Por ANTONIO GARRIDO / Pedro Sánchez se encuentra estos días en el rincón de pensar y mantiene en vilo a un país dividido, como casi siempre, además en un momento de polarización, más todavía, de crispación, en la que entre todos, cada cual en su cuota parte, hacen irrespirable el panorama político, otra cosa diferente somos los ciudadanos que asistimos a este espectáculo hartos de estar hartos, y que cada vez damos menos crédito a esta manera de hacer política que se ha instalado en el país. Como digo, la mitad espera que Sánchez decida apartarse, y todo hace indicar que sería un acto de amor, es más, se conocen algunas versiones que parecen creíbles en el sentido de que la posibilidad realmente existe. Naturalmente la familia socialista aparece en el escenario más unida que nunca, mañana clamarán en Madrid y por tierra, mar y aire le están expresando solidaridad al jefe para que no sienta la tentación de irse, los tiene abducidos, nunca antes ocurrió en la historia del PSOE desde el inicio de la democracia, debe ser el signo de los tiempos.
Hay que reconocerle a Sánchez su mérito, está consiguiendo, lleva así casi todo el tiempo, distanciarse de lo que ha sido más o menos habitual en los presidentes que le han precedido. También en lo que respecta al papel de su esposa, Begoña Gómez, que ha adquirido más notoriedad de la que han disfrutado sus antecesoras, con la excepción de Ana Botella, es cierto. Ya digo, un país dividido entre los que quieren que se vaya y los que quieren que se quede. También es inédito el gesto del presidente del Gobierno al anunciar un periodo de reflexión de varios días. En mi opinión las dimisiones, si existen motivos para hacerlo, sean de carácter general o personal, no se anuncian, simplemente se hacen. En el personaje cabe cualquier salida a la situación que él mismo ha provocado, incluso que, a lo mejor soy muy mal pensado, lo que espere es justamente lo que se está organizando por su familia política en estos últimos días, un plebiscito en torno a su figura.
De Sánchez se puede esperar cualquier cosa, incluso que para darle el beneficio de la duda, sienta la tentación de apartarse de un panorama cada vez más encanallado. Y lo peor de todo es que no tengo excesiva confianza en que en el caso de irse la alternativa vaya a ser mejor. No me gusta el PSOE con las riendas de Sánchez, en absoluto, pero Feijóo como líder para este país tampoco me parece una opción, es un broncas, está más por el follón que por ofrecer alternativas a los problemas reales del país. Ver los debates en el Congreso y el Senado son motivo suficiente para pasar olímpicamente de esta clase política, cada vez más irritada a la par que mediocre, sálvese quien pueda, y creo que lo único que subyace en el fondo es la enfermiza obsesión del poder a toda costa, incluso utilizando a los familiares, me da igual que sea la citada Begoña o la pareja de Ayuso, que cada cual responda de lo que es responsable y caiga quien caiga, pero esta escandalera es bazofia pura. La política no atrae, salvo, lógicamente, a los militantes y a los concernidos. Ya lo dijo con toda razón, en otro tiempo, pero más o menos por similar desencanto, don Miguel de Unamuno y viene ad hoc: “¡Qué país, qué paisaje y qué paisanaje!”.
Pero la vida sigue, y a excepción de quienes mueven Roma con Santiago porque les va mucho en ello, colectiva y personalmente, los demás estamos en lo cotidiano, y en el caso que nos ocupa pendientes de la vida de nuestra ciudad y provincia, mirando al cielo, por la lluvia, porque el domingo se celebra la Romería de la Virgen de la Cabeza, esa grandísima manifestación mariana y numerosos pueblos de nuestra geografía van a estar de fiestas, que ya se inicia la temporada.
