Por ANTONIO GARRIDO / Empieza el año como todos, con sus cosas buenas y menos buenas. La campaña de aceituna tocando a su fin, el rendimiento bajo y los precios del aceite hacia arriba, los pronósticos eran que en los primeros meses del año se normalizaría el mercado, pero por el momento va al alza y además con fuerza, algo que no es bueno en absoluto para el sector. Ojalá que la próxima campaña haya un cambio de tendencia, aunque para eso ha de seguir lloviendo porque el cielo responde tímidamente, ni siquiera en las rogativas.
Con la declaración de los Paisajes del Olivar Andaluz como Patrimonio de la Humanidad no comeremos, pero si se consigue, y todo apunta en esa dirección, se habrá ganado una batalla muy importante con el concurso de todos los actores, otra vez, rara avis en la provincia pero de vez en cuando ocurre, todos se ponen de acuerdo para aprobar el documento definitivo que ha de ser evaluado por la Unesco, aunque previamente ha de pasar tanto por el departamento correspondiente de la Junta de Andalucía como por el Ministerio de Cultura. En última instancia es el propio Ministerio el que ha de enviarlo a la Unesco que debe pronunciarse en el próximo año 2025. No es que sea una cuestión política, pero si no provoca división y lleva todos los informes favorables, lo lógico es que se produzca la noticia tan esperada de la declaración.
En este último año ha sido posible resolver algunas dudas planteadas por organizaciones agrarias y propietarios de olivar, en su derecho de preservar sus intereses. También la Junta de Andalucía esgrimía algunas interrogantes, ahora todo eso se ha despejado y el propio delegado de Gobierno en Jaén, Jesús Estrella, se ha felicitado por la unanimidad.
Un expediente de estas características, cuando se tiene la voluntad firme de que prospere, no se improvisa. De hecho creo que han sido nueve años los transcurridos en todo el proceso, aunque a decir de quienes lo conocen, el expediente es modélico, y, entre otras cuestiones de interés, se recogen las distintas tipologías del olivar andaluz y jienense desde que se tiene noticia de este cultivo, la época romana, hasta nuestros días.
La Diputación Provincial de Jaén, y su presidente, Francisco Reyes, han sido los impulsores concitando el consenso de otras diputaciones, en concreto las de Córdoba, Granada, Sevilla y Córdoba, igualmente vinculadas con el olivar, y lo mismo ha ocurrido con las universidades andaluzas, especialmente la de Jaén, involucrada en la iniciativa, y otros diferentes colectivos relacionados con el olivar andaluz. En los últimos años, de hecho, se le ha dado un particular protagonismo como lema promocional de muchas actuaciones y de la propia Expoliva, al “Paisaje del Olivar, Patrimonio de la Humanidad”, para reivindicar un objetivo que parecía estar cada día más cercano, el reconocimiento al olivo, a su paisaje y a todo lo que supone para la economía y la cultura de muchos territorios, especialmente para Jaén, porque por algo somos la provincia con mayor extensión, con nuestro bosque olivarero, y la mayor productora de aceite de oliva del mundo, gracias a nuestros 66 millones de olivos (ahora ya se empiezan a contar 67), que lo dicen todo. Hay que agradecer tantas horas de impulso, imaginación y pasión para procurar y creo que conseguir, porque ya estamos más cerca, que algo tan nuestro tenga la consideración de universal.
Este, como tantos otros, no es un tema político, es un asunto de reconocimiento a lo nuestro, de autoestima y de sentimiento, de valorar lo que históricamente ha sido el olivo en la vida de Jaén. Es verdad que hay que mirar por el mar de olivos y al tiempo por la gente que lo habita, al final las personas deben tener más peso en las decisiones, pero en lo que nos ocupa siempre hemos entendido que la declaración era buena para Jaén. Y lo será.
Por cierto, llegó después y se ha situado en primera línea de salida. De la declaración de la Catedral como Patrimonio de la Humanidad la iniciativa se empezó a gestar en 2003, modestamente lo propuse en mi pregón de la feria de San Lucas de ese año, y aunque ha habido actuaciones, sobre todo las promovidas por la Universidad de Jaén, no se traducen en avances considerables. ¿Cuál es el problema? En el caso de los Paisajes del Olivar ha habido un gestor impulsando y urgiendo, en tanto que en lo relativo a la Catedral han pasado varios ayuntamientos y unos por otros la espera se puede eternizar. Hasta que no se nombre un gestor que persiga con claridad el objetivo seguiremos igual. El ejemplo que ha dado la Diputación se tendría que imitar o tendremos que arrojar la toalla.
Por lo que se refiere a la vida política, tras el pleno de la reprobación con reacciones para todos los gustos, sigue la refriega partidista, legítima pero que incomoda con el exceso, aquí nadie escarmienta, cada cual va a lo suyo. El PSOE ha aprovechado una de sus reuniones habituales para hacer lo que más le agrada desde que está en la oposición en Andalucía, los dardos contra Juanma Moreno, claro que tiene el terreno abonado sobre todo en materia de salud. Lo que pienso al respecto es que las administraciones están condenadas a entenderse si quieren resolver los problemas de los andaluces y de los jienenses. Es verdad que la sanidad está mal, muy mal, y que esos 114.000 jienenses pendientes de una intervención es una cifra escandalosa, propia de una gestión que se califica por sí sola, pero no pueden estar tirándose piedras constantemente porque acaban hartando a los ciudadanos.
