Por ANTONIO GARRIDO / Qué subidón y que chute de autoestima ver a Jaén como la hemos visto en la pasada semana. Ojalá que esto no se acabara nunca o que estas citas pudieran celebrarse con más frecuencia, que obviamente no es posible, pero soñar no cuesta nada. Me fío lo justo de los datos oficiales de cualquier acontecimiento, ya se sabe que los organizadores y promotores siempre tienden a magnificar, el objetivo siempre es superar la edición anterior, para que no se diga. No pongo en duda que haya habido más de 50.000 visitantes y de que se haya tratado de la feria más internacional, pero como llueve sobre mojado, es un decir, como de un año para otro se sienten en la obligación de mejorar, prefiero quedarme con lo que todos hemos visto, un llenazo impresionante, una cantidad inmensa de vehículos llenando a rebosar el recinto, las zonas más o menos próximas, incluidos los olivares, que posiblemente no proyecta la mejor imagen, aunque sí da una idea del poder de convocatoria, y por supuesto la riada de gente cada una de las jornadas, desde la primera a la última, lo que confirma sin paliativos el éxito indiscutible de la Feria. La Expoliva sigue estando en lo más alto, sus responsables no tienen más remedio que plantearse de qué manera hacerla crecer, por la sencilla razón de que se ha quedado pequeña. A pesar de todo, por supuesto de los malos momentos por la sequía, el sector, el universo olivarero, presenta fortaleza, de ahí que me atreva a decir que ha habido volumen de negocio, y de ese músculo por supuesto no es ajeno nuestra provincia y las muchas entidades que están involucradas en esta bendita aventura bienal.
Y no les cuento de qué forma se ha trasladado la Expoliva a la ciudad, llenazo en hoteles, se ha detectado un negocio al margen de la legalidad con casas convertidas en alojamientos turísticos, y también ha habido negocio sólido en restaurantes, la ciudad lo ha notado, no hay cita igual que esta Feria, es innegable que somos y además parecemos una capitalidad con mayúsculas, conocida y reconocida, por toda la geografía provincial, por la España olivarera y por los países representados. Estos 40 años de existencia de Expoliva han merecido la pena y cuando nos lamentamos de tantas carencias que pesan sobre esta tierra no es que seamos catastrofistas, pero tampoco es bueno ser indulgentes en exceso, es que hay que saber distinguir las fortalezas de las debilidades.
Hay que cuidar la Expoliva, hay que echarle imaginación para el futuro, a ella nos aferramos como esa gran oportunidad que permite que Jaén sea un escaparate al mundo entero, creo que no somos conscientes de lo que eso significa, y además gracias al aceite de oliva que es nuestra principal seña de identidad. Hay dos años por delante para darle una pensada. La organización creo que conoce bien los aspectos mejorables, por ejemplo el simposium, que ha ido disminuyendo en interés tanto temático como de los propios participantes. Hay que volver a los orígenes, en Expoliva tienen que estar los mejores expertos y hay que buscarlos donde se encuentren, como sucedió en los primeros años con la presencia de personalidades como el profesor Grande Covián, una autoridad. Y luego está el capítulo de premios. Los que no tienen dotación económica en su mayoría carecen de sentido porque le restan calidad y prestigio. Estas son en concreto responsabilidades de la Junta, y debe tomar nota, lo apunto porque si no se avanza le estamos haciendo un flaco favor.
Foto: La imagen se comenta sola. Un momento de la visita a Expoliva del presidente de la Junta, Juanma Moreno, concretamente en el stand de COAG.
