Por ANTONIO GARRIDO / De lo que no hay la menor duda es de que el pleno extraordinario celebrado esta mañana en el Ayuntamiento no tiene precedentes, jamás en la historia de la democracia municipal ha sido reprobado un concejal que además es el portavoz socialista y fue en el anterior mandato alcalde de la ciudad. Con la singularidad de que el grupo municipal socialista ha decidido, y va en racha, no acudir a la sesión plenaria, en una flagrante dejación de su responsabilidad, en los cargos institucionales: cuando uno es elegido, hay que estar a las duras y a las maduras. Error, inmenso error, al quedar vacía la bancada socialista en el salón de plenos, que además ha sido una sorpresa para los asistentes y quienes hemos seguido el desarrollo del pleno, en mi caso por el canal youtube del Consistorio.
Por cierto en los últimos tiempos se están repitiendo las sesiones extraordinarias, entiendo que no debería abusarse de ellas porque, aparte de otras cosas, conlleva gastos y tal vez el punto de hoy, no necesariamente de urgencia máxima, se podría haber incluido en un orden del día normal, lo planteo desde el desconocimiento en este momento, pero no está el horno para bollos e ignoro si pudiera haber influido en la determinación del grupo socialista, que ha anunciado recurso, a pesar de lo cual no le exime de sus obligaciones.
En las responsabilidades públicas hay que acatar las normas y dar la cara, si ese fuera el problema, porque como recoge el refranero, “más vale ponerse una vez rojo…”. Pero no, el PSOE que encabeza Julio Millán, sigue en su huida hacia adelante, la que viene protagonizando desde el 28 de mayo, cuando se vio despojado del poder local, que todavía no ha asumido, y le falta humildad para reconocerlo y actuar en consecuencia. No esperaba que en esta ocasión faltaran al pleno y como quiero ser sincero lo que hay es temor a las consecuencias, pero como más sabe el diablo por viejo que por diablo, preveo que su manifiesta equivocación agrava su problema de deterioro y mal hacen con adoptar la táctica del avestruz, cuando si no hay nada de que arrepentirse y si se pueden dar todas las explicaciones solicitadas, lo exigible es asumir las consecuencias, con la verdad se va a todos sitios, esto en el caso de que esa verdad exista, no prejuzgo, inquiero.
La reacción del PSOE, por lo que estoy viendo, no hace más que agrandar la desconfianza hacia él, porque se limita a calificar como “circo” el pleno legítimo, que ha solicitado VOX, y que ha contado con la presencia de PP y Jaén Merece Más. El argumento es que ha sido una suerte de linchamiento protagonizado por la derecha ultra, la propia y la marca blanca. Se les olvida decir que entre las tres suman la nada despreciable cifra de 32.000 votos, frente a los 20.732 conseguidos en las urnas por el PSOE. Solo VOX logró 4.858 votos, más que en las elecciones de 2019. En una democracia los ciudadanos eligen en libertad, nos puede gustar más o menos, pero esa potestad reside en el pueblo soberano.
En una situación normal el hoy portavoz socialista y anterior alcalde tendría que haber asumido el error de hacer unas declaraciones inasumibles, no ya por quienes le han reprobado, sino por el conjunto de la ciudadanía, y quiero pensar, porque lo contrario sería grave, que por la inmensa mayoría de sus propios votantes. Lo hemos escuchado en el audio difundido, Millán ha dicho textualmente que “la compra de votos se suele producir y los que somos de Jaén lo sabemos” y esto jamás debería entenderse como una caza de brujas, eso es distraer al personal, porque resulta lo suficientemente grave para que el exalcalde se explique mejor y tal vez pudiera haberse retractado, aparte de pedir perdón, la humildad es una gran virtud, tan ausente en la política, a las personas a las que se dañó en la “Operación Pandilla” que, dicho sea de paso, me parece algo despreciable, es una afrenta a la democracia en toda regla.
