«He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos»

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos» (Charles de Gaulle). Esta afirmación del que fuera primer ministro francés entre 1944 y 1946, que vino al Parador de Jaén a escribir sus memorias, nos viene muy bien para lamentar, con motivo de la tragedia de DANA, el cruce de declaraciones entre políticos que no se saben comportar ni siquiera cuando hay un asunto que es de Estado y además grave, muy grave, porque se han perdido centenares de vidas humanas. Creo que los españoles hubiéramos agradecido mayor celeridad y unidad, no es posible entender que la política y el servicio que han de prestar las administraciones parezca a veces más un problema que una solución. Es lamentable decirlo, pero como ya ocurriera en situaciones difíciles, como la propia pandemia, el pueblo, que tantas veces parece anestesiado, dormido, es capaz de ponerse al frente y dar muestras de extrema generosidad y diligencia, como la que en los últimos días se está derrochando en la propia provincia de Jaén, que merece como siempre matrícula de honor. Cuando me refiero a la política lo hago en general, no hago distingos, hay excepciones, por supuesto, pero la imagen que han proyectado es pésima. Como país deberíamos hacérnoslo mirar… “El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad” (Albert Einstein). Y es que como viene a decir el célebre científico y ocurre en nuestros días, nos encontramos con frecuencia con situaciones donde la injusticia y a veces la maldad pasan por delante sin que hagamos nada por evitarlo, y tantas veces soltamos esa frase de “eso no va conmigo”. Siempre habrá gente mala, cierto, pero no podemos dejar que triunfen… Además un día como hoy, en 1856, nacía en Santander Marcelino Menéndez Pelayo, escritor, filólogo e historiador de las ideas, que fue nominado a Premio Nobel de Literatura y era, entre otras distinciones, miembro de la Real Academia de la Lengua. Fue notable por su erudición y su prosa elegante y flexible y se le considera uno de los más importantes historiadores españoles, por su estilo y capacidad crítica. Le recordamos en estas dos frases de las que es autor: “Esta pasión que vencedora rige mi fe, mi corazón y mi albedrío, ni darán tus sonrisas paz al alma, hasta que en ti sus claros ojos fije la eterna luz del pensamiento mío” y “¡Qué lástima morirse, cuando me queda tanto que leer”… También un recuerdo para el novelista, aventurero y político francés André Malraux (3 de noviembre de 1901), personaje representativo de la cultura francesa en torno al segundo tercio del siglo XX, y en su vida se confunden la propaganda del político y la realidad de los hechos históricos que vivió. En España es conocida sobre todo su obra La condición humana. No le faltaron adeptos, pero tampoco críticos poco indulgentes que le calificaron como novelista mediocre y ensayista lenguaraz y jactancioso. Nunca llueve a gusto de todos. Dos frases de Malraux: “La tradición no se hereda, se conquista” y “En un universo bastante aburrido, hay algo que no lo es: lo que podemos hacer por los demás”… Cambiando por completo de registro, ponemos la atención en otro personaje que hoy cumple años, se trata de Anna Wintour (1949), una de las mujeres más poderosas del mundo de la moda, editora jefa de la edición norteamericana de Vogue, todo un icono dentro de su mundo. Wintour inspiró al personaje antagónico de la novela The Devil Wears Prada (El diablo viste de Prada), llevada al cine y tanto el libro como la película son una sátira del mundo de la moda. Dos citas que retratan bien a la periodista y directiva británica: “Hay un nuevo tipo de mujer ahí afuera. Aquella que no tiene tiempo para ir de compras, la que se interesa por los negocios y necesita saber qué, por qué y cómo” y “No me gusta la gente que dice sí a todo…Quiero tener a mi lado a personas con las que poder debatir, que den su punto de vista y que no estén de acuerdo en todo”…También el 3 de noviembre de 1971 fallecía en Linares el escritor y periodista Manuel Lozano Garrido, Lolo, que desde muy joven en la Acción Católica y después en su silla de ruedas y en los últimos años de su vida también ciego, fue un cristiano comprometido, que, como apuntó en su día el cardenal Foley, era un escritor que miraba a Dios cara a cara. En el proceso para su canonización, iniciado en 2007, por el momento nuestro San Lolo ya es beato desde 2010. La siguiente meta ha de ser el reconocimiento de la santidad. Una hermosa expresión de Lolo, recogida de su libro Bienvenido Amor: “Cada uno tenemos un Dios que pasea apaciblemente por dentro y fabrica luceros personales, florece sonrisas y marca dulces senderos”. Me siento orgulloso de ser desde hace muchos años miembro de la asociación Amigos de Lolo…Asimismo, otro 3 de noviembre, ya en 2009, fallecía a los 103 años el escritor granadino Francisco Ayala, que en su vida acaparó los premios más destacados, tales como el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Cervantes o el Princesa de Asturias de las Letras, además de haber sido distinguido con el título de Hijo Predilecto de Andalucía. Su obra es muy extensa y tiene títulos sobresalientes como El boxeador y un ángel, Cazador en el alba o El jardín de las delicias. Tres frases de este autor: “La libertad no es una fruta al alcance de todas las manos”, “Los políticos de hoy no tienen la trascendencia que tuvieron los del pasado” y “La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente”…Una cita del poeta francés Víctor Hugo: “Cambia tu opinión, pero mantén tus principios. Cambia tus hojas, pero mantén tus raíces”. Y la final, que es de Marco Aurelio, y que deberíamos tener muy presente en nuestra conducta: «No lo hagas si no conviene. No lo digas si no es verdad».