BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Jamás lloverá rosas; cuando queramos tener más de ellas, tendremos que plantarlas” (George Eliot). Hoy recurrimos a la novelista británica, que nos recomienda un ejercicio de pragmatismo; en efecto no podemos esperar que caigan rosas del cielo, de nada sirve aguardar la llegada del maná. Cuando persigamos un objetivo hay que ir a por él, es como con las rosas, esas flores delicadas, para disfrutar de ellas, previamente hay que plantarlas en la tierra y esperar a que broten y nos produzcan el regalo de su belleza. No hay más secreto…También un día como hoy, de 1929, nacía la escritora que conoceríamos con el nombre de Ana Frank, una niña judía alemana que se hizo mundialmente famosa gracias al diario que escribió mientras ella y otras siete personas se mantuvieron escondidas del ejército nazi en la parte trasera de un edificio en Ámsterdam, durante la Segunda Guerra Mundial. Una joven de 13 años que tuvo que enfrentarse al genocidio más terrible de toda la historia: el holocausto. Ese diario es la autobiografía de alguien que nunca perdió la esperanza ni la valentía; que mantuvo un sueño de convertirse en escritora, y aunque no pudo verlo realizado, sus apuntes se han convertido en una de las obras literarias más leídas. Merece la pena recordar algunas de sus citas: “Quien es feliz hará felices a los demás también”, “¡Qué maravilloso es que nadie tenga que esperar un instante antes de comenzar a mejorar el mundo” y “Yo sé lo que quiero, tengo un objetivo, una opinión, tengo una religión y amor. Déjame ser yo misma, con eso me basta y me sobra”…También en este mismo día, pero en 1827, había nacido la escritora suiza Johanna Spyri, mundialmente conocida por su relato infantil Heidi. Con esta poética descripción comienza la más famosa de las obras de esta autora que ha hecho las delicias de todos los niños del mundo durante varias generaciones: «Desde la risueña y antigua ciudad de Maienfeld parte un sendero que, entre verdes campos y tupidos bosques, llega hasta el pie de los Alpes majestuosos, que dominan aquella parte del valle. Desde allí, el sendero empieza a subir hasta la cima de las montañas a través de prados de pastos y olorosas hierbas que abundan en tan elevadas tierras». En realidad Heidi no es solo una figura literaria, un personaje de ficción, sino que es la encarnación alegórica de la sociedad suiza, ya que representa la naturaleza intacta de los Alpes con sus praderas, montañas y paisajes idílicos. Un hermoso pensamiento de Johanna Spyri: “Dios arregla todo para nosotros, por lo que no hay que tener miedo a las dificultades y puedes tener la seguridad de que todas las cosas al final saldrán bien”…Y un 12 de junio de 1550 fallecía el poeta español, de Ciudad Rodrigo, Cristóbal de Castillejo, un personaje del Renacimiento que desde el humanismo cosmopolita propugnó una renovación poética basada en el octosílabo, por considerar innecesaria la importación de los metros italianos que llevaron a cabo Garcilaso de la Vega, Juan Boscán y Diego Hurtado. Dos citas breves de este autor: “Manos se besan a veces que deberían ser cortadas” y “Mal hablar no se puede colorar con elocuencia ninguna”…Una sugerente frase del escritor Julián Marías: “…Y lo que me hace levantarme por las mañanas sigue siendo la espera de lo que está por llegar y no se anuncia, es la espera de lo inesperado, y no ceso de fantasear con lo que ha de venir». Creo que no necesita de mayor explicación, cada día nos levantamos con el ánimo de encontrar la sorpresa agradable, buenas noticias, que la vida nos regale al menos ráfagas de felicidad…No siempre es así, pero hay que afrontar el día desde el lado más positivo y alegre. Ya lo dejó escrito la celebrada profesora y diplomática Eleanor Roosevelt: «Con el nuevo día llegan nuevas esperanzas y nuevas ideas». Así lo deseo…Por último, se nos interpela sobre la realidad social en nuestro propio entorno. Dice San Agustín: “Donde no hay caridad no puede haber justicia” y la madre Teresa de Calcuta remacha: “La falta de amor es la mayor pobreza del ser humano”…Una preciosa cita como corolario del poeta guatemalteco Alfonso Orantes: “El amor es el bálsamo y la herida”.
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