Por ANTONIO GARRIDO / A punto de iniciarse la operación salida de vacaciones, España sigue teniendo resuello. Sin solución de continuidad estamos metidos en el proceso electoral hasta las cejas, y con ganas de que pase lo que tenga que pasar y tengamos cuatro años de tranquilidad, es un decir, mientras vemos actuar a los gobiernos a todos los niveles y, de acuerdo con la costumbre, por lo menos en nuestro territorio, no ganemos para disgustos. Otro escenario si soy sincero no preveo, aunque ya me gustaría. Tenemos el caramelo del Cetedex, pero cuatro años no son suficientes para ver crecer al proyecto, y también hay que pensar en el ritmo que le imprima el gobierno que salga de las urnas. Lo que digan ahora los políticos con edad de merecer hay que ponerlo en cuarentena.
Lo mismo cabe decir de las expectativas en torno al Ayuntamiento de Jaén. Después de la sonora estampida del secretario de Jaén Merece Más, Javier Marín Gámez, que ha sido hasta ahora uno de los imprescindibles, y ya es pasado, advertimos que en política lo que hoy es mañana puede dejar de serlo. El presidente del partido, Juanma Camacho, ha lamentado esta ausencia, pero desde el respeto a las decisiones personales ha dado a entender que pasan página. Y es que los acontecimientos, especialmente la puesta en marcha del engranaje municipal, les trae ahora de cabeza, desde ese punto de vista se entiende que, como además son nuevos en el desempeño de los cargos, les cueste adaptarse a una estructura que es la que es para tratar de constituir un organigrama útil. Cualquier partido ha pasado por la misma experiencia en algún momento, por tanto bienvenidos a la jungla, a la política de verdad. Por lo pronto cabe esperar a ver en qué se traducen las denuncias formuladas por Javier Marín antes de su abandono, pues solamente desde el conocimiento exhaustivo habrá elementos de juicio para opinar. En cuanto a las redes sociales hay muchas aportaciones responsables y otras que lo son menos, a este gobierno municipal, acaso por su singularidad, por salir de un acuerdo que nos tuvo en vilo durante unos días y una serie de circunstancias, da la impresión de que se le va a exigir más. Vaya mala memoria que tenemos, todo lo que nos hemos tragado en décadas.
Y luego están las etiquetas, a Juanma Camacho lo sitúan poco menos que entregado al PP y al conocerlo bien, desde hace muchos años, a él y a su defensa a ultranza de los intereses de esta ciudad por encima de todo, sin banderías, diciendo las verdades al lucero del alba, pero no desde hace siete años, sino desde que era un adolescente, llama la atención que el último en llegar, normalmente desde posiciones partidistas, muy partidistas, incluso desde trincheras donde nunca han exigido esfuerzos de los gobiernos por Jaén, se atrevan a criticarlo, a pedirle explicaciones e incluso si llega el caso a insultarlo. Mejor le hubieran imitado, a él y tantos como él, porque gracias a este tipo de personas que no se han vendido jamás hoy se nos empieza a mirar a Jaén con un cierto respeto, todo el que ningún partido político ha sido capaz de exigir porque históricamente a quienes hemos elegido en Jaén para que nos representaran se dedicaron a ser, sálvese quien pueda, dóciles servidores de la disciplina partidaria en lugar de políticos comprometidos con su territorio. No pasa nada con tener ahora un poco de paciencia, cien días, no más, porque para lo bueno y para lo menos bueno habrá tiempo. Al que veo que no para es al alcalde, Agustín González, es el mismo político que cuando no era candidato o cuando ya estaba designado para serlo, tiene una energía en la que es difícil seguirle el ritmo. No sé qué pasará de aquí en adelante, cualquier cosa menos rendirse.
Lo que sí ha hecho hoy Jaén Merece Más es aportar a la opinión pública el protocolo notarial referente al Acuerdo por Jaén, que en términos generales no se diferencia del ya publicado tras la constitución del Ayuntamiento, salvando la exposición previa y algunos anexos, sobre todo de normas financieras del Ministerio de Hacienda y Función Pública, y otro apéndice especialmente significativo porque se refiere al modelo de financiación de la Universidad de Jaén, del que se reivindica a la Junta de manera expresa que sea “justo y digno”, de la misma forma que se demanda financiación adicional para sufragar los gastos del Grado de Medicina y se solicitan las suficientes garantías para que la UJA pueda actualizar y potenciar su oferta académica. Asimismo, y no menos importante, advierte de las garantías necesarias para la implantación del Cetedex en Jaén y con el protagonismo de la propia Universidad.
