“Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Dios mío, si yo tuviera un corazón. Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que ofrecería a la luna…» Este poema se atribuye a García Márquez, en los últimos momentos de su vida, aquejado por un cáncer, pero él siempre lo negó y endosó la autoría a un joven ventrílocuo mexicano, Johnny Welch. Para el caso es igual, porque lo importante del precioso poema es el grito desesperado por aferrarse a la vida. Si yo tuviera un trozo de vida…se dice en otro verso, y es que, como bien viene a resumir en tan bellas expresiones, todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada…Además, un 6 de enero, en el año 1500, venía al mundo en Almodóvar del Campo, el que con el tiempo sería San Juan de Ávila, eclesiástico de gran influencia en su tiempo, patrón del clero y desde hace unos años Doctor de la Iglesia proclamado por el papa Benedicto XVI. Fue ante todo un excelente predicador y escritor ascético, de amplísima obra, y en algunos ámbitos se le atribuye el famoso soneto “No me mueve, mi Dios, para quererte…”, una de las joyas de la mística castellana, ya que datos de su idea central figuran en textos del santo. Hemos de hacer constar que San Juan de Ávila fue también, entre otras muchas cosas, impulsor de la antigua Universidad de Baeza, fundada en 1542. Una cita en su recuerdo: “Más fruto se saca examinando cada uno su conducta, que queriendo remediar la ajena”…En 1881, un 6 de enero, está datado el nacimiento del escritor y pensador libanés Khalil Gibran, uno de los grandes autores y genios creativos del mundo, a pesar de ser ignorado durante años. Sus frases nos invitan a reflexionar sobre temas de gran trascendencia como el amor, la espiritualidad y las relaciones con los demás. Conocido como el “poeta del exilio”, cuenta con obras como El profeta, Alas rotas o El loco, y su misticismo es una convergencia de varias influencias diferentes. He aquí algunas de sus expresiones: “Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños” y “Das poco cuando das de tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das”…En las antípodas, me llama la atención un escritor andaluz, sevillano por más señas, nacido un 6 de enero de 1928. Se trata de Alfonso Grosso, al que se ha llamado con razón, el gran prosista de Sevilla, adscrito al llamado realismo social primero y después a la nueva narrativa andaluza, con obras como Con flores a María, Florido mayo, o su primer trabajo, Por el río abajo, con Armando López Salinas. Finalista del Premio Planeta, y hombre de izquierdas, soñaba con la Semana Santa de su Sevilla, hasta el punto de escribir: “Me siguen fascinando los tambores y las trompetas de la Semana Santa, mucho más verdadera y popular, que la Feria, ese espectáculo cada año más triste y deprimente”…Un nuevo personaje para resaltar en este día, el del fallecimiento, en 1905, del poeta español José María Gabriel y Galán, el llamado Poeta del pueblo llano, que supo encarnar, desde la más pura humildad, la voz del pueblo. Nos dejó como herencia bellas frases, como estas: “Nunca es definitivo el éxito, ni perenne el fracaso” y “¡Oh, fama vocinglera, ¡cuán fácil es el viento que te guía y tu sonora voz, cuán embustera”…También cabe mirar a uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, fallecido el 6 de enero de 1919, galardonado con el Premio Nobel de la Paz por negociar el fin de la guerra ruso-japonesa. Se recuerda a este personaje polifacético por su personalidad exuberante, su amplitud de intereses y logros y su liderazgo del Movimiento Progresista destinado a acabar con la corrupción. Dos citas de su autoría: “Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser grande o democracia” y “Es duro fracasar, pero es todavía peor no haber intentado nunca triunfar”…Todavía queda añadir el novelista y médico británico A.J. Cromin, autor de obras como La ciudadela y Las llaves del reino, ambas llevadas al cine. La obra de Cromin es una mezcla de realismo, romance y crítica social a su época. Así escribe sobre la vida: “La vida no es ningún pasillo recto y fácil, que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar el camino, perdidos y confusos, detenidos, de vez en cuando, por un callejón sin salida”…La cita final es hoy del escritor Truman Capote: “Hay que aprender tanto y de tantas fuentes: no solo de los libros, sino de la música, de la pintura, y hasta de la simple observación de todos los días”…Buen día, que los Reyes hayan sido generosos!!!