Por ANTONIO GARRIDO / Sí, hoy hace un año que se constituyó el nuevo Ayuntamiento y llegó a la Alcaldía un profesional que venía avalado por su gestión en la Junta y en otros servicios de las administraciones del Estado, que previamente se dio a conocer en una precampaña y campaña intensa en la que como pocas veces se ha visto estuvo entregado a la causa de ser conocido y formar parte del entramado político y social de la ciudad. Prueba conseguida. Naturalmente me estoy refiriendo a Agustín González Romo, el cabeza de lista en las elecciones de mayo de 2023 por el Partido Popular, que no resultó ser la lista más votada, pero sí la segunda y a pocos votos de diferencia con respecto a la primera opción, que fue la del PSOE encabezada por el anterior alcalde, Julio Millán. Las fechas previas a la toma de posesión de los nuevos corporativos y en consecuencia para elegir alcalde fueron intensas, Jaén Merece Más se convirtió, y era esperado, en el árbitro, que tenía que decidir y además hacerlo con argumentos porque cualquier decisión sería objeto de crítica, nunca llueve a gusto de todos y en esta ciudad tan dividida sociológicamente, supongo que como todas, un paso de estas características era delicado.
Al fin, aunque hubo diálogo a dos bandas, el partido que previamente había sido plataforma ciudadana, optó por el Partido Popular, en base a dos razones, a mi modo de ver: una, que en aquel momento en la población se daba por sentado que las siguientes elecciones generales las iba a ganar el Partido Popular y en ese panorama se alineaban los astros, porque los proyectos para Jaén se podrían reivindicar a dos gobiernos de un mismo partido. La segunda razón es que hubo más coincidencias con el Partido Popular, es decir, dirigentes y candidato a alcalde, y se concretó un denominado Acuerdo por Jaén, las famosas 100+1 medidas con planteamientos a corto, medio y largo plazo, que venían a ser los mandamientos para la gobernabilidad. Así se llegó al pleno del 17 de junio de 2023 que era el inicio del mandato. Después se repartieron las áreas de responsabilidad entre ambos grupos y empezó a funcionar el Ayuntamiento y ha transcurrido el año en el que ha habido prácticamente de todo para que estuviéramos entretenidos.
Aquel día de la constitución del Ayuntamiento ya dije que el nuevo alcalde, noveno de la democracia y quinto del Partido Popular, llegaba con toda la legitimidad con la unión entre dos fuerzas democráticas. Agustín González pasaba de la barrera de la gestión al ruedo de la Alcaldía, con Jaén al fondo. Creo que para él han tenido que ser doce meses muy intensos, porque se ha enfrentado en todo momento al “quiero y no puedo”, tengo la impresión de que si antes de llegar le habían explicado bien la situación real del Ayuntamiento, él no debió tomarlo tan al pie de la letra puesto que siempre fue optimista y valiente, además de un tanto ingenuo al ponerse en las manos de la divina providencia, que en este caso era la política que estaba ejerciendo en Andalucía el presidente Juanma Moreno. Quiero creer que en su buena fe pensó que con el “modelo Juanma Moreno” podría resolver problemas tan graves de la ciudad de Jaén como la enorme ruina económica. Ni lamentablemente ha sido así ni la complicidad anunciada por Moreno ha resultado tan contundente como de forma reiterada la anunció.