Por otro lado, el documento notarial, al definir el Acuerdo por Jaén, señala que persigue “el desarrollo, la igualdad, el reequilibrio y la convergencia territorial, previsto en el artículo 138 de la Constitución Española, frente a la deuda histórica que mantienen todas las administraciones y gobiernos para con Jaén y su provincia”. En cuanto al seguimiento y control del grado de cumplimiento del Acuerdo por Jaén se dispone la creación de una comisión mixta compuesta por dos miembros nombrados por cada partido político. Igualmente el protocolo recoge la asunción por las dos partes de la realidad socioeconómica de la capital y provincia y los tres concejales de Jaén Merece Más quedaban comprometidos, como así ocurrió el pasado día 17, a votar favorablemente para alcalde al que era candidato del Partido Popular, José Agustín González Romo. Como se ha dicho en los últimos días, en el punto cuarto del protocolo al que nos venimos refiriendo, se afirma con toda rotundidad que “el incumplimiento del Acuerdo por Jaén por parte del Partido Popular, podrá suponer la ruptura del acuerdo de investidura y de estabilidad en el gobierno municipal, quedando liberado Jaén Merece Más en el compromiso de sostenimiento de dicha gobernabilidad”. Este es el estado de la cuestión. En un vistazo no se observan grandes cambios con las 100+1 medidas que se dieron a conocer el primer día. Ahora sí, empieza la cuenta atrás. Un marrón para el PP, seguro, pero lo que los dos partidos han firmado es que Jaén Merece Más rompe relaciones si no llegan los compromisos.
También estamos interesados en ver la forma de actuar de la oposición municipal, especialmente del PSOE y del hasta hace poco alcalde, Julio Millán, que espero y deseo, que haya tenido ya tiempo para digerir la nueva situación y con su grupo nos regalen una oposición contundente, pero constructiva, esa que tal vez en algún momento no tuvo, pero ese papel es fundamental en un Ayuntamiento que de verdad esté interesado en que la ciudad avance. Por cierto, va a hacer cuatro años, cómo pasa el tiempo, que Julio Millán, convocó, recién llegado al cargo, con la vena reivindicativa intacta, y cuando parecía una bocanada de aire fresco, una protesta por el aislamiento ferroviario, lo nunca visto, con Sánchez al frente del gobierno, aunque en funciones. Su discurso fue que “Jaén no puede perder más trenes, ni estar aislada del resto de Andalucía y España”. Le duró poco, horas. Aquella fue una protesta light, tuvo lugar el 14 de julio si mal no recuerdo, y lo ocurrido en los años siguientes es conocido, lo frenaron o se frenó en seco, incluido el bochorno del Colce, en el que de nuevo sintió la tentación de desbocarse, aunque solo fuera por vergüenza torera, ese episodio que no quieren ni que se nombre. Razones de más para que los jienenses, al menos los que no nos debemos a las férreas disciplinas de partido, los equidistantes, que no indiferentes, hayamos acabado tan escarmentados con las administraciones y los partidos. Así que como Santo Tomás, ver para creer.
Añadir, finalmente, que me parece positivo que uno de los primeros encuentros del nuevo rector de la Universidad, Nicolás Ruiz, haya sido con la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), con propósitos en paralelo, todos para fortalecer el músculo industrial y empresarial, hay que matizar las declaraciones grandilocuentes de los políticos sobre el peso y el potencial industrial de la provincia, porque se toma como referencia que el 14% de nuestro PIB procede de la industria, pero se olvida añadir que dentro de ese tanto por ciento se incluyen industrias agrícolas, como son las almazaras, por lo que insistir en que Jaén no debe ser considerada una provincia fundamentalmente agrícola es solo una verdad a medias, es como hacerse trampas al solitario. Se está reiterando en la urgencia de conseguir empresas tractoras, para dar un empuje y sobre todo crear empleo, pero como recuerda cada vez que tiene ocasión el presidente de los empresarios, Bartolomé González, son las infraestructuras las que sustentan el desarrollo y Jaén se ha quedado atrás. Así que lo que corresponde es exigir a las administraciones, empezando por el Gobierno central, el impulso a proyectos que llevamos años esperando y que no acaban de aterrizar. Pero, en fin, cuánto disfrutamos al comprobar las grandes potencialidades de Jaén, que las tiene, aunque a veces no resulten visibles. Es verdad que nos faltan empresas tractoras que muevan la economía y creen empleo estable, pero existen cada vez más iniciativas empresariales que vamos conociendo y que demuestran que hay un Jaén desconocido que se va abriendo paso, lleno de innovación y de futuro. No todo está perdido, hay emprendedores que vuelan alto, se van descubriendo experiencias empresariales importantes, detrás de las que florece el talento. Esta riqueza es la que hay que saber explotar convenientemente.
Imagen: El protocolo notarial firmado por el PP y JM+ deja bien claro que este último partido puede romper su compromiso de gobierno municipal si no se cumplen los puntos, 100+1, que figuran en el documento del llamado «Acuerdo por Jaén».