Por ANTONIO MARTÍN MESA / Durante las primeras semanas del mes de septiembre, tradicionalmente, los estudiantes que habían suspendido en la convocatoria ordinaria de junio debían concurrir a un examen extraordinario para tratar de superar las materias “cateadas” y pasar al curso siguiente sin rémoras. Los tiempos han cambiado y las pruebas para estos alumnos menos avezados se han adelantado a las últimas semanas de junio y primeras de julio (así se hace en la Universidad). Craso error, a mi juicio, porque no tienen tiempo material para estudiar y alcanzar ese nivel mínimo que les permita aprobar. Como tampoco es ya necesario alcanzar el ansiado “5” en todas las disciplinas, puesto que las nuevas leyes educativas, para primaria y secundaria, permiten pasar de curso con uno o varios suspensos. Nuevos tiempos, que no necesariamente son mejores que los anteriores. ¿A cuento de qué viene esto? Ahora verán, se trata de las asignaturas pendientes del nuevo gobierno de Andalucía.
El pasado 23 de julio tomó posesión, como presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, tras la mayoría absoluta alcanzada en las elecciones del 19 de junio y su proclamación por el parlamento regional el 21 de julio. El 26 de ese mismo mes tomaron posesión los nuevos consejeros y comenzó el trabajo de la nueva legislatura. Ha habido que esperar hasta finales de agosto, en concreto hasta el martes 30, para conocer al delegado del gobierno en Jaén –igual que en el resto de las provincias andaluzas- y hasta el martes 7 de septiembre para que se produjera el nombramiento de los delegados territoriales de las diferentes consejerías, los cuales han tomado posesión de sus cargos este pasado viernes día 9. Pues bien, ya tenemos todos los nombramientos. Mi felicitación más efusiva a todos ellos y ahora lo que les toca es ponerse a trabajar sin dilación para aprobar las asignaturas pendientes del anterior curso/legislatura. Además, hoy no caben excusas al tener una holgada mayoría absoluta.
Como ocurre en el sistema educativo, hay materias que deben superarse a través de un examen individual y otras que requieren de la realización de trabajos en grupo. En el caso de las administraciones públicas, hay proyectos de exclusiva competencia de alguna de ellas y otros que requieren de la actuación conjunta y coordinada de dos o más de las mismas: Junta y Gobierno de España, Junta y ayuntamientos, Junta y Unión Europea, etcétera. Ahora al “tajo”, a impulsar desde ya las actuaciones que son de su exclusiva responsabilidad, así como a actuar con empatía con los demás poderes políticos para que los proyectos se hagan realidad en el más corto espacio de tiempo posible. ¡Jaén no puede esperar más!
No es mi intención ser exhaustivo, pero sí recordarles a los nuevos delegados –ellos lo saben sobradamente- que la ciudad sanitaria, la ciudad de la justicia o el tranvía de Jaén capital, llevan demasiados años de retraso y los ciudadanos empezamos a perder la esperanza de verlos culminados. ¿Para cuándo un fondo permanente y de interés para el Museo Íbero? ¿Cuándo se construirá un centro logístico en el norte de la provincia, que permita rentabilizar nuestra estratégica posición geográfica? Sé que el ferrocarril es competencia estatal, pero Jaén necesita contar con una línea de altas prestaciones que nos una con Córdoba, conectándonos con el AVE, así como que se mejoren los actuales servicios ferroviarios que se prestan hacia Madrid y hacia Córdoba-Sevilla, ello tanto en tiempo de trayecto como en horarios. ¿Cuándo se va a concluir la Autovía A-3, Bailén-Albacete, que nos permita conectarnos con el Levante español? Necesitamos que se avance en la construcción de la A-316, la denominada Autovía del Olivar (Úbeda-Estepa); que se impulse la mejora de las infraestructuras de banda ancha y la cobertura de telefonía móvil, todavía muy deficientes en determinadas áreas de la provincia. Aunque no sean de su exclusiva competencia, ¡reivindíquenlo, ayuden a Jaén!
Volviendo al ámbito autonómico. Es el momento de mejorar la sanidad pública, que tan excelentes servicios ha prestado durante la pandemia, incrementando el número de profesionales, mejorando sus condiciones laborales, así como acortando los tiempos de espera para que los pacientes puedan ser atendidos por especialistas. De la misma manera, hay que continuar mejorando el sistema educativo y apoyando a los centros públicos y a los concertados. ¿Para cuándo el nuevo edificio del Conservatorio Superior de Música Andrés de Vandelvira? El parón en las obras empieza a ser preocupante. Esperemos que el nuevo Consejero de Universidades –anterior rector de la Universidad de Córdoba- cumpla el compromiso de impulsar un nuevo sistema de financiación de las universidades públicas de Andalucía, ya que el aprobado en la anterior legislatura perjudica gravemente a la Universidad de Jaén, condenándola al ostracismo, cuando tan buenos resultados está dando en sus pocos años de existencia, tal y como atestiguan diferentes rankings internacionales. Con la ayuda de los fondos Next Generation de la Unión Europea se van a financiar grandes empresas tractoras, algunas de ellas en el ámbito de la transición energética, en todo el territorio nacional y, claro, también en Andalucía. A Córdoba se va el Plan COLCE, a Sevilla la Agencia Espacial Española, como asimismo Málaga y Almería serán receptoras de inversiones específicas. Granada, Sevilla y Málaga tienen un metro/tranvía urbano, mientras que el de Jaén sigue durmiendo y deteriorándose en las cocheras. Podríamos continuar con un larguísimo listado, pero no se trata de ello ahora.
Lo que Jaén quiere es aprobar todas las asignaturas pendientes a partir de este mismo mes de septiembre. No queremos oír reproches, detestamos lo del “y tú más” o el “y tú tampoco”, basta de echarse la culpa los unos a los otros, basta de pulsos entre el Estado y la Comunidad Autónoma, basta de seguir viviendo en la eterna y estéril confrontación. Señoras y señores consejeros y delegados territoriales de la Junta de Andalucía, tras ganar las elecciones y ser nombrados, ahora toca trabajar por y para Jaén.