(Presentación del escritor Salvador Compán, en su conferencia en La Real Sociedad Económica de Amigos del País, en la noche del jueves, día 30 de enero de 2025)
Por Antonio Garrido
En una noche oscura
Con ansias de amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
Salí sin ser notada
Estando ya mi casa sosegada
Buenas noches a todos, en especial a mi admirado Salvador Compán, a la Junta de Oficiales y a su director, Antonio Martín Mesa, que me concede la encomienda de esta presentación, y a los socios y público en general que nos honran con su presencia.
En efecto para recibir en esta tribuna al escritor ubetense afincado en Sevilla, Salvador Compán, he querido otorgarle en mis primeras palabras la relevancia que tiene en la que creo es su primera visita a esta institución, el faro cultural de la ciudad y de la provincia, por tanto me propuse desde el principio, dados sus méritos, no recibirlo de larga cambiada, usando un término taurino, sino hacerlo a portagayola, con unos versos del poeta de los poetas, San Juan de la Cruz, que estoy seguro que forma parte de su universo literario, desde la Úbeda íntima en la que nació y en la que Juan de Yepes se fue a cantar maitines al cielo, pero dejó en la ciudad su esencia que perdura al paso de los tiempos.
Ese poema de San Juan de la Cruz, ‘En una noche oscura’, que me aprendí de memoria como tantos otros del santo de Fontiveros, que es una de mis grandes debilidades, estoy seguro de que unen entrañablemente a nuestro invitado de hoy, que aunque en su calidad de profesor ha recorrido media España y parte del extranjero enseñando, su obra es una evidente demostración de que su pueblo y su provincia han prendido fuertemente en su corazón y en su apasionada manera de escribir. De Úbeda al mundo, de lo local a lo global, pero sin apartarse del camino, sin dejar de recurrir a los referentes que tanta curiosidad levantaron en aquel adolescente que soñaba con la vocación por la palabra al tiempo que descubría la exuberante belleza a cada paso y a la vez, porque ha sido nuestro sino en la historia, no entendía la fragilidad del desencanto, que seguramente vino para quedarse, mal que nos pese, y nos pesa.
Una suerte haber conocido y vivido la admirable atmósfera de Úbeda, la de San Juan de la Cruz, pero también de Cazabán, la de mi recordado maestro Juan Pasquau, de Antonio Muñoz Molina, de Joaquín Sabina, Jerónimo Maeso, Ramón Molina Navarrete, y un largo etcétera, y también, por supuesto, de personajes que imprimieron carácter, sobre todo en el Renacimiento, don Francisco y don Diego de los Cobos, de don Juan Vázquez de Molina, Beltrán de la Cueva, Alonso de Molina, y una interminable lista de próceres. La importancia de los pueblos y de quienes contribuyen a lo largo de la historia a darles la pátina que les concede una suerte de excelencia.
Esta primera conferencia de un ciclo en el que esta Real Sociedad Económica de Amigos del País pretende abrir los ojos a la cultura y a la sociedad en general sobre este Plateado Jaén que cantara Manuel Machado, el querido hermano de Antonio, busca con este inicial reclamo, de la mano de la literatura, la voz y la palabra de Salvador Compán, como indica el título de la conferencia que vamos a escuchar a continuación, “La casa sosegada” acaso enfrentarnos con la ilusión y la esperanza de quienes sueñan con un futuro mejor para la ciudad en la que viven, aprovechando la sugerente oportunidad que brindan, compatibles con otras efemérides que fueron igualmente importantes como hitos hasta llegar a ser lo que somos, los 1200 años de capitalidad que en este 2025 se conmemoran por parte de nuestro Ayuntamiento, extensivo a toda la ciudad y sus habitantes. No está en nuestro ánimo ni recrear la historia, ni tampoco reescribirla, lo que brindamos es colaboración, la que corresponde a esta Real Sociedad con 238 años de historia, nacida bajo el sello de la Ilustración y cuyo acontecer ha corrido parejo a la vida de Jaén, y además muchos personajes que han sido relevantes en la ciudad en todo este tiempo estuvieron ligados a esta casa, y es una necesidad corresponder, más aún, contribuir a hacer una capitalidad pujante, orgullo de esta maravillosa provincia, podríamos decir que nobleza obliga.
Pero no me quiero alejar de nuestro personaje, Salvador Compán y su producción literaria, largamente premiada. Los Cuadernos de Viaje, finalista del Premio Planeta en el año 2000 y obras como El Guadalquivir no llega hasta el mar, Madrugada, Un trozo de jardín, Tras la mirada, Cuídate de los poemas de amor, Palabras insensatas que tú comprenderás, Corazón sin sueño, etc. Tengo la fortuna de haber leído gran parte de su creación literaria, me encantó, no podría decirlo de otra manera, su novela “El hoy es malo, pero el mañana es mío”, una bellísima historia de amor. Aunque su principal y mejor tributo a Jaén está recogido en las casi 300 páginas de su ensayo “Jaén, la frontera insomne”, del que supongo nos regalará argumentos esta noche, pero les adelanto que es uno de los mejores, si no el mejor, retrato al natural que he leído en muchos años sobre nosotros, es decir, Jaén y los jienenses, y que aunque abarca a todo Jaén, hace especial parada y fonda en esta ciudad de nuestros amores y de nuestras desdichas.
En este libro es donde el escritor Salvador Compán nos recuerda entre el amor y la melancolía que Jaén ha visto durante siglos pasar la vida. Y, claro está, justifica plenamente el título demostrando de qué modo esta tierra nuestra ha sido un territorio, aún lo es, donde las fronteras fueron incertidumbres, frágiles soldaduras para el autor. A quien no haya leído este ensayo y se considere amante de Jaén, le invito a que lo busque y lo disfrute, fue publicado por el Instituto de Estudios Jienenses de la Diputación hace algunos años y mantiene plena su vigencia.