Con más detenimiento haremos en su día un balance de las conquistas del Acuerdo por Jaén, las 100+1 medidas, pero se puede resumir, en una primera impresión, en que en este primer año no ha dejado de ser un brindis al sol. Se han conseguido algunos avances, solo faltaría, las administraciones, por muy lentas que sean, y la Junta lo es y en grado considerable, de vez en cuando dan pasos adelante, y no hay que agradecerlos porque constituyen su obligación, esa es la política, dar respuesta a los problemas de los ciudadanos. Pero en este año, como ya he venido repitiendo hasta la saciedad, ni la Junta ni la Administración Central han hecho nada extraordinario para colocarlo en su correspondiente haber. De ese famoso Acuerdo firmado a bombo y platillo ante notario, apenas algunos detalles, repito, sin mucha trascendencia. De lo importante, y me refiero a los compromisos que se recogían a corto plazo, no hay presupuesto ni podrá haberlo en algún tiempo, no hay soluciones para la deuda, no se sabe ni siquiera qué pasa con la que iba a ser la joya de la corona, el fondo de equilibrio territorial y convergencia socioeconómica, un invento que siempre dije estaba condenado al fracaso, precisamente por conocer bien a las administraciones y lo mal que actúan con Jaén, porque a modo de ejemplo la Junta se ha mojado a base de bien con el Colce de Córdoba y en Jaén hasta el momento se ha hecho la despistada con el Cetedex y prefiere discutir y reclamar que la inviten al baile. Figuran en el Acuerdo algunos asuntos relacionados con la Universidad de Jaén, en los que se ha hecho poco o nada, ni siquiera ocuparse de que la Consejería no descuide su interés por la financiación del grado de Medicina. En relación con los trenes, nada contundente, con el Cetedex al menos el Ayuntamiento ha asumido su existencia. En materia sanitaria sí es una realidad la unidad de ictus pero no se ha logrado, y bien que se prometió, la declaración de la Ciudad Sanitaria como Proyecto de Interés Autonómico, y en cuanto al Museo Íbero sigue pasando el tiempo, bien es cierto que el ritmo de trabajo es ahora más constante.
Del centro de salud Alameda siguen las obras, pero en torno a la polémica ha primado la hoja de ruta de la Junta y no el sentir ciudadano, que ha propiciado una tensión innecesaria y el nacimiento de una plataforma vigilante de la sociedad civil. Ha habido un paso al frente con respecto al futuro Plan General, no así en la actualización del PEPRI, ni en la creación de la figura del project manager, ni en la mejora de la eficacia en el área de Urbanismo, me refiero a la agilización de las licencias, que es toda una aventura con el consiguiente perjuicio para los promotores, algunos hasta tienen tiempo de abandonar la idea. Dentro de la política anti tierra quemada, algunos gestos, por supuesto la terminación de las obras de la conexión a Ifeja y la Ronda del Deporte, que se ha quedado extraordinaria, pero el capítulo era más ambicioso y le queda mucho recorrido. Son solo algunos ejemplos, pero es fácil deducir que a este ritmo en cuatro años de mandato municipal no se va a llegar ni al 25% de los contenidos y es mucho decir. Existe demasiada burocracia, unas veces comprometida por la legalidad, y en otros casos lo que no hay es falta de voluntad política.
La verdad es que con este retrato al natural no le arriendo las ganancias al alcalde, Agustín González, que es verdad que ha pecado de optimismo, no se creyó probablemente que lo que le anunciaron iba a ser así o incluso susceptible de empeorar, pero sé, porque lo veo, que igual que han hecho los regidores anteriores, porque quiero confiar en el compromiso y la responsabilidad de cada uno, y consciente del talante y el cariño a Jaén del actual alcalde, le ha echado horas e imaginación para combatir la adversidad, en primer lugar la del enorme agujero económico, no es extraño que estos días encabece la cruzada a favor de la condonación de la deuda, la misma que prometieron a Jaén Merece Más desde el PSOE para hacerse con la Alcaldía y que no dejaba de ser una ensoñación. Está bien que el alcalde, en su desesperación porque si se es responsable es lo que toca, esté llamando a las puertas de los ministerios para que atiendan a Jaén y no se crean que con el Cetedex ya nos han callado para un largo periodo. Creo que no podemos conformarnos de ninguna manera con renuncias como la del tren y todas y cada una de las exigencias que González traslada a Madrid, con una respuesta hasta el momento NO YA cicatera y de indiferencia, lo que ocurre siempre con la política, creen que castigan al partido político adversario cuando lo que hacen es aumentar la sensación de afrenta permanente y al final pagan siempre los mismos, los ciudadanos. Ahora bien, mi respeto y consideración hacia el alcalde los elevaré el día que sea capaz de exigir con el mismo rigor y contundencia a la Junta, al presidente y a los consejeros. Y que no nos traten de conformar con el tranvía, porque además sería un pésimo ejemplo, porque el sistema tranviario no funciona porque en su día el propio PP y su entonces alcalde le negaron hasta la existencia. Hoy mismo, en el día D, el alcalde se ha ido con los responsables de la Junta a ver las obras del Conservatorio, otro homenaje a la inacción, la verdad es que se podrían haber ahorrado esa comparecencia, mejor hubiera sido anunciar algo sustancioso y real, sobre todo después de decir que la obra va ya por el 45% y para eso van en peregrinación sin el menor pudor. Ay Señor…
Foto: El alcalde, Agustín González (a la derecha de la imagen) y el primer teniente de alcalde, Manuel Vallejo, en su comparecencia de hoy, al cumplirse un año de la constitución del Ayuntamiento.
