Por ANTONIO GARRIDO / Hay asuntos en la ciudad que vuelven de vez en cuando como Guadiana. Uno de ellos es el de la manzana de Las Protegidas. La política tampoco ha sido capaz de resolver la angustia de tantas familias como viven en la zona y que siguen esperando que se imponga el sentido común y se les ofrezca una salida para arreglar tantas viviendas como se van degradando con el tiempo. Los vecinos han acudido a los tribunales y han llamado muchas veces a las puertas de las instituciones que hace ya casi quince años tuvieron que atajar un problema que por falta de eficacia y capacidad resolutiva se ha empeorado. En el año 2006 se produjo la polémica inclusión del grupo de Las Protegidas, por parte de la Junta de Andalucía, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Histórico-Artístico, ante el escepticismo de los vecinos, aunque el gobierno andaluz lo vendió muy bien, sobre todo la tipología tan singular de su construcción, no planteó consecuencias negativas. Poco después, en 2009, al tiempo que arreciaba la polémica, la Junta, esta vez en palabras de Julio Millán, que ya tenía puesto de mando como delegado, comprometió 24 millones de euros para actuar en la rehabilitación de la zona. Ni un euro hasta hoy, sonoro incumplimiento, un brindis al sol. Con posterioridad, por aquello de que donde las dan las toman, en su momento el entonces alcalde de Jaén, Javier Márquez, dirigió una carta a la secretaria general de Vivienda de la Junta, claro, en tiempos del PSOE gobernando, solicitando la descatalogación, con el argumento de que si la Junta no podía hacerse cargo de actuar sobre una protección que ella misma había hecho, lo mejor es que se olvidara de la misma y los propietarios tengan capacidad para llevar a cabo las obras que procedan. En definitiva no vale ser como el perro del hortelano, ni comes ni dejas comer. El hoy senador aprovechaba la ocasión para lanzar una andanada a Millán, ya que el socialista estaba a punto de encabezar la candidatura a los comicios locales que le darían la vara de mando.
Aún recuerdo una visita a Jaén de la entonces presidenta de la Junta, Susana Díaz, y su encuentro cordial con el alcalde, el propio Márquez, una vez más mucha foto y poca eficacia, al menos visible, se había planteado, o eso dijeron, un diálogo para tratar de salir del atolladero existente. El consejero de Fomento y Vivienda, el jienense Felipe López, sugirió la misma propuesta de la jefa del ejecutivo andaluz, “actuar desde la cooperación y la concurrencia” varias administraciones, en concreto Gobierno de la nación (PP entonces), Junta, Ayuntamiento y vecinos. Se podría ver lo que ponía cada parte, pero el problema estaba en el Consistorio jienense, que todo el mundo sabe que no dispone de una caja de la que sacar el dinero, por tanto era y sigue siendo un impedimento, a no ser que se llegue a un tipo de acuerdo por el que el Ayuntamiento colabore de otra manera, fórmulas existen, de hecho para varios proyectos el Consistorio ha cedido terrenos tanto a la Administración central como a la autonómica para desarrollar actuaciones.
Si traigo este asunto a colación es porque he observado que nuevamente los vecinos de Las Protegidas han querido que se escuche su voz, aunque cansados de tan larga espera llaman a las puertas para ver si el actual gobierno andaluz, de otro color, de los mismos que pedían la descatalogación hace años, les da alguna respuesta en positivo. Conviene no olvidar que en una de sus visitas a Jaén en la última campaña electoral para las autonómicas, el propio Juanma Moreno se comprometió personalmente a la descatalogación solicitada, incluso se atrevió a decir que Cultura ya trabajaba en la descatalogación de los inmuebles afectados donde residen en torno a unas 2.000 personas. Estas fueron sus palabras, que me recuerda la maldita hemeroteca: “Vamos a solucionar los problemas con los vecinos de Las Protegidas. Compromiso que nos exijan, compromiso que vamos a cumplir en beneficio de todos y cada uno de los ciudadanos”. En los últimos días, sin embargo, el delegado del Gobierno, Jesús Estrella, preguntado sobre el particular, ha dicho que no le consta que se haya iniciado el expediente. Son capaces de decir una cosa y la contraria, tal vez temerosos de la opinión de algunos expertos que defienden su actual estatus, solo que ellos no padecen la adversidad de vivir en estas viviendas.
Las Protegidas ha sido en todo este tiempo tema recurrente para el habitual enfrentamiento entre socialistas y populares, pero ni unos ni otros han mostrado eficacia. Allá ellos, pero desde luego lo de Las Protegidas, la larga espera, la inacción, que un asunto de este calado lleve ya tantos años en ‘stand by’, expresa muy bien a las claras que nos movemos en un escenario político de perfil bajo, en el que la Junta, antes y ahora, o no sabe o no quiere meterle mano a una aspiración legítima y sensible y donde los habitantes de este céntrico espacio urbano tienen motivos para estar hartos de engaños. Como saben, no es el único asunto que lleva tantos años en lista de espera, esta es una de las causas por las que la ciudad no avanza,
No soy muy optimista sobre la posibilidad de que se resuelva este dichoso tema, ya llevamos en torno a diecisiete años desde que se efectuó la declaración y no se vislumbra salida alguna. Es oportuno por tanto que como en su día hizo la federación OCO, no escuchada, como tampoco los propios vecinos afectados, se siga llamando la atención sobre uno de los problemas sobre el que las administraciones no han dado la cara para el sí o para el no, han preferido la ley del silencio o, cuando no ha sido posible, salirse por los famosos Cerros de Úbeda. Lo menos que se puede pedir es que en una capital como Jaén, alguien con sentido de responsabilidad y por compromiso con la ciudad y sobre todo con su gente, ponga de una vez colorados a los políticos.