Por ANTONIO GARRIDO / Por empezar por el principio, cualquiera diría que la moción de censura ha sido una tontería u otros calificativos que se le han dispensado. Todos los medios de comunicación pendientes, minutos de gloria para los protagonistas, Vox ha cumplido con su propósito, una publicidad que si tuviera que pagarla costaría una millonada, la duda es quién se llevará los réditos electorales. Un hecho de esta naturaleza tiene sus defensores y sus detractores, como todo, no cabe duda de que el episodio aunque legítimo es atípico, y más conociendo el desenlace final, con el respeto que me ha merecido siempre el profesor Tamames. Genio y figura. Y nunca está de más el debate, tampoco que un casi nonagenario con ilustre biografía, quien tuvo retuvo y guardó para la vejez, acepte este servicio postrero, tal vez ahí estriba haberse convertido en foco y espectáculo. Por sacar algo positivo, aviva el papel del parlamentarismo, que normalmente causa tanta indiferencia cuando no bochorno. Si lo siguieron en algún momento, y se puede aplicar con carácter general, la iniciativa parlamentaria se puede resumir en parte con la Biblia en la mano, exactamente con el Eclesiastés: Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Una tontería muy bien servida, con todos retratados en sus respectivos mítines, y en un momento político crucial. Hoy ha finalizado el experimento.
En esas estamos, y en Jaén acabamos de darnos un chute de orgullo con la Feria de los Pueblos y el Día de la Provincia. Soy un fan de este acontecimiento anual, de que exaltemos nuestras fortalezas, porque las hay y más de lo que pensamos. Historia, patrimonio, motivos para elegir Jaén, empresas ejemplares, una riqueza humana que es nuestro principal capital, la gente, el talento, los emprendedores. Cuando a veces se comenta de modo simplista que en Jaén no hay nada se comete una terrible injusticia, posiblemente por desconocimiento. Tenemos casi todo lo que necesitamos para vivir en el paraíso. Dicho esto, también es bueno descender a la realidad, no podemos permitirnos el lujo de tener a todas horas el botafumeiro bien perfumado, porque es un modo de resignación que nos hace mucho mal. De acuerdo en que somos una tierra de oportunidades, como pocas, y que en los últimos treinta años ha habido importantes conquistas, no podemos cerrar los ojos a las evidencias, ni siquiera deben hacerlo los más críticos, pero de la misma forma tampoco creo que nos beneficie el excesivo discurso de la complacencia. Oigo mucho últimamente y por distintos interlocutores que Jaén no es un páramo, tampoco lo creo, aunque hay aspectos en los que sí somos páramo, o estamos en el furgón de cola, que cada cual le llame como guste. En infraestructuras, en inversión pública, como acaban de recordar los constructores, ¿sigo? El día 25 es la movilización de la sanidad en Andalucía, y también en Jaén. El malestar viene de muy atrás, con otro gobierno, pero también hoy sobran los motivos.
Va de elecciones. Y el PP en la capital ha optado por ir alargando la espera. Estamos de los nervios esperando quién será el número 6. Es la decisión del candidato, personalmente prefiero enfrentarme y valorar una lista completa con sus 27 nombres. El penúltimo fichaje de Agustín González ha sido el de una representante del movimiento vecinal, Maribel López, de Expansión Norte, al que sí concedo importancia por una razón de peso y es que hay que revitalizar este tipo de asociacionismo que está bajo mínimos, no pinta casi nada. Se lo he oído denunciar con pena a la presidenta de OCO, Pepi Alcántara, y me subleva pensando en gente que se dejó la piel en el movimiento vecinal. Creo y apoyo la fortaleza de un asociacionismo pujante, porque con sus aportaciones y sus críticas puede hacer ciudad, si le dejan. El problema es que el poder solo quiere adeptos, raramente acepta críticos. El poder los quiere, nos quiere, genuflexos.
Y elecciones a la vista también en la Universidad. Van a ser convocadas por el rector, Juan Gómez, el próximo lunes, y se celebrarán el 4 de mayo y el 17 la segunda vuelta, bastante previsible. Cinco candidatos, indicativo de que hay interés por liderar el principal emblema de Jaén, solo por eso ya merecen reconocimiento y gratitud. Juan Gómez deja atrás ocho años al frente de la UJA, se va muy contento, casi pletórico le hemos visto, avalado por mucha gestión, resultados positivos en casi todos los órdenes, aunque no puede olvidarse el susto de la etapa de Rogelio Velasco al frente de la Consejería de Universidades, que claramente relegaba a la Universidad de Jaén a un segundo plano, por decirlo muy suavemente. Ahí se plantó el rector, pero aunque no se reconozca quien paró el golpe fue la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA que el día 24 cumple un año y que con la sociedad civil doblegó para la historia una decidida voluntad política. Hoy ha estado el Jaén el consejero Villamandos y visto lo visto se puede dar por bueno el refrán de que “otro vendrá que bueno te hará” y mira que es difícil hacer bueno al ínclito Velasco. Villamandos para empezar ni siquiera parece un demócrata, es altanero, nada dialogante, ya nos habían llegado bastantes recados desde su Córdoba natal, pero supera con creces todas las expectativas. El pasado enero, cuando se celebró en Jaén la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta, el titular de Presidencia, Antonio Sanz, le instó a reunirse con la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA. Ni lo hizo entonces ni lo ha hecho hoy, ni lo piensa hacer nunca. Ahora ni siquiera hay que volver a intentarlo, se ha retratado en su arrogancia.
La Plataforma, respetuosa, no ha pretendido arremeter contra él, simplemente desea obtener información y está en su derecho, la sociedad civil de Jaén quiere saber y un consejero ha de tener el talante, que tanto exhibe el presidente Moreno Bonilla, de escuchar a todo el mundo. Sólo se le pide y se le ofrece diálogo. Esa cerrazón creo que tiene que ver, ojalá me equivoque, con que a la UJA, que es aquí lo único importante, cuando llegue mayo, tal vez tras las elecciones municipales, no le aguarden las mejores noticias, pues de lo contrario no tiene sentido que se niegue a saludar siquiera a miembros de la Plataforma y mucho menos que renuncie al gesto protocolario, elegante, de reunirse con ellos unos minutos. Lamento que en Andalucía tengamos que soportar responsables públicos de este nivel de incompetencia y de desprecio a los intereses sociales. Villamandos al único que escucha es al rector, y me parece bien que sea su principal interlocutor, pero algunos personajes que ostentan o detentan poder público, como al que me refiero, que desde luego entiendo que no lo merecen, creen que la sociedad en su conjunto es una convidada de piedra. Claro que con poder de quitar y poner políticos cada cuatro años.
Termino con una felicitación a Pedrito Sánchez, el chef del restaurante Bagá de Jaén, la primera estrella Michelín. El cocinero que ha logrado encandilar a los críticos de todo el mundo que se dejan caer por Jaén, por su humildad, por la grandeza de la cocina y por los platos que prepara en su pequeño espacio gastronómico. Ha conseguido que en el universo de los fogones, él se salga ya de los rankings, el nivel excelencia, el último reconocimiento es de la revista Forbes, que lo considera uno de los templos culinarios del mundo. Enhorabuena, su Excelencia don Pedrito.
Foto: Pedrito Sánchez, del espacio gastronómico Bagá, ya está en nivel excelencia.