En el Ayuntamiento de Jaén hoy ha vuelto a aparecer un asunto estrella que es un clásico, un Guadiana, una moción presentada por Jaén Merece Más, y muy bien defendida por su concejal Luis García, para tratar de acelerar el proyecto de la estación intermodal para Jaén, pero no una estación cualquiera, sino que esté en el centro, donde se encuentra actualmente Renfe, y esto suponga afrontar el soterramiento de la vía. Este equipo de gobierno opta por esta fórmula, centro y soterramiento, porque cree que Jaén tiene el mismo derecho que otras capitales y ciudades en las que se ha actuado de esta manera. Me causa agrado que esta moción haya sido aprobada por la unanimidad del pleno corporativo, todos los grupos políticos, y como he señalado en más de una ocasión al referirme a esta aspiración esta obra de envergadura tiene mucho que ver con el futuro de la ciudad para reforzar su carácter de capitalidad, que viene que ni pintada con ocasión del 1.200 aniversario que se conmemorará en 2025 y todas estas aspiraciones deberían formar parte del gran impulso que hay que darle a Jaén, con exigencias a todas las administraciones, sobre todo al Gobierno de España, de quien es fundamentalmente la competencia, pero asimismo a la Junta, porque una obra de estas características necesita ser conveniada. El caso es que es el momento de exigir y no mantenernos en esa actitud tan nuestra de complejo de inferioridad, que más que los ciudadanos lo han tenido los políticos, incluidos los que han ostentado cargos de representación local, alcaldes en este caso.
Tienen que hablar los profesionales, los técnicos, se trata de infraestructuras que nos tienen que durar mucho tiempo y hay que evitar desaciertos de los que tengamos que arrepentirnos en el futuro. Ejemplos hay de actuaciones mal planteadas en el pasado y que estamos padeciendo. Desde luego mi opinión es que a la hora de pedir a las administraciones responsables, en este caso el Ministerio correspondiente, no debemos ir de pobres acomplejados, insisto de nuevo, muchas veces la excusa para no abordar planes de transformación de Jaén es que las obras serían costosas, como si en Jaén no tuviéramos el mismo derecho que otros lugares donde se invirtió sin tener en cuenta la mesura. Pues bien, ahora tenemos que acostumbrarnos a escuchar sobre este anhelo, que lo está pidiendo a voces la ciudad que crece y que demanda este tipo de grandes obras. Mi opinión personal coincide con lo que hoy se ha planteado en el pleno, dejar la estación donde está, sé que puede ser más complicado desde el punto de vista económico, pero no se puede tener a la gente de un lado para otro sacándola del entramado urbano.
En los últimos años la noticia más optimista, dentro lo que cabe, sobre el particular, ya les digo que salta a la palestra de higos a brevas, se daba en los primeros días de enero de 2018, el entonces alcalde de Jaén, Javier Márquez, se reunía en Madrid con el que era ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al que decía haber arrancado el compromiso de la estación intermodal. Este viejo proyecto fue resucitado por el regidor local en una visita nueve meses antes, también a Madrid, donde se citó con el secretario de Estado de Infraestructuras y el presidente de Adif, a los que habló de esta aspiración de la capital. El propio exalcalde y hoy senador, volvió contento y dijo entonces que la propuesta era “real”, criticando las “banales promesas que nos hicieron hace años”, con referencia al gobierno socialista. La gestión fue bien intencionada, a la luz del PGOU que de inmediato se fue al traste, en consecuencia otra oportunidad perdida. Lo cierto es que Márquez regresó pletórico, con la seguridad de que estaba conseguido, y esperaba entonces, que la Junta, todavía socialista, se quedara sin argumentos para negarle la ayuda que se precisaría. El caso es que todo hacía indicar, en un alarde de optimismo que personalmente no comparto, que el gobierno de Rajoy nos iba a sorprender en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), si es que había finalmente, y no se prorrogaban los de entonces a causa de la coyuntura política. Las circunstancias impidieron cualquier avance, Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, al final quedó en un nuevo brindis al sol y a volver de nuevo, como siempre, a la casilla de salida, una inversión frustrada presuntamente y que iba a ser cuantiosa, eso sí, para Vaciacostales. Con el Ayuntamiento liderado por Julio Millán, no recuerdo avances, aunque sí figuró en su programa de las últimas elecciones de manera destacada, y también partidario de la actual ubicación, nada de Vaciacostales.