Hoy ha sido también día de rueda de prensa del alcalde y del primer teniente de alcalde. Agustín González y Manuel Carlos Vallejo se han repartido los papeles, coincidir en todo hubiera sido bastante cantoso, la verdad. El alcalde, en su habitual optimismo, ve el vaso medio lleno, lo que él defiende es que se han colocado los cimientos del Jaén del futuro, que se está pensando en grande y que se va a transformar Jaén. Vallejo, sin perder esa complicidad entre ambos, delatada por las sonrisas, en cambio transmite la sensación de que el vaso está medio vacío y ha venido a decir que la Junta está missing y que Juanma Moreno tiene que tomarse más en serio el pacto de gobierno en el Ayuntamiento porque de lo contrario seguirá cundiendo el desencanto. Además, tras aludir a los problemas con los conservatorios y la sanidad, entre otros, ha añadido que desde Jaén Merece Más van a estar muy vigilantes con los presupuestos para 2025. Lo ha expresado sin acritud, pero este ha sido el mensaje. Si quieren mi opinión esta rueda de prensa ha sido una formalidad para no dejar el día in albis, es lo habitual, pero los responsables públicos también deben entender que los ciudadanos queramos más y además de humo nos vendan alguna mercancia sustanciosa. Es cierto que un año es un suspiro y que con tantos asuntos pendientes y con cada vez más responsabilidades asumidas por el Ayuntamiento no tiene que ser fácil, hay que esperar al segundo para valorar con más precisión si vamos remontando o nos estancamos. No sería justo ignorar que en algunas áreas municipales se navega a una velocidad de crucero. En otras no tanto, y en determinados servicios que el alcalde y el equipo de gobierno querían intervenir, al final optaron por la misma táctica de sus antecesores, mirar hacia otro lado.
En cuanto a las relaciones entre los dos grupos que forman el equipo de gobierno, la historia política en el mismo Jaén ya nos dice que este tipo de alianzas nunca son un camino de rosas y en este caso es lo que ocurre, simplemente ‘se llevan’ y además el alcalde ha tenido la habilidad de granjearse la complicidad del primer teniente de alcalde, Manuel Carlos Vallejo, poco menos que su sombra, pero son conocidos algunos de los desencuentros entre los dos partidos, otros no tanto, y por encima de todo la crisis de identidad o crisis de pareja, que surgió hace unos meses cuando Jaén Merece Más flirteó con el PSOE y a punto estuvieron de devolver el bastón de mando a Julio Millán, porque los socialistas ofrecían el paraíso y el tiempo parece que confirma que aquel órdago no estaba sustentado sobre una realidad. Por tanto estamos ante un matrimonio de conveniencia, no es por amor, y conforme vaya pasando el tiempo y se acerquen las elecciones, a partir del segundo año, probablemente se notará más. Cierto que hoy el PP está algo más envalentonado por su victoria en las europeas, cuidado con confiarse en exceso, y Jaén Merece Más justifica su retroceso con argumentos varios que no todos son posibles de compartir.
En el Ayuntamiento, y en este caso concreto en el equipo de gobierno, hay un grupo de concejalas y concejales muy activos, a los que se ve trabajar con entusiasmo y hasta saben transmitirlo. Los hay en cambio que parece que optan por la gestión al peso y eso ya me gusta menos. También soy de la opinión de que el Ayuntamiento debe dejar de revestirse de tanta política, entiéndase bien, política es todo, me refiero a política partidista, sectaria. Recuerdo que hace un año en mi comentario del 17 de junio dije textualmente: “Erik Domínguez supongo que tendrá los días contados en el Ayuntamiento porque su objetivo era la Diputación y el Ayuntamiento únicamente era el cauce”. Pero hay que continuar en la tarea de hacer gestión y no tener tanta dependencia ni del partido, ni de la Junta, salvo para que saque adelante todo lo que le debe a Jaén y tiene más que comprometido, de lo contrario no lo recordaríamos con tanta insistencia, es que hay que refrescar continuamente a los políticos la obligación que tienen de cumplir lo que prometen. Y la hemeroteca está plagada de ejemplos. Tal vez menos fotos, porque ya hemos llegado a la situación de hartazgo, que las dejen para las grandes ocasiones, y como ha dicho el presidente de “Jaén Merece Más”, Juanma Camacho, “más ladrillos y menos palabras”, en esto estamos de acuerdo. Por cierto “Jaén Merece Más” ha tenido que padecer muchas airadas críticas en este año, a diestro y siniestro.