Reyes alaba los buenos datos del paro en la provincia, ya veremos si se repite en su discurso el mes que viene o el siguiente. Sí, en términos de empleo hemos mejorado, lo que no sé es dónde está el contingente de desempleados que ha desaparecido de las listas como por arte de magia. Por su parte el secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo, ha estado en Jaén con el presidente provincial y concejal, Erik Domínguez. Me chirría un poco, no lo puedo remediar, ver al alcalde, Agustín González, en esta arena política, no es extraño que se vean y que hablen, entre otras cosas porque Repullo fue protagonista de la firma del Acuerdo por Jaén con Jaén Merece Más, y seguro que tienen mucho de qué hablar, pero me agrada ver a González en su papel institucional y además lo hace bien. Políticamente cuesta todavía ubicarlo en ese perfil, aunque me temo que es lo que toca.
A todo esto han llegado noticias de unas declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en su visita al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial donde ha presentado los avances del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación para Jaén, que sigue con su horizonte despejado. Ha dicho la ministra: “Cetedex aspira a convertirse en un generador de valor, un foco de atracción de talento y polo impulsor de la actividad académica, empresarial y económica en la provincia de Jaén, que contribuya a la creación de un ecosistema de la innovación, dinamizador del desarrollo socioeconómico y vertebrador del territorio”. Dicho así, gusta.
También felicitación para la UJA, porque al mal tiempo le pone muy buena cara. Y sigue recibiendo provechosas noticias de su proyección exterior, por ejemplo se le considera líder nacional en Ciencias de la Computación, Ingeniería y Matemáticas, según el informe CYD 2023, que reconoce las publicaciones de nuestra Universidad y el impacto que generan las tres titulaciones aludidas. Pero lo que hoy subrayo es la firme decisión del rector y su equipo, y de las diferentes instancias de la UJA para afrontar el futuro, siempre que las cuentas y la voluntad de la Junta lo permitan, pues ya se sabe que los medios económicos no invitan al optimismo.
Pero sí, la UJA ha formulado ya ante la Consejería correspondiente una propuesta de programación plurianual, 2025-2029, con diez nuevos grados, trece másteres y dos programas de doctorado, en algunos casos en colaboración con otras universidades del entorno. En su proyecto se contemplan las necesidades de las profesiones futuras y de los proyectos transformadores que coadyuven al desarrollo territorial, como es el caso del Cetedex y otros orientados a la profesionalización y modernización de sectores tradicionales de la provincia. Baste decir que se piden seis ingenierías, además de títulos de Inteligencia Artificial y Ciberseguridad, Industria Digital, Ciencias Ambientales y Gestión de la Salud Global. La tarea de una universidad no se puede parar, la de Jaén ha asumido el compromiso de crecer y tiene que conseguirlo, porque es su futuro y porque de ello depende el futuro de la provincia y proyectos tan importantes como el propio Cetedex. Aviso a navegantes.
Más arriba hacía referencia a cuestiones de salud y a propósito hay que reseñar que se va rearmando el campo de la medicina privada. Hace unos días empezó a funcionar en Jaén un centro, el primero del grupo en la provincia, de QurónSalud. También hoy mismo se ha colocado la primera piedra del hospital privado que se ha empezado ya a construir en el Bulevar, con una inversión de 23 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses, para que entre en funcionamiento en 2026. La empresa promotora es Gestión Hospitalaria Jaén Salud y entre los empresarios que han dado este importante paso figuran Fulgencio Meseguer y José Ismael Muñoz, suficientemente conocidos. Meseguer es uno de los empresarios de referencia en la ciudad donde al mismo tiempo lidera varios proyectos y ojalá surgieran unas cuantas como las personas citadas. A perfiles de este nivel una ciudad tiene el deber de ponerle alfombra roja, porque crean riqueza en forma de infraestructuras y servicios, además de empleo.
Me alegro de este paso porque la medicina privada ha sido una rémora en Jaén durante las últimas décadas, un solo hospital con no demasiadas camas y unos servicios, en términos generales, insuficientes para profesionales y pacientes en general particulares o de compañías, que empiezan a poder recibir una atención en las mismas condiciones que otros territorios a los que se veían obligados a desplazarse, porque también en esto acumulamos déficit. En absoluto esta situación tiene que chocar con la sanidad pública, que tiene que ser el principal objetivo de la administración andaluza, dotarla de medios para que sea de verdad la joya de la corona, y en este momento está lejos de serlo. Dicho esto, la medicina privada es una opción para quien quiera o pueda permitírselo, para eso existe una palabra que se llama libertad de decisión. Si ambas son buenas o muy buenas, mejor para todos y por supuesto para Jaén.
Foto: Los «Paisajes del Olivar Andaluz» ya tienen la vía expedita para que el próximo año puedan ser declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.