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Por ANTONIO GARRIDO / Pues claro que sí, es la famosa frase de la película “Casablanca” en ese caso para defender el amor, y que nos recuerda a dos grandes del celuloide como fueron Humphrey Bogart e Ingrid Berman, insuperables. Pero con el tiempo se ha convertido en un mensaje emblemático, algo a lo que aferrarse, un grito de esperanza, y esto es lo que acaba de ocurrir en el vecino país, donde a última hora, en el último suspiro, han virado en la dirección de sus votos y lo que parecía hecho se ha cambiado como por arte de magia. Probablemente habrán pensado los franceses que los experimentos, mejor con gaseosa. La gobernabilidad de este mundo nuestro está en crisis, hay muchos personajes raros, por llamarlos amablemente, en puestos de gran responsabilidad, como todo el mundo conoce. Por eso, como decía Santa Teresa, mejor no hacer mudanza en tiempos de tribulación. Bastante tenemos ya con la que nos ha caído fuera y dentro. Siempre nos quedará París.

Y traducido a lenguaje e intereses estratégicos de la provincia, siempre nos quedará la Diputación, que acaba de hacer balance de su primer año de gestión en este nuevo mandato, uno más de la larga historia de la democracia en la que ni en una sola etapa ha dejado de regir los destinos en la institución supramunicipal. Que conste que la provincia tiene una asignatura pendiente de este periodo de 45 años, desde las primeras elecciones democráticas, que se diera la alternancia política en el organismo provincial, pero quienes deciden son los electores y el cumplimiento de la legalidad vigente, en consecuencia el PSOE no debe verse obligado a pedir perdón por ello. Y además no ha sido por falta de ganas, porque al actual presidente del Partido Popular, Erik Domínguez, no se le puede culpar de no haberlo intentado y a punto ha estado, pero el anclaje socialista, sobre todo en el medio rural, es fuerte y la “toma” del edificio de la Plaza de San Francisco llegará en cualquier momento, pero tampoco se aprecia, al menos por ahora, aunque la política tampoco son ciencias exactas y el pinchazo se producirá, nada es para siempre. Lo que también es cierto es que la trayectoria en la gestión de la Corporación Provincial de la mano del PSOE ha sido correcta en términos generales, y por lo que se refiere a la etapa que suma ya trece años de Paco Reyes, como le gusta que le llamen, aunque reconozco que me cuesta porque siempre le llamé Francisco al bedmareño, en centenares de artículos, seguramente hay motivos para la crítica, cualquier obra humana es susceptible y para eso está la oposición y la sociedad, para actuar vigilando y denunciando, pero si hay una institución que merezca tan pocos reproches esa es la Diputación y si hay una administración que esté cuando las demás desaparecen, esa es la Diputación. Tiene mucho mérito lo que hace, porque normativamente su papel es el de apoyo a las Corporaciones Locales, y en especial a las de los pueblos más pequeños que tienen mayores dificultades para llevar a cabo proyectos de transformación y de buen gobierno en el día a día, por eso se le suele conocer también como “ayuntamiento de ayuntamientos” y en esa labor prioritaria desarrolla su cometido utilizando criterios de equidad. De vez en cuando han surgido algunas críticas, pienso que más por razones políticas que de desconsideración, de todas maneras si actuara estableciendo métodos discriminatorios sería denunciable.

Foto: El gobierno de la Diputación Provincial, presidido por Paco Reyes, ha hecho hoy balance positivo de la gestión del último año en el organismo provincial, primero tras las elecciones locales de 2023.

La Diputación, lo he dicho hasta la saciedad, es un organismo del trío de instituciones que constituyen la tabla salvadora de la provincia, en algunos casos por razones distintas, pero la suma de las tres es muy beneficiosa para el territorio. Me estoy refiriendo con ella a la Universidad de Jaén y a la Caja Rural de Jaén. Cada una en la función que le corresponde, no hay ni primera ni tercera, solo que las tres son vitales e insustituibles. Hoy les hablo de la Diputación, que con un presupuesto que como cualquier otro es limitado, atiende a todas las obligaciones que son de su competencia, pero también a otras muchas que no lo son en sentido estricto, pero que lleva asumiendo durante muchos años en su papel de darle a la provincia el sitio que se merece. En este mismo momento se ha convertido y desde el primer día, incluso cuando nadie daba un euro por el proyecto, en la principal valedora del Cetedex del Ministerio de Defensa, pero no solo a efectos de publicidad y promoción, no, también de implicación, de inversión, de acción, hoy mismo se ha firmado una operación con Caja Rural, es más estoy convencido de que con el escepticismo casi generalizado con que se recibió el anuncio en diciembre de 2022, de no ser por Paco Reyes y la Diputación que preside hubiera sido imposible andar el camino con tanta firmeza como se ha hecho, de modo que a día de hoy está despejada la hoja de ruta, ha calado socialmente, aunque a algunos se hayan tenido que morder la lengua, como quien esto escribe, que reconozco que a estas alturas de la película no me fío ni de mi sombra, seguramente porque en las últimas décadas hemos sufrido no pocos desengaños.