Por otro lado conocía la producción literaria de nuestro invitado, por el amigo de ambos, que ya no está entre nosotros, el que también fuera alcalde de Úbeda, Arsenio Moreno, y su exitosa incursión poética. La poesía, dice, es un lugar al que me gusta acudir, y siendo jienense no es extraño que sus referentes sean, entre otros, Machado, Hernández y Lorca, aunque se sienta atraído por autores de la Generación del 50, la poesía de Ángel González, Caballero Bonald o Gil de Biedma. Obligado citar su poemario “Corazón sin sueño”, del que he rescatado de Diario de Sevilla la opinión de que se trata de un conjunto tan coherente como delicado, y asimismo muy destacada su faceta en las artes plásticas, tiene unos dibujos impresionantes, que alguna que otra vez nos regala a sus seguidores en las redes sociales.
Le voy a recordar, por si se ha olvidado, que la primera vez que nos vimos fue el 15 de octubre del año 2000, en Barcelona, la noche del día de Santa Teresa, cuando que quedó finalista del Premio Planeta, al que yo asistí durante más de diez años representando como enviado especial a mi grupo de comunicación. El importante acontecimiento me permitió saludar y entrevistar a Salvador y departir con él y con su distinguida esposa María Jose, y todavía tengo vivo el recuerdo de él tan emocionado, y yo por supuesto al conocer que la novela distinguida, “Cuadernos de viaje” estaba ambientada en Jaén. Se sumaba a otros autores comprovincianos que ascendían al Planeta, como el primero de ellos, Juan José Mira y después Juan Eslava y su paisano Antonio Muñoz Molina.
Jaén, la fontera insomne, el libro más jienense de Salvador Compán, es una impresionante radiografía de nuestras fortalezas y nuestras debilidades, un imprescindible análisis donde se conjugan el amor y el desamor, y donde describe admirablemente que la fisonomía de Jaén se mantiene fiel a la memoria difícil, a veces sufrida y heroica, y a veces ominosa. Qué bien, y me agrada tener la oportunidad de decírselo personalmente, porque es algo que siempre me rebeló, como cuando alude con todo detalle a la visita a Jaén de Isabel II, en 1862, un ejemplo entre cientos, y el gobernador de entonces, se dirigía a la soberana definiendo a la ciudad de esta manera: “Menos bella que las demás provincias andaluzas, es hoy la afortunada por ser la primera que tiene el honor de recibir a su reina”. O relata, y esto sí lo he contado en esta tribuna en una conferencia, aquella memorable carta del prohombre de Jaén, José del Prado y Palacio, al cronista oficial de la provincia, Alfredo Cazabán, con este texto: “Jaén, por ahora, no puede aspirar a ser entre sus hermanas andaluzas una ciudad de primer orden en los aspectos de la vida material, sería una locura soñar con algo que pudiera ser emulación de la vida comercial o industrial de Sevilla, de Málaga, de Córdoba”.
Los favores a Jaén, como la visión de algunos escritores románticos con la complicidad de muchos de los nuestros. Lo que el conferenciante llama los favores que se dan en los pasillos de tu casa, o mejor aún, lo que denomina con mucho acierto como el “Síndrome de Homero”, es decir, estar llena de méritos y no verlo, histórica y asfixiante ceguera, viejas renuncias envueltas a veces en bella palabrería, que ha sido como una gran muralla hacia un mejor destino, aunque para nuestro orgullo se mantienen intactas muchas verdades de Jaén que como nuestra hermosa Catedral, son resumen de esta ciudad, dice Salvador Compán, expresión de belleza y de poder. Y de hecho hay una frase muy elocuente, que comparto, y que dice mucho de la sensibilidad del conferenciante, que nos viene muy a propósito en este preciso momento: puede que en gran parte el futuro de Jaén se encuentre en su pasado.
Pues eso, el futuro se encuentra en el pasado que nos anima a hacer de Jaén una Capitalidad sin fronteras, con un desarrollo en todos los órdenes que, como afirma el conferenciante de esta noche en su excelente ensayo, meta sangre en el latir de la ciudad y salga de la escena el resignado “ea” como un signo de rendición y desánimo. Espero y deseo que estemos aterrizando en la hora de Jaén, y por pedir que no quede, lo que la ciudad necesita es una especie de nuevo Renacimiento para despegar y ser lo que realmente debemos ser.
No podíamos tener mejor padrino para iniciar esta empresa de ayudar a que la Capitalidad aproveche la grandeza de su historia para encarar su futuro que la persona que con más brillantez y capacidad analítica ha buscado en nuestras entrañas para ayudarnos a conocernos y entendernos. La casa sosegada, es decir, serena, tranquila, que nos invita con carácter urgente a pasar de la vehemencia al sosiego, porque cualquier proyecto sólido de futuro requiere a la vez de compromiso, decisión y templanza. El futuro no se improvisa.
Lo diré otra vez con los versos de San Juan de la Cruz, ahora en su Cántico Espiritual:
Descubre tu presencia
y máteme tu vista y hermosura;
Mira que la dolencia de amor no se cura,
Sino con la presencia y la figura
Para nosotros, sin duda, la palabra Jaén es una palabra muy hermosa. Espero y deseo, creo que compartido por esta institución tan jaenera en la que nos encontramos, que el nombre y la Capitalidad de Jaén empiecen en este año de gracia de 2025 a levantar el vuelo camino del esplendor. Está en manos de los políticos, pero las sociedades dinámicas no pueden ni deben abdicar de su responsabilidad. Jaén, siempre Jaén. La ciudad sosegada que nos presenta aquí y ahora Salvador Compán. Bienvenido a tu casa.