Por ANTONIO GARRIDO / ¿No queríamos que lloviera? Pues ha llovido, y a base de bien, como hace años que no ocurría en una Semana Santa. Las rogativas se hacen esperar, pero llegan. Y aunque se entiende el lamento de tantos cofrades de corazón que se preparan todo el año para acompañar a los desfiles procesionales y a las imágenes de su devoción, la lluvia es infinitamente más necesaria que todo lo demás, en esto creo que hay consenso, el agua es vida y estábamos agobiados por la sequedad que nos proporcionaba últimamente la naturaleza. Pero como es sabia, siempre, aunque sea “in extremis”, nos devuelve la esperanza. Da gusto ver personalmente o por medio de las fotos y vídeos que muestran los medios de comunicación y las redes sociales, esos ríos en los que fluye el agua en abundancia, ya incluso en exceso, dejando ver que se vuelven a cometer las mismas barbaridades de siempre, ponerle puertas al campo, en este caso actuar en los márgenes de los ríos, construyendo senderos, y no solo eso, como si no hubiéramos tenido ya bastante con las tragedias habidas y como si no se conocieran las leyes básicas en el sentido de que el agua vuelve siempre a su cauce natural… los embalses recuperándose y en una media que supera el 40% de la capacidad, las cascadas, los arroyos, los manantiales…que anuncian una primavera floreciente y hermosa, con permiso de los alérgicos.
El agua es vida, pero también riqueza en muchos sentidos, empezando por la economía más próxima, la que deriva de los productos agrícolas que la necesitan para producir. Naturalmente ahí se encuentra nuestro olivar y el aceite de oliva, que siempre están pendientes del cielo y que tras varias cosechas más que regulares a causa del estrés hídrico, da la impresión, aunque el olivarero por naturaleza es escéptico y quejoso, de que tras un ciclo malo necesariamente ha de sucederle otro mejor, y precisamente gracias a la bendita lluvia.
En cuanto a las procesiones, han salido las menos, las que se han fiado de los pronósticos de Andalmet, que ha sido de gran ayuda para el mundo cofrade, cuya actuación, en términos generales, ha sido muy responsable. Sacar a la calle a una imaginería tan singular como la de Jaén y otras ciudades y pueblos de la provincia, es un riesgo que jamás se debe correr, si no es posible hacer una estación de penitencia como Dios manda, mejor quedarse en casa, en el templo en este caso. Cuestión al margen son las polémicas cofrades que desde antiguo suelen prodigarse en la ciudad, antes era en determinados círculos o mejor conciliábulos, pero ahora además se hace a la luz del día, y casi todo en público a través de las redes sociales, que también pueden ser llamadas en casos redes fecales. Años atrás era mi admirado Luesco (Luis Escalona Cobo, que en paz descanse), capillita de lujo, el que me daba pelos y señales de los debates de los devotos no siempre bien avenidos. Hogaño una de las mechas, supongo que ha habido más, la ha encendido la exigencia del Obispado, por escrito a los párrocos del Vicario General, para evitar la entrada e interpretación de marchas por parte de las bandas de música en los templos. Se ha liado una polémica de padre y muy señor mío, con división de opiniones, como en todo, pero en general ha habido respuesta, más que nada porque o todos moros o todos cristianos, aunque, por si faltaba poco, hay alguna que otra Hermandad que se ha sentido expresamente aludida, el caso es que una institución emblemática en Jaén como lo es la Hermandad de la Buena Muerte, respondió con un comunicado contundente a las directrices de la Curia, acatando la norma pero discrepando abiertamente de ella. Dios me libre de este vía crucis de ensañamientos, de fuegos cruzados y de malestar.
Soy cristiano de base, nunca he pertenecido a una cofradía aunque les tengo un profundo respeto y en mi trayectoria profesional siempre traté de darles su sitio, amo la Semana Santa, alabo la Semana Santa de Jaén, me gustan los desfiles procesionales, aunque en algunos casos con reparos, y por supuesto abogo por la identidad de la Pasión según Jaén y soy contrario a hacer de nuestros desfiles una copia, a veces pésima, de otros lugares, como Sevilla. Me gustaba mucho hace años la sobriedad de procesiones, como la general de Úbeda, en realidad más castellana, aunque ignoro si también ha sufrido cambios a peor, que lamentaría. En realidad soy más de interior, quiero decir de interior de los templos, de los oficios del triduo pascual, que de las manifestaciones externas, aunque no soy ajeno, por supuesto, ni a la catequesis ni a la belleza. La relación y el diálogo Iglesia-Cofradías es necesario que siga fluyendo con normalidad, porque hace mucho bien a las dos partes si se hace como es debido en aras de la tan renombrada devoción popular. Los últimos obispos han sido complacientes, nada que ver con mi querido don Miguel Peinado, tan receloso, y el actual prelado, Sebastián Chico, también es proclive, porque proviene de ambientes cofrades. Las normas que se dicten de obligado cumplimiento para las hermandades y para los templos han de estar presididas por la sensibilidad y la misericordia, y evitando hacer política, aunque sea religiosa, menos aún dictar decretos para todas y que dé la impresión de que vaya dirigida a una sola. En fin, este no es mi mundo, pase de mí este cáliz.