Por cierto, como estaba previsto, han pasado por la Feria los políticos, ha habido hasta para aburrirse, porque probablemente los servicios de protocolo han optado por no hacerlos coincidir, lo que sí ocurrió hace dos años, pero por la presencia del Rey Felipe. No tengo obsesión por la presencia de los políticos, que conste, prefiero que los protagonistas sean los expositores y los profesionales, pero ya que rivalizan por las fotos, al menos que agenden la fecha de la inauguración y acudan en tiempo y forma, que es lo que se espera de ellos, no la desbandada de este año. En general ha habido un comportamiento de lealtad institucional, se les ha visto juntos a responsables de distintas administraciones, aunque los cargos socialistas con mando en plaza más comedidos, diría que con cara de circunstancias, con los jefes de la Junta, sin embargo no tuvieron que forzar las sonrisas para agradar al ministro Planas y a la ministra de Política Territorial. La cara A y la cara B, o cuando la cara es el espejo del alma. No soy del club de fans de ninguno de los políticos, de ninguno, pero debo reconocer que Juanma Moreno hubiera ganado el título de “Míster Simpatía” tras el paseo triunfal, son cualidades que se tienen o no se tienen, sean naturales o impostadas, que en eso no entro. Lo mismo que en otro plano, más como anfitriones, se ha visto en todo momento al presidente de la Diputación y al alcalde muy en su papel, una cosa no quita la otra, se han currado la Feria, lo mismo que la consejera de Agricultura y su delegada, como responsables de la Fundación del Olivar. En fin, es la hora de que quienes tienen la responsabilidad se sienten y hagan el balance realista, no ya para la galería, de lo bonito que es todo, que también, sino el interno. Desde fuera lo que cabe es felicitar a todos los que han hecho posible la Feria, especialmente a todo el organigrama de la Institución Ferial. Y enhorabuena también a Jaén, que merece de vez en cuando alguna alegría como la que hemos disfrutado.
Y en esas estamos, con la campaña electoral avanzando y los ciudadanos atiborrados de mensajes. Tiene algo bueno la oferta de cada cuatro años, y es que, aunque en general el grueso de los programas se hace para no cumplirse, tengo en la mano los de 2019, sin embargo siempre algo queda. Ya iremos desmenuzando, tranquilos. Es hora de pedirles a los candidatos que no se excedan en sus compromisos, que los jienenses nos conformamos con unos cuantos proyectos serios y ambiciosos, pero realizables, porque cuatro años no dan para mucho y con la ruina económica toca seguir llamando a las puertas, a los fondos europeos, donde sea, para tratar de salir del pozo en el que nos ha dejado la suma de gobernantes irresponsables que para más inri se fueron de rositas. Mañana tenemos en la sede de la Asociación de la Prensa el primero de los debates electorales, se trata de un cara a cara entre los candidatos del PSOE y actual alcalde, Julio Millán, y el del Partido Popular, Agustín González Romo. Allí estaremos para verlos y trasladar las primeras impresiones, aunque ya conocemos el grueso de sus propuestas porque han empezado a desgranarlas, si bien espero que se dejen alguna sorpresa para este primer asalto. Suerte a todos los candidatos y que al final gane Jaén.
En la Universidad también están las espadas en alto. El miércoles, día 17, es jornada electoral, la segunda vuelta en la que los dos aspirantes al Rectorado que pasaron la prueba el pasado día 4, se someterán al veredicto de la comunidad universitaria. Durante la jornada de hoy se han celebrado algunos debates entre los dos contendientes, Nicolás Ruiz Reyes y Juan Manuel Rosas Santos. Es complicado hacer un pronóstico porque la elección va a depender de hacia dónde se dirijan los votos que el día anterior se dividieron entre Adoración Mozas, Ignacio Benítez y Encarnación Medina. Hay que tener en cuenta que Nicolás Ruiz se quedó próximo al 40%, exactamente 37,99, que Juan Manuel Rosas obtuvo un respaldo del 20,13%, pero que la suma de los tres candidatos que se quedaron en el camino es del 40,47%, por lo tanto hay margen suficiente para que cualquiera de los dos acceda al Rectorado. Nadie se atreve a dar un ganador, el resultado está abierto. Suerte a ambos.
A destacar del fin de semana la celebración de la Noche en Blanco, organizada por la Universidad, con la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento, nada menos que 70 actividades, en escenarios del casco histórico, desde la Plaza de La Magdalena a la de Santa María y esta vez, la ocasión era propicia, con un guiño dedicado a la tradición olivarera. Pero es que en Roldán y Marín estuvo hasta el domingo la Feria del Libro. Por fortuna un acontecimiento que cada año va a más, porque muestra el talento literario que hay en Jaén, grandes escritores junto a nombres que se inician, todos tienen un sitio en la Feria. Y sumando más a este buen ambiente en favor de la cultura, cada vez más presente en Jaén y la única manera que se conoce de hacer prosperar a los pueblos.
Foto: Visita a la Expoliva del ministro de Agricultura, Luis Planas, y satisfacción de los responsables socialistas.