Por ANTONIO GARRIDO / Ya está decidido el Gobierno y no con demasiadas sorpresas, para empezar no hay ningún ministro o ministra con vinculación al territorio, al menos que se sepa, y de los que siguen tampoco se esperan milagros, porque lo que no hicieron en años no lo van a remediar ahora, sobre todo cuando hay tanto que repartir y de entrada me temo que nos va a tocar bailar con la más fea, salvo que la política por un lado y la sociedad por otro, hagan su trabajo y exijan lo que nos corresponde. Luis Planas continúa en Agricultura, en repetidas ocasiones ya he expresado mi opinión sobre este político que fue un buen consejero de la Junta, como tal se le recuerda, pero en el Ministerio va a pasar para Jaén sin pena ni gloria, y es triste decir esto cuando la economía de la provincia es tan dependiente del campo. No ha estado a la altura de las circunstancias y buena prueba de ello son las críticas que ha recibido en torno a la Política Agraria Común (PAC) en la que se ha quedado solo, él y quienes le apoyan, en considerar que favorece a los intereses de Jaén, cuando las organizaciones agrarias tienen otra versión bien distinta. Y hay muchos más asuntos en los que defraudó, así que más de lo mismo. Por lo que respecta a la ministra de Hacienda y a partir de ahora con el rango de vicepresidenta, María Jesús Montero, bien merecido por los excelentes servicios a la causa, siempre fue poco receptiva a las cuestiones jienenses, pese a lo cual, sin el más mínimo pudor, no tuvo inconveniente en acudir a mítines, incluso acompañando al jefe Sánchez, sabedora de que estaba en tierra propicia y hospitalaria, incapaz de hacerle el más mínimo reproche. Ni antes en la Junta ni después en el Ministerio ha hecho el esfuerzo que se le ha pedido para allanar una posible solución negociada a la deuda del Ayuntamiento de Jaén, pero ni con su propio partido y menos con la oposición.
Por cierto, ahora se está demandando la quita de esa deuda municipal, que tiene arruinado al Ayuntamiento, en base a las cesiones del ejecutivo a los nacionalismos, que todo hace indicar que van a tener barra libre. Personalmente, más que apoyar que se perdone parte de la deuda al Consistorio de Jaén, con todos mis respetos, vería con buenos ojos que la exigencia pudiera hacerse sobre infraestructuras imprescindibles, por ejemplo la llegada del AVE, creo que es más lógico que pagar los excesos de gobernantes irresponsables, que contrasta con aquellos que sí han gestionado adecuadamente. Hay que pedir lo que nos corresponda, sobre todo cuando se ha dicho, no sé si como excusa para acallar el malestar político y ciudadano, que ha llegado el momento de la vertebración de los territorios. Ahí tiene que estar Jaén en la cola, para no permitir que se le ningunee, como ha sido costumbre.
De la señora Yolanda Díaz hay poco que decir. En sus años de responsable pública ni ha estado en Jaén ni se le espera, y debería conocer que esta provincia tiene algunas características que merecerían su atención. En cuanto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que se mantiene en el cargo, tal vez para Jaén sea buena su continuidad. No hemos olvidado, claro que no, su pésima actuación con el Colce, pero si cumple su compromiso con el Cetedex, que puede convertirse en los próximos años en la tabla de salvación de Jaén, habrá expiado algunas de sus culpas. El Centro de Experimentación y Desarrollo nos puede abrir las puertas del futuro, por eso es importante que se mantenga su responsable política, porque es ella la encargada de dar la cara, de conseguir financiación y pagar a Jaén la deuda contraída. Por esta circunstancia un cambio en el Ministerio hubiera sido una dificultad, por fortuna no ha sido así, con lo cual se sigue abrigando la esperanza.
Dejo para el final, expresamente, el nombramiento de Óscar Puente como ministro de Transportes. Él fue el que sorprendió a toda España en la investidura de Feijóo defendiendo a Pedro Sánchez y la recompensa ha sido grande, nada menos que de perdedor de las elecciones en su ciudad a convertirse en flamante ministro. No sé qué capacidad de gestión tiene este señor, pero de los anteriores ministros y ministras responsables de las infraestructuras de comunicaciones en la provincia tenemos las peores referencias. La principal asignatura es la de los servicios ferroviarios. Siempre hemos estado dejados de la mano de los poderes, pero de un tiempo a esta parte en tanto que los políticos jienenses tan dóciles al mando no dejan de proclamar que estamos cerca del paraíso ferroviario, la realidad es que hemos llegado al límite, las incidencias son continuas, a diario, los servicios son tercermundistas, no, lo siguiente, y ya en las redes sociales los jienenses nos mofamos de lo que se ha convertido en el pan nuestro de cada día, es tal la impotencia porque nadie pone remedio a que en pleno siglo XXI Jaén sea tan irrelevante, que hay que reír por no llorar. No sé qué habrá que hacer para que cambie el rumbo de los acontecimientos ante la indiferencia de los que tendrían que estar peleando porque termine este viacrucis de Jaén. Ahora, ya lo comentaba hace unos días, es más frecuente ver autobuses en la estación de Renfe de Jaén que trenes. Para colmo, frente al optimismo de algunos parlamentarios que quieren sacar agua de un pozo seco, hemos sabido que el Ministerio de Transportes ha prorrogado el estudio de viabilidad para unir la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla con el corredor Córdoba-Jaén.
Ese contrato se adjudicó en julio de 2022 por un plazo de quince meses y como han pasado y no hay novedad, hay que volver al comienzo, este suele ser el modus operandi, y mientras ver pasar el tiempo. Es curioso cómo hay quien se empeña en ver un Jaén a colores cuando servicios tan elementales del tiempo en que vivimos, como es el ferrocarril, nos lo tienen olvidado, pasa el tiempo, cuando viajamos por España podemos observar que hay muchas zonas que han cogido la vía de la modernidad. En Jaén estamos todavía anclados en el siglo pasado. A ver este ministro Puente, si es capaz de ser tan diligente en su trabajo, me refiero a las necesidades objetivas de Jaén, como lo ha sido para ganarse el favor de su presidente. Otros ministros tendrán responsabilidades más o menos directas con la provincia, estoy pensando en Cultura, donde siempre habrá asuntos pendientes. No se trata de pedir un trato de favor para Jaén, que también, porque hemos de seguir reivindicando la deuda histórica que no han saldado tanto en Madrid como en Sevilla, pero al menos que de una vez por todas nos pongan en el mapa y nos escuchen, que no dejen todo para Cataluña, el País Vasco y Galicia, por aquello de que hay que pagar el favor de los votos. Que no nos nieguen el derecho a progresar. Y si lo hacen que sepamos defendernos como corresponde.
Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles, en su visita en febrero pasado a la Catedral de Jaén.