Por ANTONIO GARRIDO / Quedan pocas semanas para que finalice el mes y el año, y todo hace indicar que hasta entonces va a estar animada la crónica política. Todas las miradas están puestas en el gobierno de la Junta de Andalucía y más concretamente en el resultado final de los Presupuestos de 2025 para Jaén después de los anuncios de enmiendas y de negociación. Hoy se ha iniciado en el Parlamento el debate sobre el estado de la comunidad y el presidente, Juanma Moreno, que sí ha reconocido evidentes rémoras en la sanidad andaluza, las mismas que niegan sistemáticamente sus inferiores, ha comprometido que tendremos respuesta del médico de familia en un plazo no superior a 72 horas. Lo que ocurre es que la fórmula es poco convincente, porque puede valer para una urgencia o una cuestión puntual, pero lo lógico es poder tratar con el profesional que cada uno tenemos asignado porque conoce la historia y en la mayoría de los casos reconoce a sus pacientes. Quizá podría ser un mal menor mientras se aclara el sistema, pero no deja de ser un parche, si bien, insisto, es mejor que nada. El presidente, con referencia a la provincia de Jaén, ha anunciado un plan extraordinario de empleo por importe de siete millones de euros, que para la oposición socialista se trata de un brindis al sol, y para Jaén Merece Más es una respuesta a sus demandas, es decir, se lo adjudica, por si acaso vienen las rebajas. Lo que ocurre es que el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, organismo que sí se compromete todos los años con el empleo aunque su presupuesto es limitado, lleva meses urgiendo un plan como Dios manda para Jaén.
Menos es nada, pero siete millones en un territorio en el que cuando finalice la campaña de aceituna se espera, como todos los años, una dolorosa cuesta, puede ser un esfuerzo a medias. De todas maneras en la lucha contra el desempleo tienen que mojarse el conjunto de las administraciones. Lo dicho, dentro de poco sabremos el reparto provincializado de la tarta y será entonces cuando se pueda hacer el diagnóstico. Nos preocupa el tema concreto de la Universidad, tras la conferencia de prensa conjunta de ayer por parte de los rectores de las universidades públicas, mañana va a comparecer en solitario el rector de la UJA, Nicolás Ruiz. Esta batalla entre Junta y universidades no es deseable, además nunca se ha llegado tan lejos, es un pulso en el que el gobierno, los consejeros competentes, de Universidades y de Hacienda, y en última instancia el presidente, han actuado con la fuerza que otorga el poder político. Ojalá que lo que mañana anuncie el rector no sea una declaración formal de desencuentro para acudir a la vía legal, como se ha anunciado, sino un principio de acuerdo. Si no mejora el panorama quien gana es el descrédito y la imagen de Andalucía, todo por el incumplimiento de un compromiso que está escrito. Una llamada a la responsabilidad.
Por lo que se refiere a la política con sello nacional, el ministro Óscar Puente sigue anunciando mejoras en la Alta Velocidad andaluza, ahora se trata de un estudio de viabilidad entre Sevilla y Huelva, lo que nos recuerda el larguísimo plazo de otro similar para Jaén, del que nunca más se supo. Hoy lo ha denunciado Jaén Merece Más, que de nuevo quedamos descolgados de los proyectos gubernamentales, y es una buena oportunidad para que los que siempre reivindican mirando a Sevilla tengan el gesto de protestar en todas las instancias en las que nos estamos jugando proyectos, y lo del tren es bochornoso y en bastantes años no se ha visto una acción decidida, ni un político que sea capaz de irse a Madrid no para dar abrazos y parabienes sino para reclamar en nombre de Jaén y de los jienenses, también de sus propios votantes, que quiero suponer que son perjudicados en la falta de infraestructuras de comunicaciones impropias del siglo XXI. No me refiero ya al papel mojado del excelente informe del CES Provincial, que ha sido la historia de una frustración, de una derrota política, porque no se supo vender un trabajo bien elaborado que a día de hoy tendría que haber obtenido ya hechos, y ni están ni se le esperan.
La Justicia es lenta, pero al final todo llega. Se ha conocido el pronunciamiento del TSJA a la querella presentada en su día por el PSOE de Jaén contra el presidente provincial del PP y parlamentario andaluz, Erik Domínguez, a propósito del audio enviado por este en su día a un destacado miembro de Ciudadanos, en torno a las bases para proveer el puesto de gerente del Consorcio Metropolitano de Transportes, que tanta polémica suscitó en su momento. Ya señalé que el asunto, desde luego nada ejemplar en un dirigente con tanta responsabilidad política, carecía de recorrido jurídico, como así ha sido, si bien el tribunal andaluz valora negativamente la conducta, “irregular” es el término que utiliza, pero del mismo modo sostiene que los hechos denunciados no tienen encaje en ningún tipo delictivo. El presidente del PP aprovecha para calificar de campaña de acoso y derribo la que mantiene contra su persona el PSOE de Jaén, que por cierto ha anunciado que va a recurrir el fallo del TSJA, sostenella y no enmendalla, además de solicitar su dimisión, pero si se usa esta vara de medir para pedir dimisiones por poco que se escarbe en poco tiempo nos quedamos huérfanos de políticos, porque si hay algo que sobra es el exceso, pero en ambas direcciones, así que mejor usen la prudencia y dediquen las energías en algo más útil y sin tanto tinte electoralista que se les nota demasiado. La relación entre los dos partidos sigue muy enconada y así va a continuar hasta las próximas citas electorales y obviamente después, en fin, imposible que se pongan de acuerdo, nunca lo han hecho, para hacer que Jaén avance. El uno por el otro, suma y sigue en lo que a los partidos más les gusta y lo estamos viendo constantemente en el ámbito nacional, la judicialización de la vida política, buscando réditos y en ocasiones hasta a sus señorías de alto nivel de comprensión. ¡Ay Montesquieu!
