hacienda y Administración Pública. El cambio que ha experimentado en Agricultura es otra incógnita que tendremos que ver cómo funciona, porque la anterior responsable empezaba a hacerse con sus competencias. En cuanto a Turismo y Deporte, lo que podemos decir es que Francisco Javier Fernández, que se mantiene en su puesto, es de los consejeros a los que se puede reconocer que cuenta con Jaén y que está trabajando codo a codo con la Diputación en promoción turística, aportando fondos, a lo que hay que añadir su compromiso para participar con el ente provincial en la construcción de la Ciudad Deportiva. Este consejero se ha hecho acreedor al mérito de ser amigo de Jaén, al menos no la margina ni la ningunea, Jaén cuenta como el resto de provincias, y de eso se trata.
En resumen, aunque seamos de entrada bastante escépticos, sobre todo si miramos hacia atrás y proyectamos un balance del trato de la Junta con Jaén, que nunca ha sido ejemplar, tenemos un hilo de esperanza en que en esta nueva etapa, sobre todo si el PSOE provincial es capaz de implicarse y no actuar de cómplice, o tratando de justificar lo injustificable, se abran puertas a la esperanza. No las tenemos todas consigo, insisto, pero es norma obligada darles un mínimo de tiempo antes de hacer un juicio sobre este nuevo tiempo que se le abre a la Junta en toda Andalucía y, claro, por lo que a nosotros respecta y nos preocupa, a Jaén y su provincia, a ver si de un mero papel secundario pasamos al de protagonista. Creo que nos lo vamos mereciendo.
(Foto de familia de la presidenta con su nuevo equipo de gobierno andaluz)