Por PEDRO MOLINA ALCÁNTARA / He cumplido años recientemente, hace poco más de un mes, y me acerco a las cuatro décadas con determinación, sin prisa pero sin pausa. Cada día es un día como otro cualquiera y la edad no es más que una convención social, pero da un poco de vértigo, es inevitable. He desempolvado el artículo que escribí sobre el sentido de la vida hace casi dos años y he vuelto a sumergirme en ese tema, una vez más.
Obsesionado ante la idea de que darle una vuelta más al Sol, como se dice ahora cuando alguien es un año más viejo, debe servir de algo, he reflexionado y he llegado a la conclusión principal de que la vida tiene sentido, un sentido profundo. Y eso debe de ser así porque somos organismos autónomos, conscientes de nuestra existencia y suficientemente complejos para pensar y conmovernos.
Supongamos que llevo razón -que puede ser que no la lleve, no lo descarto-. Ahora bien, si este artículo es de opinión y lo escribo yo, tendré que considerar como más válida la mía, obviamente. Por ello, supongamos que llevo razón y que la vida tiene sentido: es hora de ser felices y, bajo mi criterio, serlo retándonos a nosotros mismos. Ha comenzado 2024, hagamos camino al andar como dijo el poeta y, dentro de un año, volvamos la vista atrás y veamos la senda recorrida desde este momento en el que me honras leyendo estas palabras que con tanto cariño escribo.
Por todo lo dicho, sólo podría terminar este artículo llamando a entusiasmarnos por algo, a querernos y a querer a alguien, a ser nosotros mismos, a sacar lo mejor de lo que somos capaces, a creer en lo que nos dé la gana y hacer lo que nos dé la gana siempre que no perjudiquemos al prójimo… No esperemos ni un minuto más para alzarnos victoriosos sobre nuestros errores pasados, sobre la incertidumbre del presente y sobre el miedo al futuro.
En la sencillez de estos pensamientos, secundo esta idea y siendo como soy de los que piensan que lo mejor está por llegar, miro hacia el futuro con esperanza e ilusión que me son indispensables para caminar. Escribes muy bonito, trasladas los sentimientos hasta tocar el Alma…