Por ANTONIO GARRIDO / Ya hemos pasado página del desastre de Eurovisión. Conociendo la trayectoria no sé cómo nos queda valor y dignidad para ponernos ante el televisor, debe ser para matar el tiempo y por el cierto morbo que tiene aunque sea como distracción. Es un espectáculo horrible, las canciones más o menos todas del mismo corte y además ahora casi todas van de lo mismo, ese es el salto a la modernidad. Uno se acuerda de los mejores años de estos festivales donde grandes artistas competían con temas de calidad. No me gusta reconocer que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero en muchos órdenes de la vida nos lo están sirviendo en bandeja. Este año no me pasaba por la imaginación ver el bodrio, pero al final claudiqué, al menos me dio argumentos para esta protesta que a la postre no sirve de nada. Y ayer había que estar pendiente de las elecciones catalanas, y el resultado es lo menos malo, aunque el ideal hubiera sido una derrota sin paliativos para Puigdemont, que es el que trae de cabeza a Cataluña y de paso a la política nacional.
Con todo, el independentismo naufraga, y no me cuesta reconocer que se abre un nuevo escenario gracias a la mayor fortaleza tanto del PSOE, en este caso el PSC, y el PP, y de paso hay que valorar que las bazas jugadas en la política catalana por Pedro Sánchez no solo no se le han vuelto en contra sino que favorecen el ámbito de la españolidad, Illa tiene todas las papeletas para ser presidente y Feijóo logra un pasaporte para obtener buen resultado en las europeas, porque si bien ambos comicios no son asimilables, alguna traducción van a tener en la práctica. Es verdad que el problema viene ahora para conformar un gobierno y el irritante Puigdemont ya ha anunciado que no renuncia al independentismo, aunque se le olvida que carece de mayoría aunque se junten todos. Basta saber la influencia de las urnas de Cataluña en la política española y si hay quienes no conformes optan a una nueva convocatoria, hasta que salga a su gusto. Todo lo que sea restar fortaleza al independentismo, sea de derechas o de izquierdas, como acaba de suceder, es una favorable noticia.
En la provincia todavía seguimos difundiendo por tierra, mar y aire el famoso audio del presidente provincial del PP, Erik Domínguez, ya casi me lo sé de memoria de tanto escucharlo, aun sin pretenderlo, en relación con una plaza que al parecer ofrecía a un exdiputado de Ciudadanos. No le voy a quitar importancia, tampoco al hecho más trascendente y que ha difundido el propio afectado, Enrique Moreno, de que le pretendían adjudicar el puesto de gerente del Consorcio de Transportes siempre y cuando apoyara con todas sus fuerzas al Partido Popular y todo hace indicar que él se resistía a cambiar de chaqueta de un día para otro. Ahora bien, lo verdaderamente sorprendente es que el audio, que data de hace dos años, salga en este momento procesal, no hay que ser muy listo para deducir que quien haya provocado su difusión se movía con una clara intencionalidad. Para el propio Erik Domínguez, que ha acuñado la frase de que “las casualidades no existen” y que no ha regateado explicaciones en estos días, la mejor defensa siempre es un ataque, ha denunciado que detrás lo que hay es un intento del PSOE para tapar el episodio de la noche electoral de mayo del año pasado, por el que el juez ha citado para que declaren el próximo viernes, día 17, al exalcalde, Julio Millán, y a la concejal socialista y vicepresidenta tercera de Diputación, África Colomo, y será a final de esta semana cuando sepamos si hay o no tema, ahora es una completa incógnita, porque dos jueces han actuado de manera diferente y cuesta pensar que se pase de la nada al todo. Y junto con esto se le está recordando al exparlamentario Moreno Madueño, que opta ahora precisamente a una plaza de funcionario público de Diputación y que en el ejercicio de test tiene la tercera mejor nota. Domínguez le ha averiguado, por datos que no quede, que en su perfil de Facebook, tiene entre sus “amigos” a la propia Colomo y ha enseñado públicamente fotos en alguna de las cuales aparece con Millán. El líder del PP, que se ha rodeado de todos sus colaboradores en un apoyo sin reservas, se ha armado de argumentos, unos más consistentes que otros, con tal de lavar su imagen que se vio deteriorada tras la emisión en la cadena SER del polémico audio. Vamos, un estratega de tomo y lomo, no ha dejado títere con cabeza.