Lo mismo que condené sin reparos cuando el PP pedía la cabeza de Millán sin los suficientes elementos de juicio y negándole la presunción de inocencia, en el escabroso asunto de los votos que da hasta vergüenza recordarlo, ahora creo que esas declaraciones en 7TV, por mucho que el grupo socialista haga seguidismo de su líder y niegue la evidencia, por lo menos deben ser explicadas, y hoy era el momento de hacerlo, porque se trata simple y llanamente de la difusión de un hecho constitutivo de delito. Cualquier salida de tono puede entenderse, pero dejar de asistir al pleno, que es su derecho y su deber, es llevar el mal ambiente que se vive en el Ayuntamiento desde el mismo día en que tomó posesión el nuevo equipo, hasta el exceso. Los argumentos tanto del PSOE partido a nivel local como del propio secretario provincial, son endebles, atacan pero no aclaran, se centran en que “el alcalde quiere machacar y denigrar“ la imagen de Julio Millán, este es el mensaje, pero se olvidan de quién fue primero, las falla la memoria.
Qué pena me da de Jaén, con la cantidad de cosas grandes y buenas que le hacen falta a la ciudad y estamos perdiendo el tiempo en lo más parecido a juegos de niños, pero maliciosamente. No me cabe la menor duda de que el trasfondo es meramente político, lo comentaba ayer a propósito de la crispación y era un adelanto porque ya preveía que hoy íbamos a vivir otro hecho que nos llenaría de bochorno a quienes lo único que nos interesa es que esta capital avance. Pero siempre ha sido así, unos por otros, la ciudad paga los platos rotos. Aclaro que no estoy en la trinchera, ni con nadie ni contra nadie, únicamente observo con tristeza las inútiles pérdidas de tiempo y cómo los responsables públicos se olvidan de la ejemplaridad, el respeto y la cordura, porque están representando al pueblo que los eligió a todos, los 27 concejales.
¿Qué diría el PSOE de Jaén si en el Congreso de los Diputados el PP decidiera no asistir a los plenos como protesta por los acuerdos discutidos y discutibles de Pedro Sánchez, como estamos viendo hoy mismo en la sesión de la Cámara Baja? En cuanto a la acusación al actual gobierno local de que desvía la atención porque no sabe gestionar, es una opinión interesada y negativa, radical, valdría en el caso de acompañarla de concreciones, pero juzgar el conjunto del trabajo desarrollado por el gobierno local como un fracaso es totalmente injusto y además no se corresponde con la verdad. Tampoco le pedimos que piropeen a los adversarios, como tampoco la anterior oposición lo hizo con el PSOE, lamentablemente impera el frentismo, sobre todo entre PSOE y PP, o al revés, aunque en tiempos de dificultad, como los actuales, y con una herencia en parte envenenada, se le acaban los argumentos. Lo que correspondería al PSOE, desde la legitimidad que le da el haber sido gobierno, es mantener una oposición sería, constructiva y exigente, pero la ciudad ni está para grandes confrontaciones ni para crispaciones, porque se resiente la gestión y lo que esperan los ciudadanos es sentido común y solución a sus necesidades.
Por el camino que vamos nos dirigimos directamente a propiciar que estos cuatro años sumen al despropósito, los unos por los otros, por tanto lo que manda el sentido común es dejar trabajar a quienes legítima y voluntariamente han asumido esa carga. Para ello el PSOE tiene que reconocer de una vez por todas que la ley vigente no le permitió seguir gobernando y le puso donde está, en la oposición. De continuar en esta senda es bastante probable que se quede a vivir en ese lugar por algún tiempo.
Es verdad que llueve sobre mojado, y lo digo en sentido literal porque al fin nos visita la lluvia, y que el portavoz de VOX se la tenía juramentada a Millán, el caso es que ahora llaman ultra al mismo partido, o casi, que tuvo como portavoz a Salud Anguita, con la que por intereses políticos el anterior alcalde fue bastante complaciente, es decir, cuando conviene son ultras y lo peor de lo peor, cuando no es así, y esto ha ocurrido unas cuentas veces en los últimos años en el Ayuntamiento, se corre un tupido velo y chitón. Por tanto es el momento de no echar menos balones fuera, asumir responsabilidades y practicar la virtud de la humildad.