Por lo demás alegría para los olivareros, una cierta decepción para la hostelería, que en estas fechas suele hacer su agosto, y el agua que es buena para casi todo tiene sus efectos en este sector. Aunque muchos de los lectores probablemente pudieron contemplar cómo el centro comercial Jaén Plaza estaba que no cabía un alfiler. Las colas de vehículos fueron interminables. En fin, salud para el año que viene y feliz Pascua.
Pasando a la actualidad, el partido Jaén Merece Más nos ha recordado, ya lo tenía en cartera, que hace cinco años, la provincia estuvo representada en Madrid (31 de marzo de 2019) en la llamada Revuelta de la España Vaciada, en la que se cumplió el objetivo de llevar al centro de la capital de España el clamor de varias provincias, entre ellas la nuestra, cada una con sus singularidades, pero también con problemas que tenían y tienen que ver mucho con el olvido y la indiferencia de las administraciones, que en nuestro caso ha sido la actitud con la que siempre nos ha distinguido el poder, sin diferencias de etapas ni de gobernantes, y además lo hemos padecido, para más inri, antes de Franco, con Franco, con la transición y en plena democracia, hasta el día de hoy. De aquella fecha me acuerdo aún que coincidía con campaña electoral y claro, se colaron en ella políticos, aun cuando por lo menos en el caso de Jaén, que es el que mejor conocemos, el llamamiento de las plataformas iba dirigido hacia todas las administraciones y todos los partidos políticos, y digo bien todos, en unos casos por activa y otros por pasiva. Pero ellos como el que oye llover, como si fueran representando al tercio familiar.
Jaén decidió excluirse de la España Vaciada al menos como proyecto conjunto de carácter político, pero forma parte de ese paisaje a todos los efectos. De hecho el partido Jaén Merece Más insiste, al recordar lo ocurrido hace cinco años, sigue reivindicando exactamente lo mismo, el equilibrio territorial, es decir, la convergencia, de la que estamos cada vez más distantes, digan lo que digan los políticos que siempre desde el poder tratan de vendernos un panorama en rosa. Parece que no se quiere reconocer la despoblación, pero es un hecho evidente en la provincia de Jaén, no hay más que hacer comparativas con años y décadas anteriores. A este respecto se acaba de hacer público un dato especialmente llamativo, y es que el 20% de los andaluces que residen fuera son de Jaén. Pero insisto, el gobierno de España nos debe ese equilibrio y la deuda histórica, que no se paga con el Cetedex como parece que nos quieren hacer ver, pero con Andalucía nos sucede lo mismo porque tantas veces sentimos la impresión de que habíamos cambiado de centralismo, y formar parte ahora de la Andalucía de las dos velocidades, en la que nosotros nos hallamos en la segunda, es decir, la más lenta, y a las pruebas me remito. Eso sí, me sorprende que hoy en el pleno de Diputación el grupo socialista le exija a la Junta con tanta energía, la misma que no tuvo cuando estaba en el poder andaluz el PSOE y se dejó una lista interminable de tareas, igual que evita dirigirse a Madrid, al gobierno de Sánchez, para reivindicarle, por ejemplo otro Plan Activa, que iba a ser la prioridad y ya no se ha vuelto a hablar de ello, alguien debió dar la orden de que resultaba molesto, y de pronto el anhelo pasó a resultas.
Volviendo a aquella manifestación de Madrid de la que les cuento, parecía que se daban cita dos mensajes diferentes. Me quedo con la de verdad, que tenía unos lemas y unas consignas muy claras, que por lo que se refiere a Jaén venían a exigir inversión e infraestructuras, en especial de comunicaciones, para poder recuperar algo de esperanza y abrir expectativas para que el futuro de Jaén no sea incompatible con el porvenir de nuestros hijos y nietos que, si lo desean, puedan tener la oportunidad de quedarse en su tierra, en tanto que los políticos, que desentonaban clamorosamente en el cuadro, centraban el discurso, evidentemente maniqueo, en la problemática de la España rural y otros argumentos un tanto confusos con tal de llevar el agua a su molino. En el caso de Jaén, por las plataformas que lideraban la movilización, entre ellas Jaén Merece Más, que entonces lo era en exclusiva, se trataba de elevar la voz ante el poder para decir ¡basta!, y abandonar la resignación y el conformismo, aunque solo sea para que las nuevas generaciones nos traten a nosotros y a nuestro atávico talante con cierta misericordia e indulgencia por no haber luchado lo suficiente para lograr dignidad y progreso para esta tierra. Ese es mi recuerdo, pero cinco años después ya les dejo a ustedes que valoren los resultados.
