Por ANTONIO GARRIDO / Nos encontramos en vísperas de que la Junta anuncie los Presupuestos para 2023, están al caer, y ahí es donde esperamos a Juanma Moreno, porque hace años, al inaugurar su primer mandato, nos anunció que había llegado la hora de Jaén, y todavía seguimos mirando el reloj. Moreno Bonilla ha seguido el refrán al pie de la letra, cría fama y échate a dormir. El hombre tranquilo que vive todavía su luna de miel, no hay más que ver la reacción allá por donde pasa, se puede permitir el lujo, con el ordeno y mando en su partido, de pagar lealtades, se veía venir, a algunos distinguidos socios de Ciudadanos, entre ellos la que fuera presidenta del Parlamento y el propio Juan Marín, que lo viste de “cargo institucional”. Es curioso cómo con el lenguaje tratan de hacernos comulgar con ruedas de molino. Cuando la verdad de todo es que con habilidad el presidente le ha hecho a Ciudadanos un entierro de primera.
El tatuaje del presidente, portada en medios de dentro y fuera de Andalucía, hecho en tierras de Jaén, ha sido objeto de cantidad de memes en las redes sociales. Al verlo me acordé de la famosa copla de doña Concha Piquer: mira mi brazo tatuado…Ha recibido por igual elogios y críticas, aunque a los incondicionales Juanma los tiene abducidos. Jaén espera, tempus fugit, el tiempo se escapa. Veremos las sorpresas.
Por lo pronto, hoy hemos tenido un inesperado anuncio, la consejera de Fomento ha reconocido en los micrófonos de Canal Sur Radio que el tranvía de Jaén tampoco entrará en funcionamiento en el próximo año 2023. Con esta consejera no nos aclaramos, hace poco, a instancia del Ayuntamiento, hubo una reunión de la comisión de seguimiento, por parte de la Junta se dieron detalles sobre la actualización de los precios de materiales y servicios, porque los que había estaban referidos a 2018 y han quedado obsoletos, pero la impresión fue que progresaba adecuadamente y dábamos por hecho que el tranvía podría funcionar el próximo año. Y ahora resulta que no, en tanto la consejera Marifrán Carazo, que barre para casa todo lo que puede y con Jaén viene siendo muy cicatera y es argumento fácil de demostrar, igual que su presidente, y ahí están las hemerotecas repletas de declaraciones al respecto, se han comprometido hasta la saciedad en acelerar el vergonzoso asunto del tranvía.
La señora Carazo nos dijo hace bien poco que todo estaba listo para licitar contratos y puesta en servicio del sistema tranviario, si bien ya adelanté que los trámites iban a tardar meses, como mínimo, de hecho los responsables de la Junta lo que han venido defendiendo es que el tranvía de Jaén se encuentra en la agenda “de esta legislatura”, igual puede ser al final, en tanto que otros tranvías se han colado entre las preferencias, y eso ya sí que nos duele, no tanto a los que defienden las posiciones del gobierno andaluz a piñón fijo, porque todo lo justifican, y culpan de la situación solo a la etapa socialista. Es verdad que los socialistas lo hicieron rematadamente mal, precisamente por eso el voto les mandó a la oposición, ahora este gobierno lleva ya cuatro años y es la hora de mojarse, que aún no lo ha hecho.
No voy a exculpar al Ayuntamiento de Jaén en la parte de responsabilidad que le corresponda en este desastre de relación a dos, desde 2011, pues a ambos les vino bien en momentos esta manera de actuar que tantas veces toma carta de naturaleza como tapadera de inacción, pero al dedicarme a observar lo más objetivamente que puedo el discurrir de la gestión política, me parece sencillamente que con respecto a Jaén la última etapa de la nueva Junta, el gobierno del cambio, no pasa con nota el examen, porque será verdad que se han dedicado a preparar el terreno, nos han acostumbrado a muchas palabras y pocos hechos. Juanma Moreno y el que fue su vicepresidente, Juan Marín, prometieron tanto y con tanta euforia que era bastante improbable que tuvieran capacidad de respuesta, a las pruebas me remito. Como también a que nos estamos acostumbrando con demasiada frecuencia a ver que se anuncian progresos parecidos a los que nosotros anhelamos, en otras capitales andaluzas, en tanto lo nuestro se va postergando. En resumidas cuentas, muy mal lo del tranvía y la señora Marifrán Carazo. Podría echar mano de la hemeroteca, para recordar cuando hace año y medio se atrevió a decir que con la firma del convenio, un día histórico, el tranvía de Jaén estaba más cerca. Fue en junio de 2021 cuando se firmó el nuevo convenio con una foto de familia antológica, y en diciembre siguiente, va a hacer un año, que la consejera anunciaba el logro de fondos Next Generation para asegurar la puesta a punto del tranvía. ¿Qué ha pasado con ellos, han sido dedicados tal vez a otro fin o a otro tranvía?
Por lo demás no me detengo en quienes aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, once años después, siguen poniendo en tela de juicio la existencia del tranvía. El tiempo dirá si vale o no, pero no es el momento procesal para discutir una inversión de más de 120 millones. Y si la Junta prefiere empezar de cero, asumiendo por supuesto lo que ya hay, hubiera bastado plantear una nueva línea del sistema tranviario, para mostrar voluntad política, cualquier iniciativa menos la dilación, porque lo veo venir, en esta legislatura nos quedamos sin todos los proyectos en lista de espera y tantas veces anunciados a bombo y platillo. Recuerdo, además, que los fondos europeos tienen una fecha límite, la de 2026, así es que o espabilamos o dentro de cuatro años seguimos echando todos balones fuera y Jaén viendo pasar políticos que saben más de relaciones públicas y de frases para ganar portadas y aplacar ánimos, que de gestión.
En el socialismo provincial prefieren pasar página del maltrato a Jaén en los PGE. La misma historia de todos los años, escuece, aunque igual vuelven a traer a Pedro Sánchez para vitorearlo, vivir para ver. Por cierto, hemos sabido que otras provincias de la España Vaciada, donde operan grupos como Soria Ya o Teruel Existe, también se han quejado, y eso que el partido de Teruel Existe le aprobó las cuentas del pasado año a Sánchez, a cambio de una enmienda por 30 millones, es decir, lo que se llama venderse por un plato de lentejas. Y nada menos que Málaga está situada en el tercer lugar por la cola en inversión. Debe molestar su vitalidad, por eso Juanma tira para su tierra, verbigracia el nuevo hospital que lleva velocidad de crucero, ha adelantado a Jaén a toda marcha, al tiempo.
El Jaén oficial se resiste a reconocer la evidencia. El CES provincial, dependiente de Diputación, ha promovido una jornada para constatar que los 97 municipios están vivos, y es cierto, hay fortalezas a las que aferrarse, pero los datos estadísticos que ha publicado el INE alertan de que Jaén será la primera provincia andaluza en pérdida de población en los próximos 15 años, casi 45.000. También ha sido la única provincia que ha perdido población en los últimos 50 años. Está bien refugiarse en las fortalezas, pero hay que hacerlo con realismo, antes de que nos veamos abocados a peores escenarios. Aviso a navegantes, como queremos tanto a Jaén hay que empezar por defenderla de cualquier peligro, y el reto demográfico lo es. Más vale quererla menos y protegerla algo más.
Foto: Tranvía de Jaén, un monumento al despropósito político.