BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Confesaré que solo encuentro apetecible un edén donde mis ojos vean el mar transparente y la luz radiante de este mundo; donde los cuerpos sean jóvenes, oscuros y ligeros; donde el tiempo se deslice insensiblemente entre las hojas de las palmas y el lánguido aroma de las flores meridionales. Un edén, en suma, que para mí bien pudiera estar situado en Andalucía” (Luis Cernuda). Esta bella declaración que comparto es de un grande de la Generación del 27. También es muy significativa esta sentencia del recordado Carlos Cano, a la que he recurrido más de una vez y que es muy hermosa: “En Andalucía, que es un pueblo de contrastes, se encuentran muchos motivos para conmoverte. Es tierra de grandes miserias y hermosas grandezas. Resulta cualquier cosa menos indiferente. Ser andaluz, para mí, es la forma cultural de ser persona”. He escogido estas frases, pero igualmente podía haber ilustrado este saludo con otros textos de tantos nombres como dan lustre a nuestra cultura como pueblo, desde Machado a Federico, de Alberti a Juan Ramón, de Bécquer a Góngora, de Aleixandre a Pemán, de Gala a García Montero, de María Zambrano a Caballero Bonald, de Patrocinio de Biedma a Muñoz Molina, Juan Eslava, Salvador Compán, Emilio Lara, Jesús Maeso y un largo etcétera en el que no me quiero olvidar de ilustres poetas jienenses contemporáneos a los que admiro, el desaparecido Felipe Molina Verdejo y grandes referentes de la poesía de ahora, como Javier Cano o Ramón Guixá, entre otros muchos. La poesía es la que mejor ha definido siempre el alma andaluza. Nuestra Andalucía sigue siendo una tierra de esperanza, y como tiene escrito García Lorca “el más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza perdida”. Y la esperanza no es un concepto abstracto, la hace la gente, los andaluces como nosotros, mediante una actitud de compromiso, que no es incompatible con una conciencia crítica, que tiene mucho sentido expresarla desde esta provincia, por los Andaluces de Jaén, que definió mejor que nadie Miguel Hernández, pero desde la pasión encendida por nuestro acervo, eso es para mí ser andaluz. La de hoy es una oportunidad excepcional para manifestar el orgullo desde este plateado Jaén, frente a la irracionalidad de los que juegan a romper el estado, de tomar como propios los versos de nuestro himno que hermanan a Andalucía, España y la Humanidad, en feliz expresión de Blas Infante. Pues eso, paz y esperanza y libertad. Washington Irving, escritor estadounidense del Romanticismo, quedó atrapado en sus viajes por la magia andaluza, y dejó escrito: “Jamás en mi vida habité un lugar más delicioso que éste y nunca podré encontrar otro que se le iguale”…Me van a permitir salirme por un momento de la efeméride del día, para recordar a dos grandes de la literatura que guardan relación con esta fecha. Por un lado el poeta argentino Pedro Bonifacio Palacios (fallecido el 28 de febrero de 1917), al que descubrí hace pocos años, gracias a un amable lector de estos Buenos Días. Conocido por el seudónimo de Aguafuerte, algunos le han criticado su tono profético, el excesivo realismo y la afectividad impetuosa, pero fueron más los que alabaron su obra, en la que alguna vez reproduje su poema “No te des por vencido”. Hoy me quedo con este testimonio suyo: “Llénate de ambición, ten el empeño, ten la más loca, la más alta mira. No temas ser espíritu, ser sueño, ser ilusión, ser ángel, ser mentira…la verdad es un molde, es un diseño, que rellena mejor quien más delira”…Y luego está la escritora española, barcelonesa, Carmen Laforet, que nos dejaba también un 28 de febrero, de 2004, consagrada como una de las grandes narradoras de la realidad española de su época, autora de la novela Nada, con la que obtuvo el Premio Nadal en 1944. Dos frases de esta escritora: “Hay una buena cantidad de nada en la vida y hay que saber dejarla atrás” y “Me gustan las gentes que van por la vida con ojos distintos de los demás, que consideran las cosas de otro modo que la mayoría…Quizá me ocurre esto porque he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos”…Al final, vuelvo al protagonismo del día y no se me ocurre mejor corolario que la letra de un fandango al que pone voz El Cabrero, que es un quejío desgarrador del alma andaluza: “Dale alas y volará, al pueblo de Andalucía. Dale alas y volará, que es un ave doloría, que busca la libertad que le han negao toa la vida”…Pues eso, que no hay nada que dé más orgullo que poder decir que somos y nos sentimos andaluces. Feliz Día de Andalucía!!!
HIMNO DE ANDALUCÍA
La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!