Por lo demás el PSOE pretende hacer valer su peso político en la organización en Andalucía ante el próximo congreso regional, y Reyes aparece siempre en los medios como un factótum, el candidato a secretario general, sea Juan Espadas u otro, mejor que tenga el respaldo de Reyes y de Jaén. El día 20 se va a reunir aquí el Comité Director y tras él comenzará la cuenta atrás para renovar la dirigencia del partido, pero ha de ser con vistas al medio plazo, en este momento el reinado, según dicen las encuestas, lo posee Juanma Moreno, de quien la portavoz de los populares en el Ayuntamiento y concejal de Presidencia, Mónica Moreno, afirma hoy en un comunicado que representa la moderación frente a la crispación. Moreno Bonilla no es el mismo de cuando empezó esta aventura de gobernar, hace unos cuantos años, pero por encima de los problemas a los que se enfrenta, sería injusto no reconocerle que en lo esencial mantiene su talante que es el que le encumbra, de hecho él es valorado muy por encima de problemas serios, como el de la sanidad. Cierto que muchas veces hay que distinguir entre los verdaderos méritos propios y los deméritos de los que lo critican y son el recambio. En fin, creo que tenemos Juanma Moreno para rato, al menos hasta que el PSOE sea capaz de armar una alternativa sólida, hoy inexistente, y tampoco se atisba en el firmamento. La alternancia es un valor democrático, pero es el pueblo el que decide. En fin, todo está impregnado de política, lo malo es concluir que en la mayoría de los asuntos que se están moviendo esa política actúa de espaldas a Jaén, por mucha rabia que sienta al escribirlo.
La Junta tiene, además, la asignatura pendiente del Conservatorio Superior de Música. Siguen las protestas, y no se entiende que se pretenda hacer funcionar un centro de estas características sin la adecuada dotación de instrumentos. La comunidad educativa no hace más que demandar que cuando el Conservatorio abra sus puertas se garantice una enseñanza de calidad. ¿Es eso mucho pedir? Y quien va a pedir explicaciones a la Junta es VOX y su parlamentario por Jaén, Benito Morillo, que no ve con buenos ojos un fenómeno que ya se está dando en algunas zonas de la provincia, como es la expropiación de olivos para instalar en lugar de ellos plantas fotovoltaicas. Como entre la fiebre podemos desvestir un santo para vestir a otro. Más problemas.
Por otro lado no sé si recuerdan que hoy, día 11 de diciembre, se cumplen siete años de la inauguración oficial del Museo de Arte Íbero, una ocasión en que la Junta de Andalucía quiso tirar la casa por la ventana, y bien que lo merecía tras una espera de más de veinte años, hasta el punto de que Susana Díaz consiguió la presencia del Rey Felipe VI en el acto montado por todo lo alto. La Consejería de Cultura quiso hacer del momento una fiesta, un baño de masas para tratar de convencernos de su continua atención al territorio. La ciudad le siguió el juego y allí estaba el todo Jaén. Hay una verdad incontestable, objetiva, y es que la espera había merecido la pena en el sentido de que se ha creado en la ciudad un espacio museístico de una gran categoría, asimilable a los mejores que puedan existir, bien es cierto que en varios años el único logro que el anterior gobierno andaluz podía exhibir en la capital era este Museo y el Centro de Salud de Expansión Norte, dos obras que se eternizaron y que llegaron a exasperar a los jienenses.
Y en el caso del Museo Íbero, tan bonito, tan especial, tan singular, porque lo es, con el añadido de que abría sus puertas con una exposición temporal y que para poder disfrutar de su exposición permanente había que esperar, según se decía, hasta el año 2021, en el mejor de los casos, y a la vista está que se quedaron cortos, muy cortos, porque el año 2025 llega en unos días y aún queda trabajo por realizar, sobre todo el proyecto museográfico, eso sí, centenares de piezas ya llegaron y están siendo clasificadas para en su día exhibirlas. Cuando todo haya terminado merecerá la pena una pausada visita a nuestra riqueza íbera. En fin, aquella puesta en escena de hace siete años fue una mentira, tal vez piadosa, que nos tragamos los jienenses con tal de recibir la nueva infraestructura cultural. En su descargo hay que decir que al menos no se cerró el edificio tras la muestra temporal inaugural y que el Museo Íbero está teniendo vida de forma continua y es el escenario de muchas actividades relacionadas con la cultura que tienen lugar en Jaén, pero es obvio que no es un Museo, aunque se han hecho grandes esfuerzos por suplir las carencias con imaginación, todo hay que decirlo.
Todo lo demás, incluido el anuncio de que será un museo de la red estatal, que puede que sea cierto, por ahora es solo un deseo. Queda decir que tanta publicidad se hizo con la inauguración, hace siete años, que llegan visitantes deseosos de conocerlo y se llevan una decepción impresionante porque anhelaban encontrar algo diferente. Si no fuera por las actividades que alberga, y menos mal, ya sería un edificio fantasma. Al menos eso hay que reconocerlo, se le da vida y se nos hace más corta la espera. La Junta sigue haciendo anuncios de vez en cuando, que ya llega, el caso es que en Jaén otra cosa no, pero estamos acostumbrados a esperar, han sido siete años, pero me temo que tampoco sea en el que pronto estrenaremos.