“¡Qué afortunados somos cuando tenemos algo a lo que nos cuesta tanto decir adiós!”

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / «Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vista atrás y te des cuenta de que eran las cosas grandes». (Robert Brault). Qué gran verdad, en ocasiones estamos a la espera de manás y nos pasan desapercibidas cosas sencillas a las que no prestamos importancia y finalmente dejan su huella. Hay que estar preparados para la sorpresa, en la vida surgen coincidencias y detalles pequeños que al observarlos después, con cierta perspectiva, es cuando detectamos su verdadero valor. Todo transcurre muy deprisa, por eso nuestros sentidos tienen que estar alerta para exprimir las sensaciones. Las ‘cosas grandes’ pueden llegar en cualquier momento, incluso hoy mismo si nos lo proponemos…Recordamos al novelista, ensayista y crítico francés Marcel Proust, nacido tal día como hoy de 1871. Su obra más conocida es En busca del tiempo perdido, que escribió como la historia de su vocación tanto tiempo postergada, y fue una de las cimas de la literatura del siglo XX, enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte. La obra de Proust, junto a la de autores como Franz Kafka, James Joyce o William Faulkner, constituye un hito fundamental de la literatura contemporánea. Dos frases en su memoria: “A cierta edad, un poco por amor propio, otro por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear” y “Demos gracias a las personas que nos hacen felices: ellas son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma”…Otro nombre importante y relacionado con el día es el de la cuentista canadiense Alice Ann Munro (10 de julio de 1931), a quien se considera una de las escritoras más destacadas en lengua inglesa. En el año 2013 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura y fue citada como una “maestra de la historia corta contemporánea”. Sus relatos breves se centran en las relaciones humanas analizadas a través de la lente de la vida cotidiana. Por esto, y por su alta calidad, ha sido llamada La Chéjov canadiense. La reconocemos en estas expresiones: “La gente siempre decía que el pueblo estaba muerto, pero en realidad cuando había un funeral era cuando más se animaba” y “Sin Dios, ¿cómo vamos a aguantar esta vida?”…El 10 de julio de 1902 también nacía el poeta cubano Nicolás Guillén, que fue mucho más que eso, se le conoció como el poeta del son, ritmo y baile típico de Cuba, y se le considera como el poeta nacional cubano por excelencia, con una obra ligada a las tradiciones afrocubanas, a la llamada “poesía negra” centroamericana, en fin, un personaje de la cultura de la isla. Este poema lo puede definir: “Verla partir y amarla como nunca; seguirla con los ojos. Y ya sin ojos seguir viéndola lejos”…Y para cerrar el recuerdo a personajes vinculados con la fecha, nos queda el escritor británico Winston Graham, fallecido el 10 de julio de 2003. Graham fue un autor de más de cuarenta novelas, entre las que destacan las de las serie Poldark. Su obra ha sido traducida a más de 17 idiomas. Seis de sus novelas fueron llevadas a la gran pantalla, la más notable de ellas, Marnie, fue dirigida por Alfred Hitchcock. De Poldark se han hecho dos series de televisión, emitidas en más de 22 países. Una frase de este autor: “La cosa más grande es tener alguien que te ama y amarla tú a su vez”…Una sentencia de Gandhi: “Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar”…Otra del escritor William Arthur Ward: “Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo”, que se viene a dar la mano con otra frase de la empresaria Mary Kay Ash: “Todo el mundo quiere ser apreciado, así que si aprecias a alguien, no conviertas eso en un secreto”…Todavía una expresión de la célebre escritora Jane Austen: “No hay encanto que se pueda comparar con la ternura del corazón”…Y también del escritor uruguayo Mario Benedetti: “Tengo la teoría de que cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas que no lloró en su debido momento”… Y una última, esta vez de Harold Gray, un gran contador de historias: “¡Qué afortunados somos cuando tenemos algo a lo que nos cuesta tanto decir adiós!”.