Tras el cierre de la crisis municipal, en la que todo hace indicar que unos y otros nos han tomado el pelo, es decir, nos han utilizado de cebos para sus intereses y estrategias, y hemos caído en la trampa, ahora firman un nuevo comunicado en el que zanjan el episodio, PP y JM+ se reafirman en su pacto de gobierno y ofrecen algunas pinceladas. Al parecer el gobierno de la Junta y la dirección provincial del PP vienen anunciando que en breve iremos conociendo buenas noticias. No me fío más que del BOJA y hasta ahora ha sido muy rácano para con este territorio a pesar de las 101 medidas firmadas ante notario. Y sí, oficialmente se ha sellado el compromiso, aunque me temo que a partir de ahora se habrán resentido los niveles de confianza, si bien ha quedado claro que el posible acuerdo con el PSOE, en las actuales circunstancias parece el sueño de una noche de verano, así que trataron de hacernos comulgar con ruedas de molino, pero no hay como conocer a las personas, incluidas sus lealtades, sus filias y sus fobias, para tener controlado al paisanaje. Por cierto que en pleno brote de celos, cuando Jaén Merece Más flirteaba a dos bandas con Jaén entero de testigo, después entendí que como simple convidado de piedra, tuve el atrevimiento de preguntar quién portaría la vara de mando de alcalde en la procesión de “El Abuelo”. Nadie, o Agustín González a tiempo parcial, porque le hizo el ofrecimiento a la venerada imagen. La crisis se cerró con lluvia y sin bastón representativo del poder municipal para que el alcalde lo luciera orgulloso por las calles de Jaén. Otra vez será.
Más sobre el gobierno municipal. Mi archivo me acaba de recordar que la figura del “Project maganer” que se han inventado con la Junta para gestionar los proyectos incluidos en el programa de gobierno municipal y que ha parecido tan sorprendente, fue en su día, el 29 de marzo del año pasado, anunciado por el hoy portavoz de Jaén Merece Más, Manuel Carlos Vallejo, cuando declaró que impulsaría “alfombra roja y ‘project manager’ para emprendimiento local y captación de fondos externos”. Veremos lo que da de sí esa figura y si no es otro canto de sirenas.
Por último, albricias, ya se han puesto a trabajar en la mejora de la Plaza de La Libertad, dedicada a la memoria del doctor José María Sillero, siempre en el recuerdo. Ya era hora, un lugar tan céntrico y tan abandonado, debería ser un espacio cuidado, ya que constituye la primera imagen que centenares de viajeros perciben de nuestra ciudad y es horroroso. Veremos qué hacen con él, ojalá siga los pasos de la actuación en la Plaza de San Bartolomé, que ha sido satisfactoria. Queda dar vida a esa cafetería que lleva tanto tiempo cerrada y se priva a los viajeros en general y a los jienenses en particular de un lugar de encuentro, como así era llamado, pero sobre todo un servicio como existe en cualquier estación que se precie. También curiosamente encuentro en mi archivo una referencia, claro que estábamos en campaña electoral para las municipales, y el candidato socialista, Julio Millán, anunciaba que el hotel Rey Fernando, un emblema de esta plaza, se convertiría en un hotel de tres estrellas, con una inversión de siete millones de la mano del empresario Carlos Guirao, responsable del hotel Condestable Iranzo. Era una opción tras el cierre de aquel establecimiento, de manera bastante sorpresiva y extraña, en el año 2006. Ya supimos entonces que el proyecto del PP iba por otro lado, inclinándose por un establecimiento de cuatro estrellas. Ha pasado el tiempo y no ha fructificado ni lo uno ni lo otro, pero Jaén necesita plazas hoteleras. Un hotel para esta Plaza de La Libertad es un complemento adecuado y hasta urgente, a la vista de que han transcurrido nada menos que 18 años, que se dice pronto, y nadie ha sido capaz de arreglar el desaguisado que supuso el cierre de manera abrupta del histórico Rey Fernando, todo un emblema para esta ciudad. ¿Habrá que esperar otros 18 años?
Foto: Esta pancarta se lució en Madrid hace cinco años, pero sirve perfectamente para hoy y tal vez para dentro de otro lustro.