BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Nada graba tan fijamente alguna cosa a nuestra memoria como el deseo de olvidarla” (Michel de Montaigne). A pesar de que cada 24 horas del día hay momentos para casi todo, al final llegamos a la conclusión de que no nos puede vencer la desesperanza, y que el objetivo es olvidarla, como señala el filósofo francés. Sugiero seguir alimentándonos de frases de autores que antes que nosotros han reflexionado sobre el papel que juega en la vida la esperanza. Por ejemplo, el compositor estadounidense Roy R. Bennett: “Nunca pierdas la esperanza. Las tormentas hacen a la gente más fuerte y nunca duran para siempre”. O el escritor argentino Julio Cortázar, en una expresión que nos transmite esa positividad que tanto necesitamos: “La esperanza le pertenece a la vida, es la misma vida defendiéndose”. Y el político y escritor británico Benjamin Disraeli: “Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor”, porque se entiende que concebir ambos extremos nos ayuda a ver la situación con realismo…Una frase de Bertrand Russell: “Las tres palabras más difíciles de pronunciar son: me he equivocado”. Esta expresión del escritor y filósofo británico, Premio Nobel de Literatura, es una realidad como la Catedral de grande. Qué raro es reconocer el error, por supuesto rectificar, y no digamos si se trata de pedir perdón. Por el contrario, cuántas veces buscamos a otra persona a la que transferir la culpa, si la hay, y todo por un problema de orgullo y de dignidad mal entendida. En cambio qué prestos estamos para recibir los halagos, esos los asumimos en primera persona. Ya lo dijo el presidente Kennedy, y se puede aplicar en tantos momentos de la vida: “El éxito tiene muchos padres, el fracaso es huérfano”…Hoy recordamos nada menos que al músico alemán Johann Sebastian Bach, nacido un 21 de marzo de 1685, (la fecha de su nacimiento corresponde al calendario juliano, pues los alemanes aún no habían adoptado el calendario gregoriano, por el cual la fecha corresponde al 31 de marzo, pero a los efectos de este texto me inclino por el día de hoy), cuya fecunda obra está considerada la cumbre de la música barroca. Destaca en ella su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística. Un regalo para los sentidos escuchar algunas de las composiciones de Bach, ya sea Los Conciertos de Brandeburgo, la Misa en Sí Menor o La Pasión según San Mateo, y un largo etcétera. Dos frases del que seguramente es el mejor músico de la historia: “Vive como lo harías para no avergonzarte en el caso de que se divulgara lo que haces, aún en el caso de que fuera mentira lo que se divulga” y “El único propósito y razón de toda la música debería ser la gloria de Dios y el alivio del espíritu” o “Donde está la música devocional, Dios con Su gracia está siempre presente”. Grandes autores también han escrito sobre el fenómeno Bach, he aquí dos ejemplos: El compositor alemán Max Reger: “El principio y el fin de toda la música” y Emil Cioran, escritor y filósofo rumano: “Bach es la única cosa que te da la impresión de que el universo no es un fracaso”…Registramos también el nacimiento, tal día como hoy, de 1763, del escritor alemán Jean Paul Friedrich Richter, más conocido como Jean Paul, escritor, novelista y poeta. Sus novelas hallaron acogida particularmente entre las mujeres debido a la forma tan empática con que podía dar forma a sus personajes femeninos: nunca antes en la literatura alemana habían sido mostrados los personajes femeninos con tal profundidad psicológica. Curiosamente no se halla en ningún otro lado tales arremetidas placenteras de misoginia como con Jean Paul. Le reconocemos en esta sentencia: “El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados”…Y aún nos queda otro personaje para consignar en las efemérides de este día, la poetisa y escritora italiana Alda Merini (21 de marzo de 1931), que pasó parte de su vida en un hospital psiquiátrico, y de la que extraemos estas citas: “El grado de libertad de un hombre se mide por la intensidad de sus sueños” y “Me gustan los retos espontáneos, los que vienen del corazón, los que no están impulsados por el interés personal o las segundas intenciones”…Hoy se celebra también el Día de la Poesía. Ha sido multitud de veces definida. El poeta Jacques Prévert lo hace así: “Poesía es uno de los más bonitos apodos que damos a la vida”. Por su parte el filósofo y escritor indio Rabindranath Tagore, ve a la poesía “como el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”. Y Víctor Hugo asevera que “un poeta es un mundo encerrado en un hombre”. Desde siempre los autores han utilizado recursos poéticos. Para Vicente Aleixandre, “la poesía tiene que ser humana. Si no es humana, no es poesía”, y Jean Cocteau duda de esta manera: “Sé que la poesía es indispensable, pero no sabría decir para qué”. Gustavo Adolfo Bécquer, parece tener la respuesta: “No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”…Mucha poesía y buen día!!!
DÍA DE LA POESÍA
Me sumo a la celebración del Día de la Poesía, como cada 21 de marzo, y lo hago con un poema de Miguel Hernández, uno de los más conocidos del poeta_del_pueblo, tan ligado a nuestro Jaén, su famosa Elegía, con motivo de la muerte de su amigo Ramón Sijé. Es un poema precioso que escojo como símbolo para este día tan especial.
ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ
Miguel Hernández
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón
Sijé, con quien tanto quería).
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.