Por ANTONIO GARRIDO / El día nos ha dejado un acto de reconocimiento de estricta justicia hacia la persona y el personaje de Alfonso Sánchez Herrera, que fue alcalde de la ciudad entre 1989 y 1991 y posteriormente de 1995 a 1999, pero sobre todo Alfonso era un patrimonio de la ciudad, de su Jaén. Han tenido que pasar casi tres años de su fallecimiento, pero entiendo que no ha habido falta de voluntad política en ninguno de los grupos y fue hace tiempo el Partido Popular el promotor de la iniciativa, como por otra parte era lógico. Aún recuerdo el día de la muerte y la actitud respetuosa del Ayuntamiento y del propio alcalde, Julio Millán, las cosas como son.
Me alegro sobradamente porque en este tiempo he recordado en varias ocasiones esta deuda con Alfonso Sánchez, un jaenero único e irrepetible, ese tipo de personas que aparecen de tarde en tarde y que nosotros hemos tenido la suerte de disfrutar durante mucho tiempo, de él, de su sonrisa, de su amor a la ciudad que le vio nacer, de su bonhomía, de su simpatía, de sus chistes, de su cordialidad y de un talante que marcó un estilo, sobre todo a su paso por la vida pública, en la que logró ser un superviviente querido y respetado. Contaba con la consideración de todo Jaén, y casi todo el mundo le conocía, porque ser de Jaén y no conocerlo era un pecado de ciudadanía. No hace falta hacer ninguna encuesta para confirmar lo que es un secreto a voces, que entre las personas que han ocupado la Alcaldía en la democracia, él era la más valorada. Y no porque su gestión fuera de traca por las circunstancias que le tocaron vivir, no es que los astros se alinearan, ni que la ciudad tomara un especial impulso, sin embargo el alcalde popular ha quedado para la historia como el de mayor empatía con los vecinos. A los jienenses en general y a los visitantes también, les llamaba la atención un político tan cercano, que puso el despacho en plena calle, haciéndose omnipresente, y que gobernó «para todos». Cuando dejó de ser alcalde fue apoteósico el homenaje que se le dedicó, no faltó ni la oposición, y esto en Jaén es para nota. Además fue notoria su implicación en colectivos sociales de este personaje más de Jaén que la Catedral, el mejor relaciones públicas que Jaén pudiera tener.
No hay duda de que por su trayectoria era merecedor de la Medalla de Oro de la Ciudad y del título de Hijo Predilecto, aunque lamentablemente tenga que ser a título póstumo, y eso que con él en vida lo demandé en repetidas ocasiones, sin éxito, y bien que lo lamento. Si este tipo de reconocimientos se guardan para personas por las que se siente predilección, él reunía todos los requisitos y méritos necesarios, por eso la gente lo adoraba y se lo expresó durante tanto tiempo de manera espontánea, y de manera abrumadora el día de su último adiós. En resumidas cuentas, el pleno del Ayuntamiento, en nombre de toda la ciudad a la que representa, ha saldado una deuda. Me sumo a la alegría de todo Jaén. Va por ti, Alfonso!
Tengo aún otra felicitación para el Consistorio, y es la buena nueva de la licitación, por un importe de 2,4 millones de euros, de la adecuación de la calle Elvín, como espacio para creación musical, jardines y miradores. Los fondos DUSI se han hecho esperar, nadie regala nada así porque sí, pero se les empieza a ver la cara. Esta es una obra comprometida y que no es la panacea pero sí es un nuevo recurso que podrá disfrutar el casco antiguo de la ciudad, siempre esperando atención. También me alegro.
Finalmente siento como cualquier hijo de vecino una severa contrariedad tras conocerse la nueva desconsideración del Gobierno de España hacia Jaén. Nos robaron el Colce, pero después no han hecho por donde demostrar con gestos una cierta sensibilidad. Todo lo contrario, parece como si disfrutaran haciéndonos sentir mal, cuando tienen en sus manos un potencial de posibilidades para mostrar empatía. Que en la celebración de la cumbre de la OTAN se haya recurrido a aceites de Córdoba y de Albacete, según se ha informado, en detrimento de la primera provincia productora mundial del aceite de oliva, no parece de recibo, y esto no va en contra de esos territorios hermanos, sino de quienes deciden, por mucho que oficialmente se haya dicho por fuentes del Ministerio de Agricultura que la cata guiada de la cumbre se hacía con los tres aceites de oliva virgen extra galardonados en la última edición de los Premios Alimentos de España, en sus tres modalidades de frutado verde dulce, frutado verde amargo, y frutado maduro. Han tomado esa referencia y no otra, muchos de los aceites virgen extra de Jaén son superpremiados, por ejemplo tenemos en Baeza el considerado recientemente “mejor aceite del mundo”. A nadie de Córdoba y de Albacete les iba a extrañar que fueran demandados aceites de Jaén, al menos alguno de ellos, sin embargo sí es muy llamativo que se olviden de que existimos, también para esto.
Jaén Merece Más ha pedido al presidente de la Diputación que exija explicaciones ante el Gobierno, y me parece una petición razonable, aunque sé que esto no se hará y menos públicamente, más aún teniendo en cuenta que el organismo provincial viene trabajando desde hace muchos años en la promoción del oro líquido en colaboración con el sector, tiene los Jaén Selección, que son la joya de la corona, y por un mal gesto del Gobierno se desluce su empeño. No sé si también le van a pedir alguna aclaración al ministro de Agricultura, Luis Planas, al que como al resto de políticos se les llena la boca con la frase tan repetitiva y recurrente, además de no ser verdad, de “apuesta y compromiso”, el caso es que estamos en una tierra ninguneada, nos quejamos todos los días, cierto que también hay otros muchos que les ríen las gracias, pero nos siguen demostrando que hay que tener muy activa la capacidad de crítica porque esta indiferencia con Jaén no tiene nombre. A cambio nos informan de que se ha arreglado y se reabre el vestíbulo de Atocha Cercanías para el acceso de viajeros de Media Distancia Jaén-Madrid. Y es que nos quejamos de vicio. Continuará.
Foto: A casi tres años de su fallecimiento llega la buena noticia del acuerdo plenario para la concesión de los máximos honores de la ciudad, la Medalla de Oro y el título de Hijo Predilecto a título póstumo.