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Por ANTONIO GARRIDO / Desde que se viene celebrando el Día Internacional contra la Violencia de Género hemos agotado todos los argumento a la hora de tratar de llamar la atención sobre uno de los problemas más graves a los que se enfrenta en este momento nuestra sociedad, porque son demasiados los casos de mujeres víctimas de esta lacra, este año van ya alrededor de 40, y detrás de cada situación hay dramas lacerantes, hay en tantas ocasiones hijos y familias, y contemplamos con impotencia que a pesar de que no se están regateando medios el resultado es insatisfactorio.

Esta cruda realidad no debe pasar desapercibida ahora que estamos en plena celebración, sobre todo la escalofriante escalada de la estadística que nos dice que los malos tratos se siguen dando y que no respetan edades, igual se dan en parejas mayores que muy jóvenes, y plantea un diagnóstico preocupante, que invita a lamentarse y al mismo tiempo a no cruzarse de brazos.

Por eso se agradece la proliferación de movilizaciones y actos de todo tipo, como los que hoy mismo se han desarrollado en Jaén, protagonizados por las instituciones y diferentes colectivos, centros educativos, etc., porque todo es bien venido cuando el denominador común es el de sumarse a la respuesta que se demanda contra el terrorismo doméstico, aunque hay que lamentar que las instituciones no sean capaces de ponerse de acuerdo ni para esto transmitiendo un mensaje único. Muchos mantenemos la opinión de que contra este tipo de violencia mejor todos juntos, pero la política ni para esto es capaz de ceder, cada cual ha celebrado su correspondiente acto y flaco favor se le hace así a la causa.  Aunque es verdad que por lo general los unos acuden a los actos de los otros, al menos hay una respuesta institucional, si bien resulta insuficiente.

Lo diremos alto y claro, o este es un problema de toda la sociedad o costará mucho trabajo erradicarlo. Es esperanzador que en los colegios se tome conciencia, porque es desde la base donde a medio plazo el trabajo puede resultar definitivo y duradero. Y por esto hay que concienciar con muchas campañas mientras nos seguimos preguntando ¿qué más podemos hacer? Es importante que los parlamentos y los gobiernos, de la nación y de las autonomías, estén tratando de avanzar en las medidas, porque las que hay, siendo muchas, no parecen suficientes. Es una prioridad aislar a tantos cobardes criminales, que son escoria, y es fundamental llegar a tiempo antes que las situaciones sean irreversibles. Es necesario que los jueces sean muy sensibles, que las mujeres denuncien sin miedo y que la sociedad entera no mire hacia otro lado cuando perciba que hay indicios de peligro para alguna mujer.

El de hoy es un día muy oportuno para expresar la solidaridad con todas las mujeres que han muerto víctimas de este cáncer social de la violencia de género, también con las que sufren este mal y para sugerir a las administraciones y a todos los ciudadanos, que estemos unidos en esta lucha, porque es la única arma para vencerla, y ojalá que esto sea muy pronto.

Estas fechas de noviembre nos recuerdan que en 2017, la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” consiguió, y no fue tarea fácil, sentar en una misma mesa a los representantes de las fuerzas políticas con presencia entonces en el Parlamento de Andalucía, con asistencia de líderes provinciales de las mismas formaciones, todo ello con la intención de pedirles a todos que trasladaran a los gobiernos de Madrid y de Sevilla la necesidad de un Plan Especial para Jaén. Siete años después seguimos sin ese plan que algunos responsables públicos, como el hoy presidente de la Junta, Juanma Moreno, prometieron en campaña.

Todos sabemos el encanto que tiene nuestra bellísima Catedral, de hecho no hay político que pase por Jaén que no sienta curiosidad por conocer el monumento. Las hemerotecas están plagadas de imágenes de políticos de todos los colores posando ante la fachada de nuestra seo. En aquella ocasión que rememoramos hace siete años, dado el carácter casi histórico, y sin casi, de la cita, tras barajar varios posibles escenarios se eligió sin duda el mejor, las Galerías Altas del emblemático edificio tan querido por los jienenses. La plataforma llevaba poco tiempo de rodaje y conseguir sentar en una misma mesa a todo el espectro político fue un éxito de calado, de hecho se repetiría una escena parecida con posterioridad en Sevilla.

Jaén Merece Más” presentó una propuesta muy clara, que conviene recordar: “Aquí (con Jaén) tienen que implicarse el Gobierno y la Junta…no debe haber guerras políticas, sino un proyecto común, porque los datos oficiales reflejan la triste realidad de que Jaén está en la UVI y hay que atenderla sin demora”. Y los objetivos inmediatos, que eran: revertir la situación enquistada de la lacra del paro, la sangría poblacional, ausencia de industria, etc., así como que cada administración cumpliera con sus promesas incumplidas tras lustros de espera. En siete años esta situación no se ha mejorado, en algunos casos incluso ha empeorado, y la culpa, claro está, no es de los convocantes, sino de los convocados, algunos de los cuales ni siquiera están ya en el ruedo político, pero con respecto a las grandes carencias denunciadas los avances no han existido. Dicho más claro todavía, nadie desde la política ha cumplido con Jaén, empezando por quienes entonces estaban en el poder, de ahí posiblemente la llamada al orden en las urnas.

Jaén ha tenido una cita con otra de sus viejas tradiciones que ha hecho suya el pueblo, la fiesta y romería de Santa Catalina, que además ejerce como copatrona de la ciudad. En las últimas fechas han tenido lugar los actos preparatorios de la jornada vivida el sábado en el Cerro, para honrar a la imagen, como viene haciendo su cofradía y para dar cuenta a continuación de una riquísima jornada gastronómica en la que se degustaron diferentes productos, entre los que las sardinas son cada año la estrella, de hecho se han vendido estos días en los mercados de la ciudad miles de kilos con lo que estaba asegurado el éxito de la cita, en la que, siempre que el tiempo acompaña, y así ha ocurrido este año, congrega en los alrededores del Castillo a centenares de personas que no quieren perderse estas celebraciones tan populares y al mismo tiempo tan jaeneras.

La fiesta ha ido contagiando con el tiempo a colectivos y establecimientos de la ciudad con lo que este día de Santa Catalina tiene ya varios escenarios festivos, que es algo que en principio no es negativo, al contrario pensamos que es bueno que quienes no puedan desplazarse al Cerro procuren mantener el espíritu de la celebración, aunque del mismo modo hay que tratar de mantener en todo lo alto tal y como se encuentra ahora una de las tradiciones más arraigadas de nuestro pueblo.

Las tradiciones y costumbres son sagradas e intocables. Es más, creemos que ha llegado el momento de seguir promocionando con tiempo esta fiesta y romería, no porque pueda correr peligro, sino porque es necesario inculcarla a las nuevas generaciones para que se impliquen y se comprometan con ella y, en definitiva, estén preparados para hacer el relevo en su momento para seguir difundiendo esta antiquísima tradición de la ciudad.

Foto: Un momento de la celebración de los actos con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, en la Diputación Provincial de Jaén.

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