Hoy, 13 de febrero, que se conmemora el día de la radio, me ha dado por dar vueltas, y no lo había hecho antes como en este momento, al gran idilio que viví con el mundo de las ondas, realmente esa era mi vocación, dedicarme al periodismo radiofónico, pero se interpuso el mundo de la prensa, primero una invitación muy cordial del entonces director del Diario Jaén, José Chamorro Lozano, y un poco más tarde, la oferta formal de Ideal en Jaén, donde su entonces responsable, Rafael García Manzano, me reclamó para formar parte de la Redacción, pues desde que fui estudiante en la monumental ciudad mantuve relaciones y fui activo corresponsal del periódico.
Precisamente en Úbeda, era yo entonces insultantemente joven, inicié mi acercamiento a la radio y la dirección de Radio Popular, que entonces llevaba funcionando pocos años, se atrevió a ofrecerme un programa diario dedicado a la monumental ciudad, “Úbeda, ayer y hoy”, que estuvo mucho tiempo en antena y me produjo una satisfacción extraordinaria. Me lo ha recordado alguna vez el célebre escritor Antonio Muñoz Molina, que además me hizo sonrojar el día que me confesó que yo, en mi modestia, conseguí que él, igualmente muy joven entonces, se enamorara del periodismo. Conocí muy bien a la sociedad ubetense y a todos sus estamentos y fue el inicio de una trayectoria imparable.
Al incorporarme a la Redacción de Ideal en Jaén, nuevamente Radio Popular, por medio de su director, Paco Martínez y su redactor jefe y jefe de programas, Juan Antonio Ibáñez, nos brindaron, a mi compañero Ignacio Quesada Menduiña y a mí, la posibilidad de dirigir dos informativos de la emisora, que se iniciaron hacia finales de 1973 y duraron mucho tiempo. Conservo un gratísimo recuerdo de ambos espacios.
El informativo matinal, “Popular Informativo” se iniciaba a las ocho, porque entonces no había cadenas y se hacía una radio eminentemente local, hoy ya tan escasa. Duraba una hora y una de sus singularidades consistía en conectar cada mañana con los corresponsales en distintas poblaciones de la provincia, en especial las cabeceras de comarca. Con los medios de entonces, un teléfono y el trabajo ímprobo de los entonces técnicos de la casa, José María Navarro, Ángel Sánchez o Amador Martos, entre otros, conseguíamos cada mañana el milagro de contar lo que pasaba en nuestra tierra.
Quiero señalar para el que no lo sepa, que entonces funcionaba la censura previa, lo normal y exigido en ese momento era que los guiones había que pasarlos por la Delegación de Información y Turismo, pero una buena relación con el delegado, un hombre afable y buena persona, como era Rafael Martínez de los Reyes y con el entonces gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Pascual Calderón Ostos y del subjefe provincial, el cordobés Manuel Jareño López, hizo que nos hicieran la vista gorda, que aprovechamos mi compañero Ignacio Quesada y yo para empezar a hacer la transición en Jaén desde el punto de vista radiofónico y esto me lleva a la afirmación categoríca, absolutamente contrastada, de que Radio Popular fue la emisora jienense que hizo la transición abriendo sus micrófonos a todo el mundo, a los partidos no legalizados que se escondían en colegios profesionales y colectivos diversos, al incipiente Colegio Universitario donde se movían las primeras inquietudes políticas, en fin, vive mucha gente de aquella época y si lo desean pueden dar su testimonio.
Esto fue posible, por supuesto, gracias a la confianza y complicidad sobre todo de Juan Antonio Ibáñez, en cuyo haber profesional y en su talante abierto quiero poner el acento de estas conquistas informativas.
No quiero dejar pasar la oportunidad para el recuerdo de algunos de los colaboradores y lamento no poder hacerlo con todos porque sería imposible. José Luis Reca y Francisco Calzado, en Andújar; Edilberto Yegles, en La Carolina; Manuel Contreras, en Martos-Torredonjimeno; Miguel Salas Caballero, en Cazorla; Silvestre Cabrerizo, en Linares; José Luis Quero, en Mancha Real; Federico Adam Hortelano, en Úbeda…
Muchas veces recuerdo aquellas mañanas de Radio Popular cuando yo llegaba, incluso en algún tiempo vestido de militar, porque hice la mili en el Gobierno Militar de la plaza, cerca del entonces gobernador militar Enrique León Gallo, hombre cabal donde los haya, al que agradezco las facilidades que me ofrecía para no abandonar mi actividad profesional. La llegada a primera hora a la emisora nunca la olvidaré porque estaba en antena el “Alegre despertar” de Juanita Pastor, que era un canto a la alegría y a empezar bien la jornada, me subía la moral todas las mañanas bien tempranito. El informativo duraba una hora, currada, en directo, con los protagonistas, una radio viva para los tiempos que corrían. Inolvidable.
A la noche volvíamos los mismos profesionales a contar la crónica del día, ya de manera más pausada, pero igualmente con todos los registros de la jornada, los protagonistas y las previsiones del día siguiente. En igual plano, en libertad, aun sabiendo que de alguna manera nos la estábamos jugando. Hubo muy pocos conflictos por las razones antes aludidas, en algún caso el director de la emisora nos aconsejaba, pero éramos conscientes del tiempo histórico y la verdad es que salió bien.
Igualmente durante algunos años mantuve en la misma Radio Popular, la emisora con la que más he colaborado, con mucha distancia, otro programa del que guardo un gratísimo recuerdo. Era el “Buenos días, señor alcalde”, un comentario de cinco minutos, a las nueve de la mañana, recogiendo la actualidad de la capital, donde había sitio para el aplauso y la crítica, igualmente dejando espacio a los aires de libertad. Todavía, a pesar del tiempo transcurrido, hay gente que me recuerda aquel espacio emblemático de las ondas populares que inicié antes de la llegada de la democracia, con alcaldes como Ramón Calatayud y Antonio Herrera, y que después se mantuvo siendo regidor Emilio Arroyo.
Recuerdo en este momento a personas de la emisora, en aquel tiempo, no nombradas hasta ahora, como el inolvidable Fernando García Camazón, un todoterreno, pero sobre todo un cronista deportivo de lo mejor que ha tenido Jaén. Recuerdo su forma particular de narrar los partidos de fútbol, en los que llamaba a los jugadores por su nombre y dos apellidos, pero era buenísimo en su trabajo. Me acuerdo de Mati, la secretaria, de Felipe Cobo Campos, de Manuel Dégano, y, cómo no, mi buen amigo el padre Lorenzo Ortiz. Me llevé de allí muchos recuerdos, todos muy gratos.
Esto sucedía en la emisora de la calle Obispo González. En la de la Avenida de Madrid ya hice menos tareas y de la que más acuerdo ahora es la intervención en “La Coctelera” en el informativo que entonces dirigía Javier Fuentes, uno de los mejores periodistas de la cosecha del 80, creo recordar, y comentábamos la actualidad de Jaén sin dejar, como suele decirse, títere con cabeza. Otra agradable experiencia por el programa y por la compañía.
En los ochenta precisamente, ya mediados, recalé en Radio Jaén, donde había hecho colaboraciones aisladas, pero su director, mi buen amigo, siempre recordado, Lorenzo Molina Gallego, me encargó un informativo de noche, casi rozando la madrugada, “Ocurrió hoy” se llamaba este programa, en el que llevaba en directo a protagonistas y tenían presencia de alguna manera todos los temas importantes del día. Disfrutaba lo lindo cada noche. Terminaba mi labor en la Redacción de Ideal y me marchaba rápido a Obispo Aguilar a hacer mi trabajo. Como a esa hora solamente estaban los técnicos a quienes correspondiera la guardia, en varias ocasiones tuve el privilegio de intervenir en los informativos de cadena SER y, especialmente, en los espacios deportivos de José María García, cada vez que surgía algún hecho destacado en nuestro Real Jaén, donde eran los tiempos de Manolo Ruiz Sosa y compañía. Quiero recordar a algunos compañeros que me alentaron en esa aventura, como lo fueron Manolo Cruz, Ángel del Arco, Indalecio Morales, Antonio Oliver y algunos más que harían interminable la lista y seguramente sentiría dejarme a alguien. Pero les agradezco a todos, con la distancia de los años, su apoyo y colaboración.
Durante unos años asimismo tuve un comentario diario que me pedían para la emisora decana Radio Linares. Se trataba de una visión general sobre la actualidad de la provincia. Recuerdo que cuando viajaba a muchos pueblos, sobre todo por el Condado y zonas cercanas, me conocían por la voz al haberme escuchado a través de la emisora linarense.
También un tiempo, varios años, intervine en una tertulia semanal para toda Andalucía, en Radio Nacional de España, a propuesta de mi siempre querido y recordado amigo y compañero Fernando Arévalo, con el que tantas cosas compartí, pero especialmente, hostal y Redacción, porque él fue también colaborador de Ideal, muy destacado, y aunque lo era deportivo en un principio le invité a que llegara a otros campos, de ahí sus secciones de opinión, como “Vértigo”, que tanto llegó a inquietar a los políticos locales del momento. Murió demasiado pronto el querido Fernando, cuánto siento su ausencia, qué pronto se nos fue…
En distintos momentos, claro es, por mis responsabilidades profesionales, he pasado por las distintas emisoras de la provincia, en especial las de Jaén. Es más, en mi etapa en la presidencia de la Asociación de la Prensa tuve la iniciativa, varios años, de promover programas en conexión de todas las emisoras jienenses, que fue una agradable experiencia, aprovechada para destacar aspectos sobresalientes sobre Jaén.
Todo esto que estoy recordando sobre la marcha, no he buscado documentación alguna y seguro que me dejo cosas en el tintero, lo escribo hoy como un homenaje personal al medio radio. He sido muy feliz en el mundo de la prensa, he conseguido más de lo que pensaba, me he realizado totalmente, y no me he arrepentido del natural desarrollo de los acontecimientos. Pero era tan fuerte mi relación, eso que decía al principio, mi idilio con la radio, que en ocasiones he sentido nostalgia, supongo que será fácil de entender. Por eso soy un oyente empedernido, que me levanto y me acuesto con la radio y que es mi compañera inseparable.
Quería contar esta experiencia y, una vez más, porque me lo pide el cuerpo, al felicitar a la hoy COPE, y antigua Radio Popular, por cincuenta años de vida, que lo es también en parte de la mía, insisto en reivindicar para esta emisora jienense un gran protagonismo en la transición porque fueron sus ondas las que inauguraron los informativos en libertad y de esta manera, dando voz a los que entonces no la tenían, se hizo un gran servicio en el tránsito a la democracia. A cada cual lo que le corresponde.
Aprovecho por último para felicitar a los profesionales de COPE hoy, con David Santos a la cabeza como director, a los grandes profesionales Antonio Agudo, Ángel López y Manuel Contreras, y a todos los demás, por llegar a este medio siglo con las fortalezas que sigue teniendo la emisora que no ha perdido ni un ápice de su servicio y compromiso con esta provincia.
Y, desde luego, siempre, ¡viva la radio!, uno de los mejores inventos de la historia.
Esta imagen mía se corresponde con mis inicios en los informativos de Radio Popular y también en la Redacción de Ideal.