Por ANTONIO GARRIDO RUIZ / La primera parte de la trilogía de derbis madrileños que se van a disputar en apenas tres semanas ha dejado una auténtica oda al fútbol para abrir boca en este 2024 y con un ganador, el Real Madrid, que fue mejor que un extraordinario Atlético. Eso resume perfectamente lo que ha sido este encuentro.
El estadio Al-Awal de Riad ha sido el atípico escenario para la primera semifinal de la Supercopa de España. Los del Cholo, haciendo honor al nombre que acuñó hasta 1947 (Atlético Aviación), abrían el marcador tras un cabezazo sin oposición de Mario Hermoso, exmadridista y que no se contuvo lo más mínimo en la celebración. La cosa iba de cabezazos. Antonio Rudiger empataba la contienda minutos después con otro remate de cabeza que recordó al de Sergio Ramos en la décima. El Real Madrid encajó bien el tempranero golpe rojiblanco, acumuló mucho balón y comenzó a dominar el encuentro. Ferland Mendy rubricó ese dominio en el juego con el segundo tanto madridista tras finalizar una gran jugada colectiva.
Y si bonita fue la jugada del segundo tanto blanco, más bella fue la del segundo gol rojiblanco, obra de Antoine Griezmann, que se convertía en el máximo goleador histórico del Atlético de Madrid en solitario tras dejar en el suelo a Modric y Rudiger y batir con la derecha a Kepa, que no estuvo acertado en el encuentro. Con el 2-2 se llegaba al descanso en un derbi que no había tenido precisamente eso, ni un segundo de aliento.
La segunda mitad comenzó con varias revoluciones bajadas por parte de ambos tras el desgaste de la primera. Menos intensidad, menos acierto y por ende menos ocasiones. De hecho, los pupilos del Cholo no necesitaron siquiera una ocasión para volver a ponerse por delante en el marcador. Bastó un mal despeje de Kepa y un rebote en la rodilla de Rudiger para el 3-2 del Atlético a 10 minutos del pitido final. Y en la línea de lo que ocurrió en la primera mitad, el Real Madrid no tardó en volver a nivelar la balanza. Apenas siete minutos después, Carvajal recogía un rechace en el área para colocar el 3-3 con el que acabarían los 90 minutos reglamentarios.
En la prórroga, desaparecieron los goles y entraron en escena los calambres y las rampas. Los 22 futbolistas lo dieron todo y el tanque de gasolina estaba agotado. Un tiempo extra sin oportunidades hasta el minuto 115. Y es que cuando ambos conjuntos ya andaban pensando en quienes serían los encargados de lanzar los penaltis, Carvajal terminaba su exhibición como mejor jugador del partido sirviendo un gran balón a Joselu, que remataba y, tras tocar en la bota de Savic, el balón entraba llorando para el 4-3. No sería el último tanto, pues Brahim Díaz empujaba a placer el definitivo 5-3 tras aprovechar la subida de Oblak con la portería vacía. Celebración por todo lo alto de los madridistas tras uno de los mejores derbis de los últimos años. El Real Madrid ya espera rival en la final, que saldrá del duelo entre Barcelona y Osasuna.
La anécdota del partido la dejó Toni Kroos, que fue pitado por la parroquia saudí tras criticar duramente a la liga de moda que arrasó el mercado europeo durante el pasado verano a base de talonario.
Foto: Dani Carvajal celebra uno de los goles. (FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL).