Los partidos políticos y más concretamente sus responsables, cuando únicamente se asustan y se ponen en guardia es cuando los ciudadanos se movilizan o se organizan. Ya estamos observando la movida en torno a la sanidad, especialmente con un tono beligerante en el caso de Granada, aunque se ha ido extendiendo por la geografía regional. En Jaén, aprovechando el anunciado cierre de la cocina del Neveral, del que nadie suelta prenda definitiva, surgió un nuevo colectivo, “Marea del cucharón” y acto seguido se ha dado un paso más, la constitución de una plataforma para reivindicar los servicios sanitarios que la capital y la provincia exigen y merecen. Ya hemos dicho en una ocasión anterior lo que nos parece la plataforma, está bien pero no es fácil de entender el totum revolutum que se ha formado, hay intereses encontrados, incluso grupos con toda la legitimidad que se quiera pero que han querido sumar para ver qué hay de lo suyo. De todas maneras la polémica ha surgido por la presencia, también, de algunos partidos políticos, entre los que no figura el PSOE, por razones obvias, es claro que no podía ser juez y parte. En cambio el PP se ha metido de lleno, otra cosa distinta será si se constituye una plataforma de lo que quiera que sea para exigir al Gobierno central lo que le debe a Jaén.
El caso es que todos estos movimientos han puesto algo nerviosos a los socialistas jienenses, que hasta ahora están actuando como avalistas de la poco comprometida política sanitaria de la Junta, por acción o por omisión, pues el que calla otorga, y hasta ahora no hay más que seguidismo. El ejemplo más evidente lo tenemos en Jaén con el centro de salud de Expansión Norte (Bulevar), del que la delegada, Teresa Vega, dice ahora que están avanzando los trabajos para su puesta en marcha. Todavía vamos por ahí, y el PSOE callado, y no se cesa a una responsable que ha administrado fatalmente este proyecto, ya que este centro de salud debería estar ya más que abierto a los alrededor de 20.000 usuarios (han rebajado algo el censo) de una zona que ha sido castigada durante años por una actuación más que criticable de la Consejería de Salud. Dice la delegada que es complejo montar el centro, como si esto no lo supieran desde que se empezaron las obras, hace ya unos cuantos años, y deberían haber tenido preparado todo el dispositivo para no causar más perjuicios. ¿Cómo se atreven a venir ahora con pretextos faltos de argumentación y que pretenden tapar irresponsabilidades y desconsideración a la ciudad y a un barrio entero?
Volviendo al principio, el secretario provincial de los socialistas, Francisco Reyes, en persona, haciéndose acompañar por una responsable a nivel regional en materia de sanidad del PSOE, se ha visto obligado a comparecer para liderar la hoja de ruta que el partido que gobierna en Andalucía desde Jaén va a proponer a la Junta. Curiosamente no les acompañaba la señora Teresa Vega, paisana de Reyes a la sazón, supongo que desautorizada, es lo que corresponde, por no saber lidiar adecuadamente con temas tan importantes y sensibles para la ciudadanía.
El secretario general de los socialistas que, aunque tiene muchos frentes en función de sus responsabilidades, es un político curtido en mil batallas, ha tomado el toro por los cuernos y se ha arrogado la exigencia de unos mínimos exigibles a la Consejería de Salud, que en parte coinciden con las prioridades planteadas por la plataforma y en otros casos son propios. Por ejemplo es tajante con la necesidad de que desaparezcan las tres camas en el Complejo Hospitalario, que es la peor imagen del tercermundismo sanitario. Esto ya lo prometió el ínclito Manuel Chaves, pero fue un brindis al sol más de los recibidos durante años. Señala Reyes que el PSOE ha chequeado las necesidades en materia sanitaria y que tiene las respuestas, que además adelanta que quiere consensuar con profesionales y sindicatos, algo para lo que su delegada ha sido incapaz, en todo caso su habilidad es la de echar más leña al fuego. No tiene Reyes una contestación contundente sobre el futuro de la cocina del Neveral, ha sido tan impreciso como hace unos días lo fue el consejero en su visita a Jaén.
Que tengan cuidado porque si se quieren salir con la suya en estos cambios, van a encontrar una dura respuesta y han de evaluar previamente todos los costes. No digo que no se aborden los problemas con sus pros y sus contras, y que se gestionen adecuadamente los recursos públicos, pero no se pueden desatender los derechos de las personas ni tampoco se puede castigar a Jaén y al mismo tiempo estar tirando en otros lugares con pólvora de rey para evitarse conflictos. Por cierto, a ver si es verdad que se puede poner fin a los obligados viajes de enfermos de cáncer para recibir tratamiento en otras provincias, porque no da la mejor imagen de nuestro sistema sanitario.
En fin, no hay mal que por bien no venga y es bueno que se pongan a trabajar los colectivos ciudadanos para ponerle las pilas a los políticos y se vean obligados a dar explicaciones y reivindicar ante otras instancias en lugar de aceptar como irremediable el papel que hasta ahora le han dado a Jaén. Por último es de lamentar que en todo este novedoso revulsivo sanitario, del que es de esperar que la provincia y su capital obtengan lo que en justicia demandan, no figure el que durante años ha sido buque insignia de las aspiraciones de los jienenses, una Ciudad Sanitaria como Dios manda, que hoy da la impresión de que han dejado en solitario al PP reivindicándola, pero siempre me van a tener dando la lata sobre ella, porque no hay un solo día que me olvide, frente a una lamentable amnesia generalizada, que la Ciudad Sanitaria es una parte de la deuda de la Junta con Jaén. Basta con sumar inversiones en las provincias durante los últimos diez años y más, a pesar de que han sido muy listos y han dejado de provincializar las cuentas, pero si quieren, o tienen alguna duda, podemos sacar la calculadora y poner colorados a unos cuantos.
Foto: Imagen del Complejo Hospitalario de Jaén (Hospital Médico-Quirúrgico)