El PSOE, por su propio bien, porque es un partido necesario y con una base sólida en la ciudad de Jaén, debe reaccionar. No sé si Julio Millán ha pensado en irse, porque la reprobación que hoy se ha aprobado, y que por cierto se han empezado a poner de moda, prueba evidente de que la crispación se va generalizando, es un brindis al sol, no es de obligado cumplimiento, pero la dirección socialista debería tomar cartas en el asunto porque el grupo municipal no pasa por su mejor momento, la deriva de Millán, su hoja de ruta, sus errores, le han afectado a él pero ha salpicado a sus compañeros y compañeras y en estas circunstancias lo mejor es proceder en consecuencia. Cuando me refiero a Julio Millán me gusta diferenciar dos situaciones bien distintas. Una, su paso por la alcaldía, con luces y sombras, como cualquier otro, pero preferimos quedarnos con lo bueno, que lo ha habido, de sus desaciertos ya se están enterando los que ahora rigen el Ayuntamiento, que ni siquiera tuvieron el beneficio de una transición como Dios manda. Lo segundo, es su actitud de mal perdedor, no de las elecciones, que ganó por poco, sino de la evidencia de los hechos ante un acuerdo de otras dos fuerzas políticas totalmente legitimadas para hacerlo.
En aquel momento en el que le faltó calidad política, templanza, señorío, deportividad le llaman otros, asunción de un hecho normal que el PSOE frecuenta, hace poco nada menos que con Bildu, ¿les suenan las distintas varas de medir?, en resumidas cuentas no haber llegado al pleno con un discurso impropio de un responsable público de amplio recorrido, además considerado en muchos ámbitos, el que escribe incluido, una buena persona, dialogante y por Jaén, cualidades en parte que se han esfumado como por arte de magia, y ya digo que con sus luces y sus sombras, pues también los responsables públicos son personas que aciertan y se equivocan en la toma de decisiones.
En la citada situación, al constituirse el nuevo Ayuntamiento en el mes de junio pasado, ya percibí, y lo dije, que Millán se estaba equivocando muy gravemente. Pero lo peor estaba por venir, ha sido el mantenella y no enmendalla. Tal vez pretenda justificarse ante los suyos, pero uno que está en la calle y habla con la gente, pone en discusión los resultados. Y soy el mismo que escribí aquí antes de las elecciones que mi intuición, la experiencia insisto que es un grado, me decía que el PSOE iba a ser la lista más votada. Si las elecciones fueran mañana no me atrevería a hacer el aserto con tal contundencia.
En resumidas cuentas, los que pueden y tienen autoridad y legitimidad, empezando por el alcalde, deben tratar de recuperar la normalidad, claro que dos no pueden si uno no quiere y condición indispensable es que la política partidista que tantas veces es el problema y no la solución, pase a un segundo plano, hecho que dudo porque está metida en el Ayuntamiento en grado sumo, el portavoz socialista es el secretario general de su partido en la capital y uno de los concejales del PP es el presidente provincial de esa formación, por tanto cualquier esperanza es un sueño.
La inasistencia al pleno de hoy ha sido una decepción, seguramente han pensado que era lo que les beneficiaba, pero pienso que han cometido, y van sumando, un gran error y si la memoria de los ciudadanos está en buen estado les puede causar males mayores en el futuro. No creo, en esa situación, que al propio Millán le interese ser candidato. La prudencia hubiera aconsejado trabajar desde el primer día con toda la fortaleza, paso a paso, para ganarse el respeto y el crédito, pero no ha sido de esta manera y como jienense lo lamento, también como demócrata que creo firmemente en que los partidos políticos y quienes les representan son imprescindibles en el sistema que nos hemos dado. Imprescindibles, pero responsables de sus actos y de las consecuencias de los mismos.
Como final mi percepción de que la política no puede ser tan inmisericorde, tan inhumana, el vale todo por mantener el poder, incluso lo que nunca debería prevalecer en una democracia, lo que la ensucia y denigra. Yo quiero una ciudad limpia y con unos políticos honestos que, sean del partido que sean, porque a todos los tengo en consideración por el esfuerzo que hacen y el paso que dan, sumen y no resten, que dediquen todo su tiempo en mejorar Jaén en vez de mantenernos en vilo permanente. Querer a Jaén y prometer o jurar defenderla, eso es otra cosa. Total, pensábamos que el problema del Ayuntamiento era su inmensa ruina económica, y a fuer de sinceros en este momento me parece más grave que se traslade falta de confianza y descrédito. Señores y señoras concejales, Jaén no se merece esto. Sé que no lo van a hacer porque muchos van de sobrados, pero por última vez en este comentario les pido que los que tengan la obligación de hacerlo, rectifiquen.
Foto: Imagen del salón de plenos esta mañana, donde se pueden apreciar vacíos los bancos del grupo socialista.