Por ANTONIO GARRIDO / Es muy oportuna la reacción de varios estamentos, en torno al problema de la despoblación, que en estos días se pone de moda porque el Instituto Nacional de Estadística, INE, actualiza los datos del censo y nos topamos con verdades como puños. Hasta hace muy poco, no digo que no se haya tomado en serio, pero no se ha considerado como un problema a incluir entre las prioridades, porque a lo mejor los datos no se consideraron alarmantes, y lo son, pero además la tendencia sí tiene que preocupar y es la que dice bien a las claras que hay que prestarle mucha atención, y preferente, a este problema. De modo que hay que valorar positivamente todas las acciones que han promovido en los últimos tiempos el CES Provincial, la Universidad, la Fundación Estrategias, y algunos otros organismos, para afrontar los riesgos de la despoblación que viene antes de que estallen sus efectos adversos, especialmente en el medio rural, aunque también ocurre en las grandes poblaciones y en la propia capital de la provincia que en pocos años se ha dejado en torno a 4.000 habitantes por el camino, aunque en el pasado ejercicio la situación haya mejorado levemente. Suma y sigue. Por tanto es llegado el momento de describir la realidad que se vive en este instante y de las previsiones que se estiman, y en consecuencia poder definir las medidas a adoptar. La política casi siempre va a remolque. Se da el caso, que ya ha salido a relucir en otras ocasiones, de que Jaén junto con Córdoba, son las dos únicas provincias andaluzas en la que la despoblación puede hacer estragos, no en el resto de la comunidad, y desde luego en Jaén con más fuerza, ya que para nuestro territorio el pronóstico de pérdida se calcula en alrededor de un 7% de los habitantes, cuando en Córdoba sería la mitad. Significa por tanto, que al paso de 15 años los 619.055 habitantes con que hoy contamos en el conjunto de la provincia se convertirían en alrededor de 575.000. En el caso contrario sitúan las prospecciones del INE a las provincias de Almería y de Málaga, seguidas por Huelva, Granada, Sevilla y Cádiz. Jaén, el peor pronóstico.
La situación real de la provincia, con una enorme cantidad de municipios en regresión demográfica, y, lo peor de todo, la pesimista previsión de estudios acreditados que de aquí a 2040 pronostican una pérdida de casi 45.000 habitantes en el territorio, datos del Instituto Nacional de Estadística que creo que son motivos suficientes para tomarlo muy en serio. En efecto, no podemos esperar sentados a que el futuro nos sorprenda, porque es nuestra obligación reclamar actuaciones y medidas de prevención a las administraciones competentes, y desde luego los poderes públicos no pueden dejar esta herencia a políticos que vengan después, primero porque sería una enorme irresponsabilidad, y, fundamentalmente, porque el Jaén de ahora es el obligado a poner medios para que las generaciones que vienen detrás, empezando por nuestros propios hijos y nietos, se encuentren con un Jaén mejor. Ocurre con mucha frecuencia en la política que los asuntos de mayor dificultad se transfieren, en tantas ocasiones vemos que los políticos no divisan un horizonte superior a las próximas elecciones, cuando lo que hace grande a los responsables públicos es que su obsesión sean las nuevas generaciones. Y sí, ya lo creo que me apunto a la filosofía de no entrar en la dialéctica del lamento, pero tampoco del conformismo, y claro que el futuro puede deparar oportunidades, en una provincia con tantas fortalezas como es la nuestra, pero al mismo tiempo las oportunidades que tuvimos en el pasado viendo pasar trenes en marcha que no hicieron parada en Jaén, esas no volverán y lo digo porque ese discurso de la memoria se olvida fácilmente.
Estamos terminando la cuesta de enero y en el ámbito socioeconómico hay noticias buenas y otras que lo son menos. La buena o la mejorada, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que se han hecho públicos hoy, certifican que en el último trimestre del año 2024 el paro estaba medio controlado por la aceituna, nada que pueda sorprendernos, porque si la campaña de recolección y la Navidad no son capaces de rebajar el desempleo, apaga y vámonos. Estamos en una tasa de paro del 17,38%, en la estadística, muy lejos del 30% de no hace tanto y de encabezar todos los registros referidos al mayor paro de España, no obstante nos distinguimos por tener una de las cotas más altas del país (que cuenta con una media del 10,61) y en Andalucía vamos detrás de Cádiz (20,97) y Granada (19,99). Dicho de este modo parece que debiéramos alegrarnos, pero hay que ser conscientes de que seguimos en el furgón de cola o a la cabeza, según se mire. Eso sí, no me creo del todo que ese paro haya desaparecido por arte de magia, escucho a los expertos pero no me aclaran demasiado, en mi opinión, igual me equivoco, aquí hay cocina, pero por otra parte también pienso que resulta un tanto absurdo engañarnos como si jugáramos al solitario. No pretendo hacer de esto un drama, pero pongo por delante mi escepticismo.
La Junta de Andalucía nos anuncia que avanzan los trabajos y que este año tendremos tranvía. He leído la noticia con cierta prevención porque no hay ningún párrafo que sea rotundo. Hace meses recuerdo la polémica cuando unas veces se hablaba de principio de 2025, que obviamente no es así, o de mitad de este año. A la vista de la prudencia que se mantiene desde la administración estaría por asegurar que en este año también es posible que no veamos circular el sistema tranviario por nuestras calles. Mientras tanto, la parlamentaria socialista Mercedes Gámez, sigue insistiendo en el bajo nivel de cumplimiento de las inversiones provincializadas por el gobierno autónomo para el pasado año en la provincia, y las estima en un 11%. No tengo motivos para dudar, de todas formas los que deben tener la información puntual podrían mostrarla. Por desgracia en Jaén sabemos dos cosas. Una, que siempre nos toca el perder con los presupuestos, da igual que sea de Madrid o elaborados desde Sevilla. Y para más inri, nos los venden como lo más de lo más, y a la hora de la verdad los incumplen. ¿Y qué me dicen de la terminación del carril bici en la Ronda Sur? Los políticos son como niños. Un día lo visitan los responsables públicos del PSOE, el subdelegado del gobierno y el alcalde, entre otros. Otro día, a continuación, hacen lo propio la consejera de la Junta y sus delegados. Podían haber ido juntos a hacerse la foto, sobre todo teniendo en cuenta que se han invertido fondos europeos, sí, esos que todos pretenden hacer suyos y que en todo caso gestionan y punto. A Jaén viene poco dinero directo salido de los presupuestos de las administraciones. Si algo sale a flote casi siempre lleva el sello de Europa, bien los Next Generation u otros programas. Y acabo de leer que el partido Por Andalucía pide a la Junta y a su presidente que reivindique para Andalucía la gestión íntegra de las competencias ferroviarias. Qué barbaridad, lo que nos faltaba, la política ficción. Mira que nos va fatal con Madrid, peor imposible, pero liderar desde la Junta toda la gestión del tren no lo veo ni en sueños.
Y para final, la maldita hemeroteca. Hoy me recuerda que en esta misma fecha, hace tres años, Jaén Merece Más, en la actualidad aliado con el PSOE en el gobierno municipal tras la moción de censura, lamentaba que el pleno del Ayuntamiento hubiera abandonado los intereses de la ciudad al rechazar personarse como acusación particular en la denuncia penal admitida en los Juzgados de Madrid por el Plan Colce. Entonces gobernaba el PSOE con Ciudadanos y Jaén Merece Más era aún Plataforma Ciudadana. En aquella ocasión JM+ denunciaba cómo los grupos municipales encabezados por PSOE y PP se escondían detrás de un informe de los servicios jurídicos, por causas diferentes aunque coincidentes, la disciplina a los respectivos partidos, para no afrontar la obligación de defender Jaén. Para una gran mayoría el Colce es página pasada, para otros entre los que me cuento, se perdió una excelente oportunidad histórica. Por mucho que el Cetedex nos lo metan por los ojos como un gran proyecto, y lo es, ojalá vengan muchos más así, el gran salvavidas de Jaén era el Colce, lo tengo meridianamente claro, y cada día más. Nos han dado un premio de consolación, pero el “gordo” nos lo robaron. Lo que son las cosas, quienes se pelearon a su costa hoy son socios, pero daba igual con el PP, porque los populares también se posicionaron en apoyo de Córdoba, incluido el tan admirado por la dirigencia jienense, Juan Bravo, que estuvo en la foto hasta que le advirtieron que debía salir de ella en estampida. No sé qué pensará de todo esto María Cantos, que vivió en primera persona la pesadilla, el mundo al revés, la única que se partió la cara por una causa justa es la que se vio obligada a autoinmolarse, pues ni siquiera le abrieron las puertas de la misma Plataforma en la que ella misma estuvo de fundadora. Esto es historia política de Jaén, pero colorín colorado...
Foto: Dicen desde la Junta que este año habrá tranvía. Todavía no me lo creo. (EUROPA PRESS)