Hay cosas con las que obviamente no estoy de acuerdo con la que fuera providencial plataforma que marcó un antes y un después en la reivindicación de la autoestima y de la exigencia de dignidad para el territorio, pero en algo en lo que los demás debieran imitarle, es en su hoja de ruta y en tratar de estar siempre en la calle de en medio, poniendo a Jaén en el frontispicio de sus planteamientos, esto lo quiero reconocer precisamente el día en que se cumplen siete años de que la plataforma salió a la calle en una calurosa jornada para invitar a los jienenses a corresponsabilizarse por el futuro de su tierra. Creo que como jienense no se lo he agradecido bastante.
Por lo demás veo al alcalde con los mismos ojos con los que he visto a los anteriores, porque por encima de las críticas siempre valoro el arrojo y el coraje de las personas para trabajar por la colectividad y eso no tiene precio, además en una sociedad que se va alejando del compromiso. Por tanto percibo en Agustín González que es una buena persona, del que creo que su principal frustración es que soñaba con gobernar en verso, y bien que se le da la creación lírica como demostró en Fitur y en otros eventos, pero las circunstancias le obligan a gestionar en prosa. Pero por lo demás es imparable, superactivo, a veces tal vez demasiado, creo que hasta ha dejado de salir tan habitualmente con Bruce y eso me preocupa, pero que se enfrenta al muro de las lamentaciones de una economía que nos ha hipotecado por lo pronto hasta el año 2050 y hay que buscar salidas, y si el Gobierno condona a Cataluña estaremos en disposición de máxima exigencia porque alguien tiene que lanzarnos el bote salvavidas, y de lo contrario me gustaría ver a Jaén unido reivindicándolo, por una razón fundamental, tenemos que preservar el Jaén de las siguientes generaciones y no dejarles deuda y miseria. Otra necesidad objetiva que tiene el Ayuntamiento, claro que para eso necesita justa correspondencia, es tender puentes con las administraciones que lo permitan, que la política con minúsculas no impida ver que los acuerdos son siempre más útiles que los desencuentros. Que la ciudad merece renuncias y olvidar en ocasiones que los políticos están abducidos por la maquinaria pesada de sus partidos, a veces hasta se desbocan en sus exigencias y en su autoridad.
En cuanto a la oposición en el Ayuntamiento, el primer grupo es el PSOE, y desde el primer momento no aceptó el acuerdo de gobernabilidad, ellos saben mejor que nadie el valor de las matemáticas y tienen el mejor referente, Pedro Sánchez. No ha sido una actitud ejemplarizante desde ese mismo momento, también se ausentaron en algunos plenos y creo que todavía no han encontrado su sitio, en el proceso de diálogo con Jaén Merece Más dejaron de tratarlo como lo habían hecho en campaña y han vuelto después, una especie de linchamiento inapropiado. Lo que necesita la ciudad y las elecciones europeas posiblemente ha sido un aviso a navegantes, es que el PSOE en el Ayuntamiento sea un partido plenamente responsable, colaborador, constructivo, única forma de recuperar el año difícil, enturbiado aún más por el proceso del “caso Pandilla” que aún está pendiente de resolver en los tribunales y que queda para la historia no precisamente como un hecho modélico, más bien como un episodio de lo peor de la política, sálvese quien pueda. Finalmente los dos concejales de Vox la verdad es que pasan desapercibidos por la normalidad de su actuación, algunas aportaciones en plenos pero por lo que sigo la vida municipal al menos por el momento no veo que merezcan algún reproche, las cosas como son. (Continuará).
Foto: La Corporación Municipal del Ayuntamiento de Jaén el día de su toma de posesión, hoy hace justamente un año.