Por ANTONIO GARRIDO / Me reafirmo, una vez más, en mi convicción de que la feria de Jaén es muy especial, como ya dije hace unos días, y en mi pregón de hace 19 años, invitado por el entonces alcalde Miguel Sánchez de Alcázar, y su concejal de Cultura y Festejos, Cristina Nestares, tuve el honor de subrayar, que la de San Lucas, que cierra el calendario ferial de España, es una gran lección de apertura, democracia y pluralidad, signos distintivos, que hacen posible la mejor forma de convivencia. Por razones familiares no he tenido oportunidad aún de pisar el ferial «Alfonso Sánchez Herrera», Dios mediante lo haré mañana, pero me agrada ver las fotos que publican los medios locales para comprobar que ese espíritu no se ha perdido. Este año, además, se ha vuelto a la normalidad y el ambiente en las casetas, de manera singular en las de los colegios oficiales, partidos políticos, medios de comunicación y resto de la sociedad civil, etc., están gozando de un gran ambiente, y me alegra comentarlo porque así es nuestra feria. De todas las imágenes hay una en la que me he detenido, en la que aparecen juntos miembros del equipo de gobierno municipal y de la oposición del PP, y todo hace indicar que se encuentran en buena armonía. Ahí están Julio Millán y Erik Domínguez, África Colomo y Agustín González (omnipresente en esta feria, muy arropado por la familia del PP, candidato in péctore, pendiente del plácet sevillano-madrileño, que dicen está al caer), Bonilla y Alberca, Higueras entre Losa y Manuel Palomares, etc.
Me alegro y además mucho, porque entiendo que la política nunca debe anteponerse a las relaciones personales, y el debate en la instancia municipal, por duro que sea y a veces lo es, tiene que separarse del entendimiento y de la cordialidad. Ha habido munícipes en tiempos pasados que no lo entendieron así, pero me parece perfecto que exista este ambiente, porque al final se trata de 27 personas en la Corporación y se necesita de todas ellas para que hagan su aportación en favor de Jaén, al menos no perdamos esa esperanza.
Por cierto, no quería dejar de comentar que hace unos días, y me había olvidado, en el Parlamento andaluz, se aprobó por unanimidad una moción de apoyo al Real Jaén con motivo de su centenario. Estuve escuchando la intervención de Erik Domínguez, de respaldo total al histórico club, en tanto que una risueña Mercedes Gámez, asentía, y corroboró con argumentos su cariño, herencia familiar, hacia el Glorioso. Un bonito gesto de la Cámara por su significación y porque de vez en cuando nos agrada ver que nuestros parlamentarios, los unos y los otros, son capaces de ponerse de acuerdo en asuntos que guardan relación con Jaén. Por cierto, dicho sea de paso, también visioné hace unos días una intervención sobre temas económicos del parlamentario popular y portavoz asimismo en el Ayuntamiento, Manuel Bonilla, en su línea, brillante, creo que cuando lo conozcan bien le encomendarán nuevas y mayores responsabilidades. Es tan valioso como humilde, tiene las cualidades que caracterizan a los grandes.
Ya que estamos con la política, y como lo de Jaén con los presupuestos se repite cíclicamente, al menos una vez al año, estamos esperando, pero aún quedan unas semanas, a ver qué nos deparan los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2023, aunque soy militante escéptico confeso. Si cuando el consejero era Juan Bravo, la cuota jienense en el gobierno de Juanma Moreno, hubo más floritura que realidades, ahora tampoco espero demasiado, puesto que proyectos como la Ciudad Sanitaria y de la Justicia no son de un día para otro. Bravo, que asumió el papel de hacernos creer que íbamos a cambiar de la noche a la mañana, nos vendió en sus optimistas declaraciones que los presupuestos de Jaén iban a ser “un ejemplo ante toda España”. La euforia de los políticos les hace estar ajenos a la realidad y hacernos soñar con el paraíso, pura fantasía. Bravo se fue y ni él ni el presidente Moreno Bonilla dieron explicaciones a la provincia de los 810 millones que prometieron para nuestra tierra del parece que desaparecido Plan Andalucía en Marcha, aprobado en Consejo de Gobierno celebrado en Úbeda y parece que se lo llevó el viento por esos cerros. De modo que aguardaremos con impaciencia las cuentas de la Junta, con la esperanza de que se disipen nuestros temores. De todas maneras hay un consejo que le vendría muy bien en este momento a los populares, por si acaso: «No te rías del mal del vecino, que el tuyo viene de camino».
Por lo que respecta a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), a los que ya he dedicado la atención necesaria para advertir, una vez más, del tradicional maltrato hacia Jaén, la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, tan bien mandada, porque ese es su trabajo, ha tratado de arreglar en parte la denigrante visión de ese cuadro en el que se refleja la inversión por provincias, y por arte de birlibirloque ha añadido unos cuantos millones que no consiguen arreglar la afrenta hacia Jaén, es más, lo pone más en evidencia, al Gobierno y al PSOE jienense que también se retrata. Tratan de explicarse con el argumento de que Jaén se va a beneficiar de unos presupuestos sociales, que desde luego hay que reconocer que lo son, empezando por la subida de las pensiones, pero una cosa no quita la otra. Jaén es una provincia española que se beneficia de las cuentas en la parte que le toca, faltaría más, pero en lo que se refiere a la atención exclusiva a inversiones para desarrollar el territorio el ejecutivo de Pedro Sánchez relega de nuevo a Jaén, tanto en cifras como en gasto por habitante. A la cola. Ninguno de sus compromisos, íbamos a ser un nudo estratégico, nos iban a poner trenes, y ya les informaba hoy de un media distancia Jaén-Madrid, encharcado por los efectos de la lluvia de ayer, algo que ya se considera tan normal, y excuso decir que la gran promesa de recuperar el Plan Activa se quedó, como todo, en agua de borrajas. El Gobierno y el PSOE, por supuesto con el PSOE de Jaén a la cabeza, sus dirigentes y parlamentarios, deberían no solo pedir perdón sino dar explicaciones en lugar de justificar lo injustificable. No hay derecho.
Foto: Tomada del muro de EsRadio Jaén, se puede apreciar la armonía ferial entre los grupos de PSOE y PP, con el alcalde, Julio Millán y Erik Domínguez a la cabeza.