El espectáculo está servido en el Partido Popular. El reciente congreso nacional, al más puro estilo Rajoy, ha aprobado los nombramientos, el suyo el primero, pero no ha cerrado las heridas internas que se han ido abriendo en los últimos años, y algunas brechas son especialmente significativas, esto de lo que conocemos porque los mismos protagonistas lo retransmiten en los medios, directa o indirectamente, lo que no conozcamos debe ser aún mayor. Pero bueno, este es un problema del PP y tendrá que resolverlo. O no.
Digo esto a propósito de las reacciones que se vienen produciendo tras el congreso nacional y el inicio de los procesos congresuales regionales y provinciales. En Andalucía parece que Juanma Moreno tiene el camino expedito porque ni siquiera le ha salido una opción alternativa. En el caso de Jaén, como es bien conocido, según los estatutos aprobados hace solo unas fechas, el presidente provincial, en este caso José Enrique Fernández de Moya, no podría presentarse al tener incompatibilidad como miembro del Gobierno de España que es y así se recoge en los estatutos, los mismos donde se incluyen casos de excepcionalidad que tendrán que ser aprobados por el partido. El que hace la ley hace la trampa.
La reacción de Fernández de Moya al conocer la existencia de una rebelión de alcaldes con Miguel Moreno, regidor de Porcuna, al frente, para optar a dirigir el PP en la provincia, ha sido de confirmación de que él estará en la carrera electoral en el congreso que previsiblemente tendrá lugar en mayo. Pero hay más, ya se ha adelantado en decir que cuenta con el apoyo expreso de la dirección nacional del partido, no ha concretado la persona que le ha dado el plácet, pero él dice que se siente legitimado para dar ese paso con todas las garantías internas.
Todo hace indicar que esta actitud no ha gustado nada al presidente de los populares en Andalucía, Juanma Moreno, que no ha tenido ningún problema en hacer declaraciones en el sentido de que en su momento este tipo de decisiones de a quién se aplica o no la compatibilidad, depende del comité ejecutivo. De alguna manera le ha desautorizado públicamente, lo cual no creemos que haya sentado nada bien al secretario de Estado de Hacienda.
Llamo la atención especialmente sobre los desencuentros en la familia de los populares. Juanma Moreno y Fernández de Moya simplemente se soportan, no hay química, la relación es la estrictamente necesaria, igual ocurre con Arenas. De aquellos polvos estos lodos. Me refiero a la operación en la que estuvo el exalcalde de Jaén para dar el salto a Sevilla, con José Luis Sanz de candidato a la presidencia y que finalmente se frustró. Algunos políticos perdonan pero no olvidan, y parece que es el caso. En cambio parece que Fernández de Moya sí viene contando con el apoyo expreso de María Dolores de Cospedal, que tiene mando en plaza, más ahora que es ministra de Defensa.
Ya pronostiqué que Fernández de Moya conseguiría el plácet sí o sí, pero va a estar interesante observar de cerca quién gana este duelo, si Madrid o Sevilla, y si Juanma Moreno se impondrá o simplemente le quedará el camino de la obediencia. Este dilema es un argumento más de inquietud para el secretario de Estado de Hacienda, que tiene que hacer vida entre Madrid y Jaén, que va a tener una lista alternativa en Jaén, que aunque él no le conceda importancia sí que la tiene, y esto con que no aparezca aún una tercera vía si es que alguien se anima. ¿Quién dijo que el PP de Jaén está tan tranquilo? Por lo pronto lo de «atado y bien atado» algunos lo han puesto en cuarentena.
Foto: Juanma Moreno y Fernández de Moya. Parece que no usan el mismo lenguaje.