¿Cuál es el motivo para señalar que siempre está la Diputación? Bien sencillo, mientras actúe como lo hace ahora me parece que está en la buena senda. Además del Cetedex, que es lo más reciente y que de golpe y porrazo se ha convertido en la joya de la corona, incluso creo que Reyes ha decidido aplazar su salida de la vida política para ver crecer el proyecto, sobre todo porque el PSOE, aunque públicamente lo haya confesado poco, sufrió lo indecible con el fracaso del Colce. Pero gracias a la Diputación la provincia cuenta con un Plan Estratégico, que no es una varita mágica que obre el milagro de sacar proyectos de la chistera, pero es un modelo que nos han imitado. Y eso que podría ser una mina si las administraciones competentes, sobre todo Gobierno central y Junta cumplieran inversoramente con Jaén, que clamorosamente no lo hacen. La Diputación está con la Universidad, también con el Deporte, no se olvide que promovió y pagó a medias el Olivo Arena; está con Geolit, se ha quedado en solitario con la Institución Ferial. Es fundamental su concurso para cada Expoliva, no digamos en la promoción de nuestro oro líquido con las fiestas del aceite y los Aceites Selección, asumió el impulso para la declaración del Paisaje del Olivar Andaluz como Patrimonio Mundial, que pasa por horas difíciles y con el deseo por parte de una Plataforma Social de recuperar el proyecto; creó el Día de la Provincia y la Fiesta de los Pueblos, y, entre otras muchas cuestiones ha sido un revulsivo para la promoción y conservación del patrimonio en todas sus manifestaciones, el arquitectónico y el natural, con clara incidencia en el turismo, incluso en la gastronomía. Más aún, está pendiente de las ayudas de los fondos europeos, es la primera en crear planes de empleo cuando otras administraciones desaparecen o aparecen poco, cuida de las políticas sociales de manera sensible, es un referente cultural y tiene al Instituto de Estudios Jienenses que es un paladín… Creo que es una administración que cuida todos los valores que atesora Jaén sin dejarse uno. Ahora toma una nueva encomienda, recuperar la vieja iglesia de Santo Domingo para la cual el Gobierno de España ha anunciado la adjudicación de casi tres millones de euros para este fin provenientes de la UE. Se trata de una obra largamente esperada y que merecerá atención aparte.

Dicho todo lo anterior, trato siempre de diferenciar, aunque paradójicamente se trate casi de las mismas personas, el papel del gobierno de la Diputación del gobierno del partido que la sustenta. En el PSOE provincial ya estamos en un panorama distinto. En algunos aspectos son coincidentes los retos en favor de la provincia, lo contrario sería ilógico, pero como partido su nivel de respuesta a las necesidades del territorio son distintas y en algunos casos decepcionantes. Mantuvo un silencio cómplice con el Colce, lo repito, y no ha tenido el valor, el peso político o la valentía de defender con más decisión la afrenta del ferrocarril, que es la espina clavada en la sociedad jienense, consecuencia de un maltrato histórico de los gobiernos, y en el caso que nos ocupa del PSOE de Pedro Sánchez, que hasta el momento ha hecho oídos sordos al famoso informe del CES Provincial del año 2017 que ofrecía las alternativas para salir de la situación de abandono histórico. De hecho, la Diputación acaba de apoyar en el último pleno una moción del PP, que por cierto no la presentó en tiempos de Rajoy, demandando que se acelere la alta velocidad. Hay actitudes que no necesitan palabras, pero el propio Reyes se ha lamentado públicamente de la situación del tren, claro que no lo han conseguido, en tanto que la sociedad jienense ha vuelto a su estado de resignación de siempre. Y luego nos piden desde algunas tribunas, políticas o no, que abandonemos el victimismo. Ea!!!

Imagen: Fotograma de «Casablanca», con Humphrey Bogart e Ingrid Berman: Siempre nos quedará París…

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