Igual posición expresó en su momento Jaén Merece Más, y en campaña fue defendida por Manuel Vallejo, una apuesta por la actual estación de Renfe, con la intermodal y en la actual estación de autobuses una galería comercial. El PP con Agustín González igualmente llevó a su programa esta aspiración, por tanto llega en un buen momento y se agradece el consenso y que mientras en Madrid se pelean en Jaén en cambio se dediquen a hacer ciudad. Ojalá podamos olvidarnos de la propuesta fantasma que el PSOE, por boca del entonces ministro José Blanco, le hizo a la alcaldesa Carmen Peñalver en 2011, en campaña electoral, anunciando no solamente la intermodal sino una inversión millonaria para integrar el AVE en Jaén, todo ello, dijo, “muy pronto”. Han pasado de esto trece años. El ínclito ministro Blanco, otro gran incumplidor, hizo soñar, a los pocos que aún quedan que se fían del valor de la palabra dada, y veían la Alta Velocidad integrarse casi en el centro de la ciudad. Ya está bien que lleguen obras de esta envergadura para darle a Jaén un cambio a la modernidad.
Destacar también un acontecimiento que ha tenido lugar en el Museo Terra Oleum, sede de la Fundación para el Desarrollo y Promoción del Olivar y del Aceite en Jaén, con motivo de la entrega de los Internacional Expoliva Awards, todo un acontecimiento cultural, social y económico con nuestro principal emblema como protagonista y la asistencia de las autoridades y de una amplia representación del sector. Con estas distinciones se reconocen aoves de diferentes lugares entre las 137 muestras presentadas y la elección de los premiados a cargo de un competente jurado de expertos en valoración sensorial de los centros de investigación más importantes de España, Italia y Portugal. Finalmente hubo 20 aoves ganadores, muchos de ellos con sello jienense, como está mandado, y cabe citar asimismo el homenaje tributado al director general de Caja Rural, Enrique Acisclo, por su trayectoria al frente de la responsabilidad ejecutiva de la entidad financiera, siempre en apoyo del olivar y del aceite de oliva.
Por cierto ya que en la propia denominación figura el término Expoliva, hay que recordar que el tiempo vuela y que es de suponer que ya estará en marcha el proceso preparatorio de la próxima Feria del Aceite, para la que no han trascendido fechas. Es de suponer que los cambios experimentados en la Institución Ferial, Ifeja, hoy ya en manos exclusivas de la Diputación Provincial, así como el relevo en algunos cargos de responsabilidad, no repercutan en la próxima edición, y por supuesto no queremos ni pensar que las relaciones Junta-Diputación o PP-PSOE se trasladen a la joya de la corona de Jaén. Espero y deseo que nadie tenga la tentación de hacer política partidista con las cosas de comer.
Por último mi felicitación para Pilar Sicilia de Miguel, a quien el Ayuntamiento ha reconocido públicamente con algo tan singular como la dedicación de una calle en la ciudad. A tal señora, tal honor. Pilar Sicilia ha sido durante décadas el alma de la Asociación de Coros y Danzas Lola Torres y la guardiana y depositaria del rico folclore provincial. Pilar es una persona querida y respetada en Jaén, que valora su trabajo incansable durante tanto tiempo, de hecho representa la continuidad de la figura de la propia María de los Dolores Torres y Rodríguez de Gálvez (Jaén, 1901-1968), que ha quedado para la historia con el nombre de Lola Torres, una mujer de grandísimas cualidades, sobre todo estudiosa del folclore de nuestra tierra, autora del “Cancionero Popular de Jaén”, en cuya obra editada en 1972 por el Instituto de Estudios Jienenses, volcó todos sus conocimientos sobre el folclore de nuestros pueblos que había recogido de sus investigaciones recorriendo toda la geografía provincial. Pilar Sicilia no solamente se ha dedicado a salvaguardar este riquísimo patrimonio, sino a hacerlo más grande para el orgullo de la provincia. Para la asociación Pilar es otro tesoro. Da alegría cuando las instancias públicas premian como se ha hecho con ella y nos queda la satisfacción de que se hace justicia con una grande de Jaén, depositaria de un legado del que estamos muy orgullosos.
Foto: Es un buen momento, de cara a la conmemoración de los 1.200 años de capitalidad de Jaén, pedir que por fin se acometa de una vez la estación intermodal, en el centro y soterrada.