Por cierto, todas las partes acudieron hace unos días al programa “Todo es mentira”, con Risto Mejide, y los trapos sucios de la politiquería provincial se enseñaron a toda España, al estilo Jaén. Eso sí, estoy bastante sorprendido de que ahora estén saliendo políticos ejemplares hasta de debajo de las piedras y que los partidos traten de tomarnos el pelo y nos hagan creer que todos sus métodos son puros y extraordinariamente limpios. Hace bastantes años, en Barcelona, porque asistía de manera habitual a la entrega de Premios Planeta, le pregunté en un aparte al patriarca, José Manuel Lara, con el que forjé una buena relación y siempre me recordaba que el primer Planeta fue jienense, Juan José Miras, si de verdad se dejaban influenciar, es decir, si tenían cada año sus autores favoritos. Su respuesta fue: “¿qué te crees, que los niños vienen de París?”.
Pues eso mismo, les prometo que esto fue una conversación real, lástima que no la grabé, nunca lo hago con mis interlocutores, me parece de muy mal gusto. Me mondo de la risa al ver que todos se afanan por ir al juzgado e incluso como he leído a un dirigente del PSOE llevar el caso a la Oficina contra el Fraude y la Corrupción. ¿Que huele mal? La práctica política no siempre usa los mejores perfumes, pero que unos y otros presuman de ejemplaridad es lo que me asombra en grado sumo. De todos es sabido que desde que existe esa figura del Consorcio de Transportes Metropolitano el gerente ha sido afín al partido gobernante en la Junta, de la que depende, y nadie se ha extrañado por eso ni se ha rasgado las vestiduras, esto forma parte del ABC de la política, lo raro sería que con un gobierno del PSOE el gerente fuera de Vox o con uno del PP el elegido fuera de Izquierda Unida, pongamos por caso, y respecto a las plazas en las administraciones el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. No hay nadie en el PSOE ni en el PP que puedan presumir, insisto, en los términos de ejemplaridad y transparencia, así que harían un favor a la causa dejando las cosas como están o, si lo prefieren, la alternativa iba a ser penosa, poner el ventilador a toda velocidad y que caiga quien caiga.
Dedicarse al “y tú más” con la cantidad de enchufados de unos y de otros, es ridículo, por decirlo de una forma suave. Los hay en los ayuntamientos, también en el de Jaén, los hay en la Junta, los hay en el Gobierno, los hay en la Diputación, que por su magnitud se ha convertido con el tiempo en otro cementerio de elefantes, casi siempre munícipes que han sido desairados en sus municipios. Todo muy legal y lo que se quiera, es de dominio público, por favor no se escandalicen, que ha habido plazas, es decir, puestos de trabajo, y no en un sitio, en varios, con unas bases ad hoc, en las que lo único que faltaba era ponerle el nombre y los dos apellidos, pero lo del audio lo que nos indica es el modus operandi, cómo se ejercita el poder, pero no que Erik Domínguez haya sido el inventor, ya se había inventado antes de que él llegara a la política e incluso de que naciera. Meter a los jueces en esa tesitura es también en parte faltarles el respeto, bastaría que gobierno y oposición en cada lugar cumplieran estrictamente su deber, porque faltarían jueces si todo tiene que pasar por su potestad de sentenciar. Mi recomendación final es que mejor se dejen el ventilador, ahora le llaman fango, y la verdad es que tiene más pinta de esto. Qué pena de política, si todas estas energías la dedicaran en positivo al interés general no seríamos un mal ejemplo, en Jaén seríamos la envidia.
Foto: El presidente provincial del PP, Erik Domínguez, ha dedicado toda la semana a defenderse del polémico audio.